Esta vez no hemos ido hasta casi los 50 minutos de música en esta nueva lista que, como siempre, esperamos que sirva para que nuestros lectores encuentren algo que les guste y, por supuesto, que les haga compañía en el calor de sus hogares.
Nadie me había avisado de esto, nunca había escuchado nada de este disco y tampoco había leído nada sobre él. Y más me sorprende no haberlo visto en ninguna de esas listas de mejores discos de tal año, o de tal década, o de joyas ocultas, o de cualquier otra cosa. Dos años antes de La Leyenda Del Tiempo, Diego De Morón, con dos discos anteriores publicados bajo el nombre de Dieguito El Del Gastor, se juntó con la gente de Triana y la de Granada para grabar los 8 temas de este gran disco. Cuatro con cada una de las bandas, y el resultado es una maravilla.
02. Epístola A Un Amic (A Propósit De L’ocupació De Valéncia Per Jaume I) de Al Tall y Muluk El Hwa. Extraída de Xarq Al-Andalus (RNE 1985)
03. Cerro Alegre de Imán, Califato Independiente. Extraída de Imán, Califato Independiente (CBS 1978)
04. 11/8 (Manifest De La Follia) de Iceberg. Extraída de Coses Nostres (Bocaccio Records 1976)
05. La Deriva Continental de Doctor Divago. Extraída de Imperio (Bonavena Música 2013)
06. Comunión de Intronautas. Extraída de Nunca Conocí A Los Intronautas (Susurrando 2005)
07. Heaven In The Lab de Iluminados. Extraída de La Casita De Las Bolas (Jabalina Música 1998)
09. Sin Respuesta de Indecent-ez. Extraída de La Historia Se Escribe (Autoeditado 2009)
Como de flamenco no sé nada, igual para los entendidos es una mierda, y de ahí su ausencia en la hemeroteca. Igual son cosas mias, pero este artefacto, en casa, ha caído como una bomba. Lo mejor que he escuchado en bastante tiempo.
Al Tall surgieron en 1975 en Valencia, con la intención de actualizar el folclore regional, al igual que desde otros puntos cardinales del país hicieron Milladoiro, Oskorri, Los Sabandeños o Nuevo Mester De Juglaría por aquellos años. Diez años más tarde salió su octavo disco grande, coincidiendo en el tiempo con el Encuentros de El Lebrijano con la Orquesta Andalusí de Tanger, en el que deciden adapatar obras de poetas valencianos del siglo XI al XIII. Fue esta época la de dominación árabe de las actuales Comunidad Valencia, Murcia, sur de Cataluña y Baleares, territorio que se conoció por aquel entonces como Xarq-Al Andalus.
Para tal empresa cuentan con la colaboración, en la mitad de los temas, de la banda marroquí Muluk El Hwa, que aporta principalmente percusiones y, en un par de ocasiones, algunas voces. Mezcolanza de las tradiciones andalusí y gnawa, sorprende sobre todo el amor que estos poetas sintieron por el territorio valenciano, al que cantan con devoción, y con pena y dolor al tener que abandonarlo. Musicalmente, el resultado me parece bastante irregular, me gustan más cuanto más arriman a los sonidos árabes este material lírico cuya recuperación creo que es más que merecida.
Difícil tarea para alguien como yo que nunca dedicó mucho tiempo a eso del rock progresivo en cualquiera de sus vertientes. Es prácticamente ahora, de viejo, sin apenas referentes, que me he puesto a escuchar más detenidamente lo que hicieron todos esos melenudos, adoradores de las largas canciones y amantes del virtuosismo instrumental, en los setenta del siglo pasado en nuestro territorio.
Imán hacen algo suave, tranquilo, sin grandes estridencias, más etnico… más arábigo, que andaluz, con largos desarrollos instrumentales, paisajístico, con algún momento de exploración espacial, y muy alejado de excesos eléctricos y distorsiones. Ya en los 20 minutos del tema que abre el disco cabe de todo, desde momentos alucinantes a tramos que tienden al aburrimiento. En los otros tres temas del disco las coordenadas musicales se mantienen, aunque incorporan letra y voz en el último de ellos, voz que no deja de recordarme a la de Luis Morera de Taburiente.
Siempre recuerdo el entusiasmo con el que un día me habló Serafín, el hermano mayor de un amigo, de la guitarra de Max Suñé y de los teclados de Josep Mas “Kitflus”, casi el mismo con el que yo lo he hecho de Yosi o Corcobado, por poner dos ejemplos, en diferentes momentos de mi vida. Ese día, hace ya muchísimos años, me dejó, entre otros, el En Directe de Iceberg, grupo en el que militaban ambos músicos. Lo grabé en cinta y no creo que lo oyese más de dos veces.
Este Coses Nostres me parece que es bastante mejor, enrevesado, caótico, jazzístico y psicodélico a partes iguales, absolutamente instrumental. eléctrico y progresivo, casi siempre entretenido, punteos, algún momento para lucimiento de la batería y esas cosas que se llevaban en la época. En las escuchas que le he ido dando estos días me deja con una sonrisa porque en cierta manera toda esta vieja locura también suena hoy bastante entrañable.
Doctor Divago llegan a su décimo disco después de haber dado tumbos por innumerables discográficas y me imagino que también cansados de la indiferencia de otras tantas, con lo que me parece que el primer acierto de este disco es que se hayan decidido a crear la suya propia para editarlo. Bonavena Música nace de la unión de esfuerzos entre estos y Los Radiadores para dar salida a sus trabajos, y la de algún que otro proyecto amigo más.
Respecto al disco, dentro de los altos estándares de calidad a los que nos tiene acostumbrados el grupo, para mí es uno de sus discos más flojo. Sin dejar de ser un disco de Doctor Divago, sus escuchas me transmiten una cierta sensación de desánimo, de que se dejaron llevar por el oficio que atesoran y se acomodaron un poco, quizás porque entre sus diez canciones me falta alguna con el punch que desprenden mis temas favoritos de su repertorio, en favor de medios tiempos que, aunque prometen, para mi, no acaban de cuajar en canciones redondas.
Recopilatorio de Intronautas, después de 7 años de su último disco publicado, en el que se revisa toda su trayectoria. Desde su maqueta de 1993 hasta su último disco de 1998, el recorrido lo conforman 22 canciones ordenadas cronológicamente en este cd, que picotean de sus 4 álbumes oficiales, juraría que su primer mini lp aparece al completo, y de diversos recopilatorios en los que participaron.
La banda de los hermanos Canut siempre hizo alarde de su amor por los Ramones, y a esta pasión añadió un poquito de su cosecha propia, algún ribete eléctronico, unas guitarras saturadas de más y a la hora de versionar, un decantamiento por referentes cercanos. Aquí está todo eso en una edición que no aporta ningún dato, ni nuevo ni ya conocido, sobre la banda y sus grabaciones, ni tampoco nada muy estimulante, para los que ya tienen sus discos, que justifique su compra, aparte del bonito arte que lo envuelve.
Nunca le hice mucho caso a Iluminados a pesar de su importancia en la explosión del indie nacional de principios de los noventa. Solo he comprado sus discos cuando los he encontrando a precio de saldo en algún sitio. Y siempre me supieron mejor sus apariciones en algún recopilatorio que sus discos completos.
Este La Casita De Las Bolas es de reciente adquisición y como de Afrodita B no guardo ningún recuerdo y de Selene 500 solo me acuerdo de que no me gustó mucho, puedo decir que este me parece su mejor trabajo entre los tres mencionados. Es un disco corto, apenas cuatro temas más una intro y una despedida. Disco de transición, se recupera una canción de su primer disco y otra de las aquí presentes volverá a aparecer en su siguiente trabajo. Me quedo con la adaptación libre de Bringing Up Baby de Talulah Gosh, que ellos titularon Heaven In The Lab y cantaron en español, y que creo que es la mejor que describe su sonido.
08. Slow de Dom. Extraída de Mercado Negro (Ruin Records 2011)
Domingo Alemán es un nombre fundamental en el devenir musical de estas islas desde mediados de los noventa. Al frente de Soviet Love y llevando las riendas de Ruin Records durante 20 años, su aportación a todo el entramado musical del archipiélago y su generosidad deberían ser mucho más reconocidas de lo que a mi juicio lo son. Empezó en el indie, pero no dudó en abrir su sello a la electrónicay al hip hop, y a proyectos tan personales como Gaf.
Compaginó el final de Soviet Love con su proyecto más personal Ruin Man, más tarde escogió el nombre de Dom para darle a la electrónica abstracta, alias que actualmente simultanea con su trabajo en Sunday German Flowers.
Para este disco Dom crea las bases e invita a varios mc’s para que improvisen sobre ellas. La lista la conforman Carmelo Rap, Alma Sin Dueño, Impregno x Jaia, Arkano El Liricida y el propio Dom, y si de un combate se trata, entre tanto “aquí estoy yo, que amo el hip hop, con mi flow que fluye” se impone por K.O. el propio Dom yendo bastante más lejos con sus letras.
No me acuerdo quien metió de regalo este cd con algún pedido que hice, pero al escucharlo si entiendo que me lo hayan regalado. Esto es punk rock de toda la vida, de ese que a todos nos gustaba hace 20 o 30 años cuando mezclábamos Barricada, Guerrilla Urbana y La Polla Records de después de su primer disco en directo. Punk rock de ese que hace el grupo de algún colega o conocido que todos tenemos por ahí, punk rock de ese que suena en algún local de todos los pueblos de nuestra geografía, punk rock que no deja con cabeza a ninguno de los títeres de siempre en sus letras, iglesia, militares, jueces, políticos…
Punk rock del que todos los colegas compramos el cd de la primera maqueta para echar una manita, pero como siguen tocando en los mismos sitios de siempre y la cosa no parece que dé para hacerse famosos, en la segunda maqueta ya muchos no nos rascamos el bolsillo… y… ¿qué hacemos con todos esos cd’s?, se pregunta el grupo… los iremos moviendo…
Tanta honestidad, empuje y ganas como falta de originalidad… y las pocas ganas que a uno le quedan a esta altura de su vida para salirse de los clásicos cuando le apetece una dosis de este punk rock. Aún así, con todo en contra, amantes del género, si pueden, échenle una escucha.
Parece ser que el año cero en el hip hoy hecho en Gran Canaria lo marca el disco Bajo Presión de La Resistencia, editado en 2001 a través del sello de la isla FocoDe. Lo anterior es prehistoria, maquetas, calle, grabaciones caseras y parques.
Al igual que otras formaciones, La Resistencia la forman un tropel de mc’s que a la larga comienzan a transitar su propia senda. Cuatro de ellos forman Illmatic, editando dos trabajos bajo este nombre. Este es el primero de ellos, siete temas en el que dicen querer recuperar las sensaciones de la época dorada del hip hop, y yo, que no sé nada de esa época dorada, ni nunca he escuchado a Nas ni su disco del que esta gente toma su nombre, no puedo entrar a valorar si lo consiguen o no. Para mi, un trabajo correcto sin más.