domingo, 28 de febrero de 2016

I.P.D. - Inducing The Pleasure Dreams (Geometrik 1995)

Aunque conocí a Justo Bagüeste a raíz de Tormenta De Tormento, el primer disco en el que ejercía de Chatarrero De Sangre Y Cielo, su primera colaboración con Javier Corcobado hay que datarla unos años antes, con la edición en 1989 de Agrio Beso y el EP Poemas. Y hay que remontarse aún más atrás si queremos mencionar algunas de las primeras grabaciones en las que participó. A mediados de los ochenta fue miembro de la primera formación de Clónicos, uno de esos grupos fundamentales en el desarrollo de las músicas diferentes en este país, y podemos encontrar colaboraciones puntuales en discos de Glutamato Yeyé, Mestizos y Ciudad Jardín. Un par de años más tarde aparece también ocupando el puesto de saxofonista en Rey Luí.
Volviendo a nuestro punto de encuentro temporal, a partir de este, y durante la  primera mitad de la década de los noventa, fue miembro fijo de Los Chatarreros y de Cría Cuervos, además de colaborar, entre otros, con Suso Saiz en su disco Mirrors Of Pollution, ocupándose del minimoog. Y de la mano de este último, que se encarga de la producción, echa a rodar al año siguiente su proyecto personal bajo el alias de I.P.D., que estrena con este disco de explícito título.
Ahora, que se acaba de demostrar la existencia de las ondas gravitatorias, esas ondulaciones causadas por cuerpos masivos acelerados y que son responsables de las deformaciones que sufrimos en esta variedad de Lorentz en la que vivimos y que llamamos espacio-tiempo, parece buen momento para hablar de este disco que comprime en 55 minutos, y tres partes, el transcurrir de una noche en la capital del país.
Desde el momento que empieza a girar a unas 500 rpm, este CD se convierte en un pequeño objeto masivo que produce de manera continua ondas que dilatan nuestros centros cerebrales del placer, y que nos transportan en un viaje que comienza despidiéndose del sol entre ocasionales ladridos de perros, lo que parecen aviones aterrizando y otros sonidos de la gran urbe, a la vez que van estimulando la recuperación de dulces y lejanos recuerdos de otras noches sin fin entre ritmos-máquinas que harían bailar a cualquier cadáver a altas horas de la madrugada, y que vamos sintiendo cada vez más cercanos y reales.
El viaje continua, los ritmos se acaban, se encienden las luces y las conversaciones llegan difuminadas a nuestros oídos, la mirada perdida en ese horizonte urbano que sigue clareándose. El regreso a casa sigue siendo placentero pero más tranquilo, como nos pide el cuerpo, el CD ya solo gira a 200 rprm, secretos de la relación entre la velocidad angular y la velocidad lineal que hay que mantener constante para que el láser haga su función. Hasta que llegamos, tal era el propósito desde el principio, al mejor colofón que puede tener cualquier noche, dejarnos preparados para empezar soñar.


miércoles, 24 de febrero de 2016

Vírgenes Adolescentes - Vírgenes Adolescentes (Triquinoise Producciones 1993)

En algún momento de la primera mitad de los noventa, creo que hacia 1992, Javier Almendral y Carlos Desastre cruzaron sus caminos e iniciaron una colaboración que dio lugar a que en 1993 se grabasen dos discos hermanos que para mí, sin duda, están entre los mejores que se han hecho en este país en la mencionada década... y no sé muy bien por qué lo acoto solo a esta época. Uno es este, el otro, el último de 713avo Amor.
Después de haber editado con el nombre de Las Vírgenes el escueto single Aguja Roja, Javier Almendral y Germán Sánchez incorporaron a Paco "Serrucho" Cárdenas a la batería, que provenía de Blackmoon Fire, para sustituir a Alicia Salguero. A la par cambiaron su nombre por el de Vírgenes Adolescentes, y con esta nueva denominación se presentaron en sociedad con un álbum de idéntico título.
El disco se editó solo en doble vinilo, con portada abierta, y encima se decidió que se vendiera a precio de disco sencillo. Todo un detalle por parte del grupo y la discográfica, que más no pudo hacer por acercar el disco a los potenciales oyentes. Aun así creo recordar que para que todo esto fuese viable hubo que sacrificar en parte el arte de la portada, y la calidad de los inserts, que parecen fotocopiados. Personalmente agradezco lo bonito y generoso de la edición, pero creo que fue una decisión que no benefició a la difusión del disco. Ni entonces, que el vinilo vivía sus horas más bajas y muchos platos habían ido a parar al trastero o al contenedor más cercano, ni ahora, que, dado el formato, se vende en el mercado de segunda mano a precios poco razonables. Esto, junto con que tampoco está disponible en plataformas digitales, lo ha hecho poco accesible para las nuevas generaciones. El resultado, y esto es lo peor que le puede pasar a un disco, es que seguramente no habrá mucha gente que lo haya oído con calma de principio a fin. Y les puedo asegurar que pasar noventa minutos acompañado con este disco es una de las experiencias más satisfactorias y arrolladoras que cualquier aficionado a la música, y amante de la electricidad, puede echarse en cara a día de hoy.
Javier Almendral, al que le gustaba usar el sobrenombre de Delirio, se encarga de la práctica totalidad de las letras del disco, contando con la única ayuda de Carlos Desastre en Unos Contra Otros (En La Jungla De Mordiscos) y de Johanna Linder en Vamos A Llamar A Dios Por Teléfono. En ellas opta por arrancarse a dentelladas su propia piel, y deja escapar pedazos de vida en crudo y pensamientos obsesivos en los que tienen cabida la autodestrucción, el amor, la insatisfacción, el placer, la hipocresía, la muerte... convirtiendo los textos en una autopsia emocional tan íntima como desgarradora, sincera y precisa.
A esto hay que añadir la capacidad del trío de conjugar con total acierto, y de infinitas formas, la calma tensa, el remanso y la vorágine eléctrica, y además sumarle la voz de Javier, vehemente y expresiva, para poder dar una explicación razonable de la atmósfera altamente conductora de electrizante conmoción que crea la escucha de estas trece canciones. En otras palabras, escuchar esto es algo así como estar en la placenta del rocanrol, o en la de una de esas bellas mujeres lobo que surgieron de la mente de Clark Carrados.
Además de los tres miembros de Vírgenes Adolescentes, participaron en esta grabación Juan A. Bullón, que echó una mano en los coros, y Carlos Desastre, que tocó la guitarra, hizo coros, puso la segunda voz en Quiéreme Sin Pantalones y la voz de narrador en Insomnio, y del que se puede leer en uno de los inserts que aportó "además buenísimas ideas musicales, conceptuales y ambientales de corazón, que fueron fundamentales para el resultado final de este disco". Bendito encuentro ese del año 92 con el que empezábamos esta reseña.



domingo, 21 de febrero de 2016

Corcobado - Poemas (Grabaciones Accidentales 1989)

Poco antes de emprender la grabación del que iba a ser el primer disco editado a nombre de Corcobado, o puede que fuese algo después, Javier reunía a algunos de los músicos que iban a participar en ella, Javier Almendral, Justo Bagüeste y Gonzalo Lasheras, junto con Andrews Wax, miembro de la primera formación de Mar Otra Vez, para registrar este delicioso single con nueve poemas. Igual delicioso no es el adjetivo adecuado... vamos pensando alguno mejor mientras les cuento como fui conociendo estos poemas.
Un buen día llegó a mis manos una cinta grabada con el título de Rarezas de Corcobado, me la dejó un amigo que la había grabado de otro amigo que a su vez la había grabado de otro colega que también la había grabado de otro tipo... en uno de esos procesos de inicio incierto que daba como resultado un sonido infecto y una falta de datos alarmante, a la vez que un placer inigualable y desconcertante. Con los años pude ir poniendo con cierta certeza nombre a las canciones y aclarando su origen. Entre temas de Cuatrocientosveintinueve Engaños, Mar Otra Vez y Demonios Tus Ojos cantando en inglés, se colaban tres poemas maravillosos, breves. Uno, el de la ambulancia y las nubes rosas, que Javier declamaba entre gritos y caos sónico, era una divertida locura. Los otros dos eran preciosos, aunque tristes, sobre todo el que contaba la historia de Incienso y Tinta, narrado sobre un ambiente algo lúgubre y descorazonador. El de rociar las sábanas con gasolina, acompañado por las notas de una guitarra, era mi favorito. Los tres habían salido de este disco, del que por aquel entonces apenas conocía su existencia.
Pasó bastante tiempo hasta que pude escucharlo por completo, apenas diez minutos en los que se recitan un total de nueve poemas, dos de ellos, Edad y Rascacielos, mínimos, apenas tres o cuatro versos libres para cada uno, incluyendo alguno que te puede romper el alma como ese "quien te esperaba se ha ido" que cierra Edad.
Los cambios de registros en la voz de Javier a lo largo del disco, la agresividad en Sida Para Tu Herida, el desprecio y rabia de Verano (Amor), la impotencia de Rascacielos, además de la variada instrumentación que acompaña a cada poema, además de un sonido algo granulado, hacen de este disco algo tan magnético como la escena del sermón de la montaña de El Evangelio Según San Mateo de Pier Paolo Pasolini, en la que Enrique Irazoqui desgrana sus enseñanzas en primer plano, con su rigoroso rostro, mientras el entorno cambia drásticamente entre un pasaje y otro.
Ese es el adjetivo, magnético, no creo que nadie que haya escuchado este single haya podido escapar de su influjo. Yo, después de hacerlo, corrí a comprar El Sudor De La Pistola 13, el que por aquel entonces era el libro de poemas mas reciente de Javier. Seguramente otros, de manera consciente o inconsciente, pensaron en la Ambulancia Abollada que cierra este disco para dar vida a aquella otra ambulancia de colores que mas tarde conduciría a Dios en La Materia No Existe de 713avo Amor, o a aquel Land Rover en el que Vírgenes Adolescentes se sentían perdidos.



viernes, 19 de febrero de 2016

713avo Amor - Horrores Varios De La Estupidez Actual (Triquinoise Producciones 1993)

En algún momento de la primera mitad de los noventa, creo que hacia 1992, Carlos Desastre y Javier Almendral cruzaron sus caminos e iniciaron una colaboración que dio lugar a que en 1993 se grabasen dos discos gemelos que para mí, sin duda, están entre los mejores que se han hecho en este país en la mencionada década... y no sé muy bien por qué lo acoto solo a esta época. Uno es este, el otro, el debut de Vírgenes Adolescentes.
Después de haber editado A Veces El Dolor en el sello valenciano Experience Records, 713avo Amor daban su siguiente paso con Horrores Varios De La Estupidez Actual.
En esta ocasión el grupo dejaba atrás sus vertiente más íntima y críptica en los textos y con los ojos inyectados en sangre miraba a su alrededor y nos exponía las mismísimas entrañas de una sociedad que ya olía a podrido. La galería de personajes que pueblan este disco es mítica, los hermanos gemelos Odio y Lodo, el joven Alubias, el propio Carlos Desastre, disfrazado de interferencia, con maquillaje de distorsión y su corbata de acoples, asaltando la cadena televisiva más importante del país, la pequeña Irene, El Gordo y sus secuaces, son todos fragmentos de una realidad mierdosa que nadie parecía querer ver, entretenidos como estábamos con la televisión, y que Carlos describe con su verbo torturado, su potente adjetivación, sus elocuentes metáforas y algún que otro neologismo.
Ahora que se discute si la música independiente de los noventa fue elitista y ajena a la política y a lo que sucedía en su entorno, es el momento de poner este disco y decir que no, o al menos que toda no. Otra cosa es que los prescriptores de tendencias undergrounds de la época, haciendo gala de unas miras muy cortas, tachasen las visiones de 713avo Amor de excesivas y de intentar epatar gratuitamente.
El fresco que ofrece este disco de la sociedad de la que formamos parte es desolador, tanto como la noticia que recorría hoy facebook sobre la muerte de una cría de delfín, recogido de la orilla de una playa, y pasado por los bañistas de mano en mano para hacerse selfies, sin que ninguno se diese cuenta de que el animal se moría. Las cotas de estupidez que demostramos a diario ya estaban aquí diagnosticadas, ya eran señaladas, con la única diferencia que Emilio Salvatierra, Juan Antonio L. Acien y Carlos Desastre no dudaron en ametrallar sin contemplaciones, con estas canciones, a los cómplices y responsables, que desgraciadamente somos la mayoría, a la vez que mostraban cariño por las víctimas, por muy en monstruos que se hubiesen convertido. 713avo Amor escupía su asco, su descontento, en forma de preciosa y descarnada poesía, de largas canciones-relatos entre las que intercalaron lo que ellos mismos denominaban pensamientos fugaces o sensaciones o pequeños horrores, para hacer de este disco algo tan inquietante como ser consciente de que cada mañana, cuando nos vestimos para emprender nuestro día a día comprometido, lo más probable es que nos estemos cubriendo con prendas fabricadas por niños esclavos. Este es el horror cotidiano en el que vivimos, por esto quizás poca gente quiso escuchar como se merecen estas canciones cuando fueron editadas, y por esto, quizás, tampoco queremos escucharlas ahora.
Además de los tres miembros de 713avo Amor, participaron en esta grabación Belén Valverde y Nima, que se ocuparon de los coros de un par de temas, y Javier Almendral, que tocó el bajo, la guitarra, puso la voz a Lodo y aportó coros, y del que el libreto del CD dice que además absorbió muy bien la idea del grupo y fue fundamental en su resultado final, "sin él hubiera sido posible, pero diferente". Bendito encuentro ese del año 92 con el que empezábamos esta reseña.



martes, 16 de febrero de 2016

Soul Bisontes - Vértigo Peninsular (Discos Alehop! 1994)

A finales de 1987 abren los locales de ensayo Carabox en el madrileño barrio de Carabanchel, y en ellos coinciden Trifide::Freud, Los Moscardones, Demonios Tus Ojos y Usura, entre otros grupos. Allí se forjaron alianzas y amistades que han perdurado en el tiempo, y así hemos visto a Ana Bejar poner voces en los discos de Pablo Cobollo y Mate Almendral, a Nacho Laguna integrado en la banda de Corcobado, y a David García Bonacho poniendo su violín a disposición de quién lo solicite. También Corcobado dejaba alguna de sus letras a sus colegas, la de Santiago Y Terry acabó en el repertorio de Vírgenes Adolescentes, y Agua Fuera De Casa fue directa al primer disco de Soul Bisontes, nombre que había sustituido al de Los Moscardones en la formación que lideraba Pablo Cobollo.
A Soul Bisontes les había cogido cariño unos años antes de la salida de este disco, en concreto desde que escuché su primer Ep Corazón Veloz, así que la noticia de que su estreno en largo vendría de la mano de Alehop!, más que una una alegría fue una premonición de que nada podía salir mal.
La infecciosa El Telescopio De Jeremías, canción que abre el disco, lo corroboraba desde que la aguja comenzaba a surcar el vinilo. Lo que sigue es un remolino de estupendas canciones pop rebozadas de psicodelia salvaje elaborada según la receta secreta de los habitantes del extrarradio, y que el propio grupo bautizó como "charca sound". Pero por más escuchas que se le dé a este disco, se hace imposible que uno pueda discernir de manera racional cuáles son todos los ingredientes que conforman tan suculentas canciones, y no dará con su secreto hasta que abra la mente y acepte que la receta secreta es que no existe receta, sino libertad absoluta para incorporar en cada momento lo más apropiado para que sean ellas las que engullan al oyente.
Entonces es un placer sentir como el violín acuchilla el alma de Nadie Nace Domesticado, o como hace levitar ese Otoño Mal Calculado. Y se hace obligado contonearse escuchando como aúllan las guitarras de El Telescopio De Jeremías, y croar como un batracio la letra de El Moscardón, empujado por el bajo y el órgano. También resulta imposible no caer hipnotizado por la Lluvia De Soles y sentirte uno más de la banda de los Perros Eléctricos cuando te calzas tus gafas de sol.
Ya se encargan ellos mismos de darnos pistas en la última de estas catorce canciones, Ojo De Pez De Vecindario. Como el famoso objetivo extremadamente angular, Soul Bisontes rompen la norma, sorprenden y cautivan al espectador y lo trasladan a un mundo en donde nada es lo que parece. ¡Y que esto último lo haya sacado del folleto sobre teleobjetivos fotográficos que encontré en el último estudio que malamente sobrevive en mi pueblo! Así eran Soul Bisontes, maravilla, genialidad cotidiana y absurdo, como un museo de pantalones.
En este disco Soul Bisontes fueron Pablo Cobollo Lara a la guitarra y voz, Tintín García a la bateria y percusiones y Gregorio Karman al piano y órgano. Este último ocupa el lugar que había dejado temporalmente David García Bonacho, que en este disco solo aparece en un par de canciones al violín. Alberto "Sobornez" colaboró encargándose del bajo.
La portada, que es bien bonita, es obra de Lusmore.



sábado, 13 de febrero de 2016

Esclarecidos - Dragón Negro (GASA 1994)

Allá por 1988 mis gustos se debatían entre la música hecha en este país que no paraba de sonar en la radio más comercial y los nuevos-viejos grupos de rock que me hacían llegar mis amigos del barrio, Barricada, La Polla Records, Burning, Los Suaves...
En este contexto, Esclarecidos eran aquel grupo extraño que aparecía en los recopilatorios que por Navidades publicaba la entente Dro-Grabaciones Accidentales-Twins con los éxitos del año y que escuchaba en las visitas a la casa de mi amiga Merceditas. Un año se llamó Fiesta Total, al siguiente El Golfo, y allí, entre Hombres G, Rey Luí, Modestia Aparte, Loquillo Y Los Trogloditas y demás, se colaban Esclarecidos con canciones que no habían sido ni éxito ni nada y que hablaban de preguntarle a un tucán y qué se yo del amor al comercio. Me resultaba antipático encontrármelos, e imposible ubicarlos en alguna de las dos categorías que me interesaban.
No fue hasta unos años después cuando les cogí el gusto. Fue en 1991, año en el que editaron Rojo. Dos canciones de ese disco, Todos Mienten y No Hay Nada Como Tú (Soberbia), sonaban muy a menudo en Radio 3, emisora que solía escuchar por entonces. Además por esa época descubrí que algunos de sus miembros habían sido los fundadores de Grabaciones Accidentales, sello fundamental para el devenir musical de este país, y que en 1982 dio cobijo a algunos de las propuestas mas interesantes de las que poblaban la noche madrileña. En sus cuatro primeras referencias se estrenaron, además de ellos mismos, Décima Víctima, Derribos Arias y Los Coyotes. Pero es que encima, un poco después el sello apostó por proyectos de mas difícil catalogación, como Depósito Dental, Finis Africae y Música Esporádica, y se convirtió en el hogar de Mar Otra Vez. Todo esto hizo que se granjeasen mi mas absoluta simpatía.
La edición de Dragón Negro supuso el paso de la simpatía a la admiración. El disco los presentaba, como siempre, haciendo ese pop "que no te puedes esperar" marca de la casa, a su aire, pero dejándose permeabilizar lo justo por lo que sonaba a sus alrededores. Así en este disco las guitarras ganan presencia en comparación con sus trabajos anteriores, y aunque rara vez las sitúan en primer plano, aparecen como un elemento decisivo con el que el grupo rompe y hace avanzar por caminos imprevistos esos elegantes, tranquilos y personales paisajes musicales ricos en detalles, a veces exuberantes, otras exóticos, que ya eran seña de identidad del grupo.
Fruto de la experiencia de la banda, al editar este disco contaban ya con más de doce años en las trincheras, de su inconformismo y negativa a dormirse en los laureles, y de lo bien que canta Cristina a lo largo de todo es disco, no se les pasa ni una mala canción y para mí  todas las del álbum están por encima del notable, variando las favoritas más en función de mi momento vital que de la calidad de las mismas. También está muy acertado Alfonso Pérez, que se encarga de los textos de casi todas las canciones. Preciosos y despreocupados versos los de Arriba Y Abajo. Las cuatro que cede las deja en las buenas manos de Pablo Guerrero, Berta Alfaro, Enrique Andrés y Javier Corcobado, que ya en discos anteriores les había entregado las letras de Tucán y Noche De Hiedra.
En este disco el grupo lo formaron Cristina Lliso, Coyán Manzano, Nacho Lliso, Miguel Herrero, Vicente Climent y Alfonso Pérez. Además colaboran en la grabación un buen número de viejos y nuevos amigos del grupo que responden a los nombres de Antonio Sauco, Manuel Illán, Marcelo Fuentes, Suso Saiz, José Luis Crespo, Tino Di Geraldo, Pablo Guerrero, Javier Paxariño y Luis Lozano.
El 0,7 que aparece en a parte inferior central de cada hoja del libreto me hace recordar viejas luchas y viejos sueños que no deberíamos abandonar.



martes, 9 de febrero de 2016

Demonios Tus Ojos - Demonios Tus Ojos (Grabaciones Accidentales 1988)

Según me fui introduciendo en el mundo de Javier Corcobado y amigos, se me hacía cada vez más urgente poder escuchar sus discos antiguos. En el caso de este disco, el ansia me devoraba. Conocía de memoria la trayectoria que habían seguido sus miembros en los noventa, Vamos A Morir, Mil Dolores Pequeños, y sobre todo Vírgenes Adolescentes, además, claro, de Corcobado Y Los Chatarreros De Sangre Y Cielo, y era casi un sueño erótico poder escuchar de una vez por todas el único trabajo conjunto de estos cuatro jinetes del post-apocalipsis que responden a los nombres de Javier Corcobado, Javier Almendral, Javier Colis y Nacho Colis. Parece ser que el proyecto comenzó con la intención de ser el primer disco en solitario de Corcobado, después del final de Mar Otra Vez. Pero la cosa fue cogiendo otra orientación, Javier Colis participó activamente en la composición de la música de todos los temas del disco, y la decisión final fue la de configurarse como grupo con el nombre de Demonios Tus Ojos.
El disco, como puede desprenderse del color de la portada y de la disposición del nombre del grupo en la misma, que en cierta manera puede recordar a un corazón, es un bonito disco de amor total. Un disco en el que los corazones se rompen en 2000 pedazos, después de que alguna mujer haya conducido su coche bomba hasta allí, o se esconden en el fondo de un pantano rojo para poder volver a la ciudad y amarla violentamente, sin sufrir daños. Un disco en el que las almas tienen fecha de caducidad, en el que se dan besos como dientes arañando el cemento de la acera, y en el que los ojos no ven más que piernas, culos y tu dios de ahí abajo. Donde también se ama a lo que te destruye, aunque sea un bicho mezcla de alacrán y potro.
Una barbaridad gritada con rabia a los cuatro vientos, desde el fondo de un pozo del que no se quiere o no se puede salir por mas que tampoco se quiera estar ahí. Entre la angustia, Piano De Fiebres, y el abatimiento total, Los Huesos Del Amor, desfilan diez canciones descarnadas como pocas, imponentes y severas, que los cuatro miembros del grupo construyeron sin colaboraciones ajenas, bastándose de guitarra, bajo y batería, alguna ráfaga de saxo, un ocasional piano y un cúmulo de sentimientos viscerales expulsados de manera violenta y espasmódica.
El disco también se grabó con las voces en inglés con la intención de hacer una edición para el mercado anglosajón, como se había hecho un año antes con el debut largo de Carmina Burana, pero esas grabaciones nunca llegaron a ver la luz oficialmente.
En 1996 Warner, a través de DRO East West, lo reeditó en CD en su serie media sin la más mínima publicidad, como si de un disco cualquiera se tratase, con el mal gusto de cambiar el orden original de un par de temas y con el acierto de incluir como tema extra Colt Antimonio, que había salido como cara B de Corazón Roto En 2000 Pedazos, único single extraído de disco.
El grupo apenas duró un año, pero volvieron a subir juntos al escenario el 30 de junio de 1995, en un festival que también contó para la ocasión con la reunión de Los Labios, y en el que Javier Almendral hizo triplete, ya que además fue el último concierto de Vírgenes Adolescentes.




lunes, 8 de febrero de 2016

Sellos Fenecidos: Triquinoise Producciones (V)

Fue 1995 el último año que Triquinoise tuvo una actividad normalizada como sello. Publicó cuatro referencias que no hacían presagiar que la cosa ya estaba cerca de su final. Es cierto que no recuerdo reseñas en los medios de la época de ninguna de las referencias de las que vamos a hablar hoy, aunque tampoco es que yo estuviese al tanto de todo. Curiosamente tampoco ninguna de ellas, salvo la de Corcobado, aparece listada en esa macro base de datos que es discogs, cosa que a ver si remediamos pronto. Pero estas dos circunstancias, escasa presencia en la prensa de la época y olvido actual casi absoluto, me hacen pensar en el escaso recorrido que han tenido estos discos y en el placer que puedan suponer para quien los descubra ahora, si es que alguien lo hace.
Estas fueron las cinco últimas referencias de Triquinoise Producciones. Gracias a todos los que lo hicieron posible.

Hermanos Cerdo - Mr. Alma (TQ-023 CD, 1995)
Paco "Serrucho" Cárdenas y Jesús Vallejo "Chule" habían coincidido en Blackmoon Fire a principios de los noventa. Luego Paco entró como batería de Vírgenes Adolescentes y Jesús pasó a comandar este trío virulento de guitarras afiladas y contundente base rítmica. De los discos que tengo, este es uno de los preferidos de mi amigo Jose, heavy hasta la muerte, junto con el Suckitfashion de Wipe Out Skaters y el cd que recopilaba la discografía de La Perrera. Hermanos Cerdo igual no iban a tantas revoluciones, pero a crispados y agresivos no les ganaba nadie. Después de este disco nunca más supe de ellos. El resto del grupo lo formaban Pepa Flores al bajo y coros, y Ferrocromo a la batería y minimoog. Paco Loco se encargó de la producción del disco junto a los Hermanos y también tocó el órgano en tres temas.
Las fotos que aparecen en el disco son de Pepa y Oci, y del diseño de la carpeta también se ocupó el propio grupo.




Clónicos - Esquizodelia (TQ-024 CD, 1995)
Clónicos se formó en 1984 alrededor de Markus Breus, Pelayo Fernández Arrizabalaga y Justo Bagüeste. Este grupo mutante con un número indefinido de miembros y colaboradores llegaba aquí al que creo que es su quinto y último disco. En la contraportada del libreto de este cd se puede leer un rótulo que dice multi-style-experience. Lo que suena en el disco es algo así como si el espíritu de Frank Zappa hubiese poseído a Ana Rosa Quintana y en su magazine de la tarde hubiese decidido contar con el Capitán Beefheart y toda su mágica banda como equipo de realización. Y allá que se ponen a realizar entrevistas, jingles, sketchs, números musicales, una miniserie telenovelesca y todo lo que se les ocurre.
La lista de músicos que participaron en esta grabación es casi infinita, a parte de los antes mencionados podemos encontrar a Juan-Alberto Arteche, Susana Kulia, Antonio García, Ricardo Fuentes, Pedro López, que parecen formar el núcleo del grupo, y a otros invitados o amigos que pasaban por allí como Ajo, Víctor Nubla, Javier Colis y Víctor Polansky, por nombrar solo unos cuantos.
De la grabación se encargaron Hugo westerdah, Luis Escribano y Markus Breuss. La esquizoide portada es obra de Pelayo Arrizabalaga.




José Luis Moreno-Ruiz - Retratos De Añil (TQ-025 CD, 1995)
El nombre de José Luis Moreno-Ruiz lo vi por primera vez en los créditos de Ritmo De Sangre. Era el autor de la letra de De Noche y firmaba la música de la misma canción junto con Corcobado. Luego ya me enteré que era escritor, por aquella época su libro más reciente era Ángeles En Mis Cojones, y también de que había tenido en las noches de Radio 3 de finales de los ochenta un programa llamado Rosa De Sanatorio. Pues parece que en 1994, con la ayuda de Nacho Laguna, que se encarga de los arreglos de las canciones, se metió a grabar este disco. Para hacerlo contó con Alicia Salguero a la batería, Isidoro Aparicio al violoncello, Javier Corcobado a la guitarra tormenta y Susana Cáncer al Hammond. Javier Almendral y Germán Sánchez sumaron sus guitarras en un par de temas.
Nacho Laguna se encargó de la producción y Javier Almendral y Ángel Álvarez ejercieron de técnicos en el estudio. La portada es un cuadro de Egon Schiele.




José Luis Moreno-Ruiz Y La Enfermería Eléctrica - En La Enfermería Del Postre (TQ-026 CD, 1996)
Al año siguiente volvía José Luis Moreno-Ruiz con su grupo ya bautizado como La Enfermería Eléctrica. Continúan junto a él Nacho Laguna y Javier Corcobado, y se incorporan Javier Almendral a la guitarra y Nacho Colis a la batería. También aparecen cuando se les necesita Justo Bagüeste, Germán Sánchez, Ajo, Susana Cáncer, Isidoro Aparicio, Alicia Salguero y David García Bonacho. Otra vez asistimos atónitos a una exhibición de textos al límite, cargados en su mayoría de ese sexo que llama a las cosas por su nombre, que el señor Moreno-Ruiz casi recita con su seca voz de lija.
Estos dos discos son los únicos que grabó, quedando como un díptico absolutamente personal y único en la música de este país. Apasionantes.
De la producción de este último se encargaron Nacho Laguna y Javier Almendral. La foto del grupo que aparece en el libreto es obra de Ramón Mourelle y la portada es de Alejo Alberdi.




Corcobado Y Cría Cuervos - Boleros Enfermos De Amor Volumen II (TQ-027 CD, 1997)
La última referencia del catálogo de Triquinoise, como no podía ser de otra manera, lleva el nombre de Corcobado. El segundo volumen de sus Boleros Enfermos De Amor, junto a Cría Cuervos, llevaba ya un par de años grabado cuando vio la luz. La semana pasada ya hablamos en este blog detenidamente de este disco, así que no vamos a añadir mucho más que contradice decididamente el popular dicho sobre las segundas partes. Participaron en este disco además de Javier, Justo Bagüeste, M. Vega, M. Gutiérrez, Ana Díaz y Susana Cáncer. Los dos primeros también se encargan de la producción del disco y J. M. Rosillo de las mezclas y mansterización de las canciones. El diseño gráfico corrió a cargo de Esteban Pérez.



Corcobado Y Cría Cuervos - Voy / Tormenta (TQ-027 CDS, 1997)
Parece ser que junto al disco anterior se editó este CD single promocional que incluía Voy como tema principal, extraído del disco oficial, y que se completaba con Tormenta, canción exclusiva para este lanzamiento.

sábado, 6 de febrero de 2016

La Fundación - La Fundación (Tres Cipreses 1983)

Ahora que Mar Otra Vez han vuelto a la vida pública hemos podido saber más sobre la prehistoria de Javier Corcobado y su entorno de boca de sus protagonistas. En su primer grupo, que se llamó Los Presumidos, estaba ya Julian Sanz, también parte fundamental de esta historia, aunque bajo este nombre no llegaron nunca a tocar en directo. En algún momento de 1982 o 1983, Javier y Julian separan sus caminos, y mientras el primero forma Cuatrocientosveintinüeve Engaños junto a Gerardo Romera Menoyo, Johnny Merayo, Manolo Presas y Jesus Rodriguez Lenin, el segundo entra a formar parte de La Fundación. De este último grupo, y de su único single editado, octava referencia del mítico sello Tres Cipreses, vamos a hablar hoy.
En algún momento de 1980 o 1981 dos tipos llamados Luis Rodríguez Alba y José Lanot Rodríguez decidieron montar un grupo al que llamaron Scuba Scuba. Luis se encargaba de la guitarra y José del bajo, a la batería entró Juanma, que pronto pasó a cantar. Son tiempos de ensayos en el local y con este nombre no grabaron nada ni llegaron a realizar ningún concierto. Luis, que aparte de los sonidos extremos que manejaba el grupo también era, y es, un apasionado del funk, cree que sería bueno cambiar el nombre de Scuba Scuba por el de La Fundación con la intención de darle una doble vida al grupo, una con este nombre, y otra como La Funkdación para desarrollar sus otros gustos musicales. 
Las primeras maquetas a nombre de La Fundación datan de 1982, mientras los cambios de formación se suceden. Cuando ya tienen fecha para la grabación de su primer single y su presentación en el Rock-Ola, José Lanot deja el grupo y se incorpora a Teatro Negro De Praga, de los que se puede escuchar un tema en el recopilatorio Tensión editado por Munster Records. Este abandono propició la entrada de Julian Sanz, y finalmente la formación que graba este single es Alejandro a la batería, César a la guitarra, Juan M. a las voces, Julián al bajo y Luis a la guitarra.
El single, que cuenta con un precioso, y a la vez algo inquietante, artwork creado a partir de pinturas de López Soldado y fue producido por Lars Mertanen de Décima Víctima, contiene las canciones Repetición y Todo Pensado (Para No Durar). Ambas suenan obsesivas, oscuras, desesperadas, algo así como la banda sonora que golpea el cráneo de cualquier habitante anónimo de la Metrópolis de Fritz Lang. La primera, una oda a la rutina como método de supervivencia, y la segunda, obcecada en la arquitectura necesaria para el mejor de los suicidios bien pueden hacer las delicias de los seguidores mas arriesgados de bandas actuales como Antiguo Régimen y Ciudad Lineal.
Durante 1984 el grupo vuelve a grabar una nueva maqueta, pero un buen día de ese mismo año Luis decide dejar el grupo. A él se une el ultimo cantante de la formación, Iván de Lucas y forman Peces De Pecera. La Fundación deja de existir como tal y Julián se reencuentra con Corcobado, en la primera formación de Mar Otra Vez. Por su parte, José Lanot reapareció a finales de los ochenta al frente de Los Potros.
Más o menos, así empezó todo. Les dejamos con la cara B del single, Todo Pensado (Para No Durar), y con la grabación de Repetición en el concierto de presentación de este single en el Rock-Ola. Si siguen la pista del soundcloud encontrarán también las maquetas del grupo.



jueves, 4 de febrero de 2016

Ana D - Satélite 99 (Elefant Records 1997)

En 1997 casi nada se sabía de Ana D, su nombre había aparecido en los créditos de Arco Iris De Lágrimas un par de años antes, allí aportaba su voz en un par de canciones, de las que también firmaba la música, y hacía coros. También se podía intuir que era la misma Ana Díaz que aparecía formando parte de Cría Cuervos en el primer volumen de los Boleros Enfermos De Amor.
Pero nada más se sabía, uno podía zambullirse en este Satélite 99 y pensar que aquella voz tan especial surgía de alguien recién llegado de otra galaxia, alguien sin pasado, y que tú eras uno de los afortunados terrícolas que había tenido la suerte de poderla escuchar. Una voz serena, fría en el primer contacto, pero en la que acabas acurrucado recibiendo agradables sensaciones, algo distante y sensual, que no necesita el énfasis para transmitir emoción. Una voz distinta, desapasionada, no del todo cómoda, de perfecta dicción, que sin embargo atrapa y encoge el alma de quien la escucha con atención, que puede llegar a aterrar si la escuchas a solas y no pasas por tu mejor momento emocional. Una cariñosa invitación al abismo. Algo inexplicable.
Una coqueta caja de música, que disparaba una breve melodía de Frédéric Chopin, iniciaba el contacto, como si fueran aquellas cinco notas de Encuentros En La Tercera Fase. Lo demás era ya cerrar los ojos y transitar por el pop nebuloso de galaxias que nacen entre la distancia de un beso, despegar impulsado por las ondas del Hammond hacia aquel satélite perdido del espacio, naufragar entre palabras aferrado a un recuerdo, o pasear por el metalófono, yendo y viniendo a capricho del amor. Pero en este viaje no todos eran mundos desconocidos, pero sí vistos desde una perspectiva insólita, como ocurre con las visitas a Me Quedo Contigo de Los Chunguitos y Todo Comenzó de Betty Misiego, mis dos favoritas de las cuatro versiones incluidas.
Al parecer fue Corcobado quien la animó a grabar este disco, que acabó uniendo dos mundos que uno creía que nunca iban a colisionar. Por el lado del pop marca Elefant Records se embarcó Ibón Errazkin, ex-Le Mans y ahora en Single, y por el lado del rock a corazón abierto Javier Corcobado y Susana Cáncer. Completó la dotación Frank Rudow, ex-Manta Ray, y ahora en Suma. Todos manejaron los instrumentos para que este ovni musical llegará a su destino, aunque en una entrevista Ana confesaba que una vez subida a la nave, no pudo evitar hacerse con el mando de la tripulación, gobernándola con cierta tiranía.
Como esas películas de ciencia ficción de los setenta a las que la era de los efectos digitales ha tratado de superar sin éxito, la actual sociedad de la super-información, que nos cuenta que Ana D ya firmó allá por 1983 la letra de algunas canciones de Que Dios Reparta Suerte, primer disco de Gabinete Caligari, e incluso que fue voz de Dinarama en ese breve intervalo de tiempo en el que Alaska todavía era una Pegamoide, no ha conseguido destruir el encanto de este disco, que vaga solo en su propia cápsula del espacio-tiempo a la espera de ser encontrado y escuchado, una y mil veces.



martes, 2 de febrero de 2016

Corcobado Y Cría Cuervos - Boleros Enfermos De Amor Volumen II (Triquinoise Producciones 1997)

Había quedado de lo más prometedor aquello de Volumen I en el título del primer disco a nombre de Corcobado Y Cría Cuervos, y claro uno esperaba su continuación. Este segundo volumen no llegó hasta 1997, aunque sus canciones se grabaron entre diciembre de 1994, las siete piezas de estudio, y febrero de 1995, las tomas en directo de Sombras y Desde Tu Herida que completan el disco.
En este segundo volumen de sus Boleros Enfermos De Amor, Javier y sus Cría Cuervos declaran su amor por la canción mexicana, cinco de las nueve canciones aquí presentes tienen a este país en su ADN. Además se llevan a su terreno el tango Sombras, como también hacen con la ranchera Amarga Navidad, y encajan en el repertorio, con toda naturalidad, Desde Tu Herida, el que fuera primer single de Agrio Beso, su debut en solitario de 1989 y que ya nos hablaba del gusto de Javier por esa canción ligera que es en verdad carga de profundidad emocional.
A parte de esta última canción mencionada, Javier aporta otras dos composiciones propias al disco, Madre y Aquel Tren. Esta, con Javier recitando la triste historia de Godiva, sobre un agudo piano al que grita una ronca guitarra, vuelve a tender puentes con el principio de su carrera en solitario, concretamente con aquella joya publicada en single y llamada Poemas. Madre es amor y dolor, lo más bonito, y sincero, que se le puede decir a una madre. Todo aquel que le haya dado algún disgusto a la suya y la quiera con todo su alma, lo entenderá. Pelos de punta.
Respecto a las seis versiones elegidas solo queda quitarse el sombrero, y más cuando se han escuchado en boca de otros artistas. Las interpretaciones de Javier dan buena cuenta de sus aptitudes como cantante, pero no solo eso, sino que dejan constancia de su sabiduría para poner el acento en el sitio adecuado y conseguir que estas canciones escritas medio siglo antes sean auténticas historias de amor roto y pasión exacerbada, que bien podían convivir con sus propias composiciones en cualquier otro de sus álbumes.
Los músicos que lo acompañan, Justo Bagüeste, M. Vega, M. Gutiérrez, Ana Díaz y Susana Cáncer son la alineación con que se presenta Cría Cuervos en este disco, están excelsos, rebosando sensibilidad e irradiando fuerza, vistiendo a las canciones con respeto pero imprimiéndoles personalidad. Quizás sea Amarga Navidad, con ese repiqueteo de Papa Noel de pequeños almacenes, la que el grupo aleja más del sonido original, en un homenaje que le llega desde el entorno del rock de este país a José Alfredo Jiménez mucho antes que cualquier otro. Tuvieron que pasar unos buenos años para ver a Bunbury y Raphael cantándo esta misma canción a dúo, o a María Jiménez dedicarle un disco completo al maestro mexicano.



lunes, 1 de febrero de 2016

Sellos Fenecidos: Triquinoise Producciones (IV)

Después de un buen año, como fue 1993 en el catálogo de Triquinoise, el siguiente se empezaba con ilusión y nuevos proyectos. Se anunciaba la creación de la serie de singles Despiece, en la que irían apareciendo rarezas de los grupos de la casa y estaba prevista la edición de los nuevos discos de Malcolm Scarpa y Vírgenes Adolescentes.
Pero la cosa no acabó de cuadrar del todo. De los grupos que empezaron con la escudería a principios de los noventa ninguno seguía con ellos. Algunos lo habían dejado, caso de Amor Sucio y Carmina Burana y otros decidieron seguir su carrera en otras compañías. Corcobado Y Los Chatarreros De Sangre Y Cielo ficharon por GASA y Superelvis vivía su mayor reconocimiento formando parte ya del catálogo de Por Caridad Producciones. Además parece que el poco espacio mediático que recibía Triquinoise lo fue ocupando progresivamente su escisión, con elogios, merecidos, a los recientemente creados Mil Dolores Pequeños y para cada uno de los pasos que iban dando los mencionados Superelvis.
Así fue el año 1994 y el principio de 1995, con el golpe de efecto que fue anunciar la edición del nuevo disco de Josetxo Ezponda, de nuestras querida Triquinoise Producciones.

Malcolm Scarpa - My Devotion (TQ-019 CD, 1994)
Parece ser que el segundo disco de Malcolm Scarpa, este My Devotion, está entre lo mejorcito de lo que ha grabado a lo largo de su larga carrera. Fue su último disco para Triquinoise, después seguiría editando sus discos en Hall Of Fame. No lo compré en su día, y ahora anda a precios algo prohibitivos.


Malcolm Scarpa - Dinah Flow (TQ-003 S, 1994)
Single de presentación de su segundo disco, que incluía en la cara B una versión alternativa de You Shine On Me. De Dinah Flow, gran canción, hizo una versión a principios de 2015 el grupo Islandia Nunca Quema.


Despiece: Paletilla (TQ-003 EP, 1994)
El primer single de la anunciada serie Despiece, cada uno de los volúmenes llevaría el nombre de una de las partes del despiece cárnico del cerdo. Al final todo se quedó en esta Paletilla que incluía canciones de Corcobado Y Cría Cuervos, 713avo Amor, Malcolm Scarpa y Vírgenes Adolescentes. Las cuatro canciones son conocidas, pero las de Malcolm y Vírgenes aparecen en versiones en directo no incluidas en ningún otro disco.


Tu Puta Madre - Tus Muertos Underground (TQ-020 CD, 1994)
El trío de guitarras Tu Puta Madre solo editó este disco. Yo pensaba que iban a ser algo así como unos 713avo Amor instrumentales. Siempre recordaré que llamé a Triquinoise para pedir por correo el nuevo disco de Vírgenes Adolescentes y antes de colgar le pregunté a mi interlocutor: "¿Mira, que tal es el disco ese que acaban de editar de Tu Puta Madre?". "Es una puta mierda", me contestó. "Vale, pónmelo también en el paquete". Al final se trata de veinticinco canciones ligeramente torcidas con extraños títulos, entre las que se encuentra una deformación del Goodbye Pork Pie Hat de Charles Mingus.
El trío estaba formado por Tatxo Ostiatu, Chancho Fuego e Ignacio Meléndez. Alguno de ellos sé que fue componente de Cerdos. Ignacio Meléndez también se encargó de la producción con la ayuda de Carlos Lugrin. De las mezclas se encargaron Ángel Álvarez y Javier Almendral.
La artwork fue confeccionado por Rubén Scaramuzzino a partir de pinturas y dibujos de I. Menéndez. La fotos que aparecen son de Luis Miguel González.




Virgenes Adolescentes - Soy Un Enfermo Y Nunca Dejaré De Serlo... (TQ-021 CD, 1994)
He leído por ahí que el grupo no quedó muy conforme con el sonido de este, su segundo disco, que al parecer no contó con demasiados medios para su grabación. De hecho fue grabado con un ocho pistas en su local de ensayo. Aun así, esta colección de nueve canciones, con la titular Soy Un Enfermo Y Nunca Dejaré De Serlo Aunque Los Ángeles Vengan A Prometérmelo a la cabeza no deja de ser un disco tremendo y necesario, con la colaboración en algunos textos de Carlos Desastre y Johanna Linder. La segunda de las tres huellas que nos dejó un grupo que nunca dio pasos en falso. Ellos seguían siendo Javier Mª Almendral "Delirio", Germán Sánchez y Paco "Serrucho" Cárdenas. Juan Bullón "Johnny" les echó una mano en los coros.
Javier Mª Almendral también se encargó de la producción, contando con la colaboración del resto de las Vírgenes Adolescentes. La portada, el diseño del disco y la foto central del libreto fueron de Johanna Linder, quien ya se había ocupado de la portada de su primer single, cuando todavía se llamaban Las Vírgenes.




Ebria Danza - Fragilidad Suicida (TQ-004 EP, 1994)
La siguiente grabación de Ebria Danza, y también la ultima fue este EP de cuatro canciones. Volvieron a grabar con Juanma Mas en los estudios Waves, que también se ocupó de la producción con el propio grupo. Seguían siendo Emilio, Javier y Sergio.
La letra de El Dolor De La Luna De Fresa es de Lorena I. Montis.
Una de las cosas mas hermosas que han escuchado mis oídos, me decía alguien el otro día. Suenan algo más apacibles y ordenados que en su anterior disco, pero igualmente intensos.




El Bicho - A Glitter Cobweb (TQ-022 CD, 1995)
Desde 1991 no había disco nuevo de Los Bichos, solo el single A Hell Of A Girl de 1993 había paliado la espera y esperanzado al personal con una nueva entrega. Pero no fue hasta 1995 que se editó el nuevo movimiento de Josetxo Ezponda, esta vez en solitario bajo el nombre de El Bicho. En este caso Josetxo se encargaba de todos los instrumentos en un disco con cierto deje melancólico que merece ser revisado, y que al final resultó ser su testamento musical. El disco incluye una versión de True Fine Mama de Little Richards. Una cita de Alex Chilton cerraba los créditos: "Thank you, friends, I wouldn't be here if it wasn't for you". Sus obsesiones seguían ahí.
De la producción se encargó el propio Josetxo junto con Iain Burgess, que también se ocupó de las mezclas. La foto de la portada es de Eduardo Muñoz y de todo el arte del disco también se encargó Josetxo, con su inconfudible caligrafía.