sábado, 5 de octubre de 2013

Mi biografía en un millón de microcapítulos musicales (XVIII)

No recuerdo muy bien que día fue el que entré a Discos Manzana en La Laguna con una bolsa de Alta Fidelidad (que era la otra tienda mítica de La Laguna) con un disco dentro. La coloqué sobre las cubetas de discos y me puse a mirar que había por ahí. Entre que si saco un disco, lo miro, le doy la vuelta, saco otro, sigo pasando discos, mi bolsa de deslizó dentro de la cubeta como si fuese uno más. Se me encendió la bombilla inmediatamente, cogí el Salve de La Polla Records, lo miro, lo remiro y al devolverlo a su sitio lo hago dentro de mi bolsa. La agarro y me voy.



Que fácil ¿no?, pues así estuve años, saliendo de casa con la misma bolsa de Alta Fidelidad con un disco dentro. "Mamá, voy a prestarle unos discos a ...". Cogía la guagua, me iba a la tienda de Discos Manzana y volvía con unos cuantos discos más a casa. No Somos Nadie de La Polla Records, Kortatu y El Estado De Las Cosas de Kortatu, Bailaré Sobre Tu Tumba de Siniestro Total, Son Para Ti de Las Ruedas, A Bocajarro de Tijuana In Blue, Ilegales y Directo de Ilegales, En El Corazón De La Resaca de Los Elegantes, el compartido de Cicatriz, Kortatu, Jotakie y Kontuz Hi! y hasta el Supernova de Duncan Dhu para regalar a mi pareja.
Hasta que un día, nada más entrar, el chico de la tienda me preguntó sobre lo que llevaba en la bolsa, y yo le dije que eran discos míos. Allí estuve mirando como siempre, y me fui sin llevarme ninguno. Pensé que ya me tenían calado y se acabaron los viajes de la bolsa.



Y ya que estamos, respecto al amor, fue al comienzo de 2º de BUP, septiembre del 89 según mis cálculos, que vino a clase una niña nueva. Era de Cartagena, nos hicimos amigos y surgió. Tenía un equipo de música muy raro, de una marca extrañísima, que incluía un mueble con una bandejita para las cintas. Coincidíamos en nuestro gusto por Mecano, Duncan Dhu y todos los grupos del momento, pero entre esas cintas grabadas que estaban en la bandejita para tal fin había unas cuantas cosas que yo nunca había oído. Así descubrí, y quedé alucinado, el Doce Canciones Sin Piedad de 091, y también pude escuchar el debut de Los Ronaldos, el de Pabellón Psiquiátrico y seguro que alguna cosa más de la que ya no me acuerdo.

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