jueves, 23 de febrero de 2023

Las canciones del 15 al 23 de noviembre


Nuevas canciones de diez discos que se han dejado oir bastante bien. No puedo ponerles muhcas pegas a ninguno, quizás el más flojo sea el del Dúo Dinámico, aunque tiene quizás la mejor canción que les he escuchado. Los Suaves igual se pasaron un poco con Maldita Sea Mi Suerte. Discos cortos como los de Los Brujos, La Buena Vida, Garzón y Los Cracks y Ceremonia entran bien, mejor los de los dos últimos nombres que los de los dos primeros, y el de Garzón lo dejo ahí en medio. Y Lagartija Nick, Lorenzo Croissier y Gualberto hacen un buen tandem. Juraría que la combinación de estos diez discos ha dado la lista de canciones que más me gusta de todas las que hemos venido publicando. Ya saben, comprobar que no los estoy engañando es fácil, solo hay que darle al play.


01. Mirando Atrás de La Buena Vida. Extraída de Harmónica (Siesta 2002)
Mi amor por La Buena Vida llegó a la cima con Soidemersol, antes era una promesa, una esperanza. Sus dos primeros discos tenían buenas canciones, siempre me ha encantado La Historia Del Señor Sömmer, pero no eran la panacea pop que yo esperaba. Había indicios de que podían llegar a lograrlo pero faltaba algo. Igual había que abandonar esa ligera sensación de amateurismo no premeditado que acompañó a sus dos primeros discos. Ellos lo hicieron, y después de tres años de trabajo y de espera llegó Soidemersol, que recuerdo que encontré en Alcampo, ¿quién me lo iba a decir?, un día que mi madre me mandó a comprar algo para la casa.
Hace mucho que no lo pongo, pero solo mirarlo me recuerda las sensaciones de alegría y estupor que me ocasionaban sus escuchas aquellos años. Cualquier día me atrevo a ponerlo a ver qué pasa.
De los discos que vinieron después todavía me falta Panorama y los otros llegaron a casa en momentos de acumulamiento compulsivo de música y por tanto nunca les he dedicado mucho tiempo, así que no puedo decirles con mucho fundamento qué me parece la evolución posterior del grupo. Es cierto que después de Soidemersol se produjo el abandono de Borja Sánchez, uno de los fundadores del sexteto, que posteriormente recala en Ama.
Las siete canciones de este Harmonía, que llegó a casa hará un año, fueron grabadas en las mismas sesiones de su disco anterior Hallelujah!, por lo que podemos considerarlo como su hermano menor. incluso dos de ellas salieron como extras en la edición del single Qué Nos Va A Pasar, tema estrella de Hallelujah! Estamos entonces ante un grupo en racha compositiva que nos ofrece en un mini Lp los descartes de su grabación anterior, lo que puede ser bueno o malo ¿no?, incertidumbre antes de la escucha.
Y no empieza bien la cosa, con un tema instrumental y luego otro donde riman risa con sonrisa. Pero luego la cosa va hacia arriba, con al menos dos canciones memorables y otras tres que aguantan bien el tipo. Las voces de Irantzu y Mikel, junto con cuerdas y un piano que son ya elementos habituales en las grabaciones del grupo, consiguen que sus historias de tintes melancólicos suenen bonitas y al escucharlas uno tiene la sensación de que era necesario que estas canciones no se quedasen en el limbo de las grabaciones inéditas. El equipo de trabajo es de lujo, con José Luis Lanzagorta a las teclas, ya como miembro fijo del grupo sustituyendo a Borja, producción de Iñaki De Lucas y arreglos de Joserra Senperena, tres nombres que no dejaban de repetirse en el especial que hace unos meses le dedicabamos en este blog al gran Rafael Berrio, y por algo sería. Así que podríamos considerar que otro mérito más del grupo fue el de saber elegir bien las compañías.

02. ¡Oh… No! de Dúo Dinámico. Extraída de Exodus / Surrender / ¡Oh... No! / Recuerda (La Voz De Su Amo 1961)
Octavo Ep del Dúo Dinámico y segundo de los que editaron en 1961. La maquinaria a pleno rendimiento, es increíble el número de revistas que se pueden ver en Todocoleccion a la venta en las que aparecen en portada. Parece que en aquellos años también protagonizaron algún cómic.
Musicalmente repiten jugada, y si en un disco anterior habían adaptado el oscarizado tema central de la película El Álamo, esta vez abren el Ep con el de la película Éxodo de Otto Preminger, que también obtuvo su correspondiente estatuilla. Doscientos minutos de metraje protagonizados por Paul Newman con guión basado en la novela de Leon Uris del mismo título. Este libro andaba por casa por lo que me imagino que habrá sido un súper ventas de su época. Mi padre no era muy alternativo que digamos.
Le sigue una versión del clásico italiano Torna A Surriento, más en la línea de la interpretación de Mario Lanza en la película Dos Pasiones Y Un Amor que en la de la versión que Elvis Presley publicó en 1961 con el título de Surrender. Es decir, más lírica y mediterránea que rocanrolera.
Por la otro cara dos composiciones propias, ¡Oh… No!, divertida, alegre, bien arropada por los vientos, es mi favorita del disco. Cierran con Recuerda, balada pop de coros femeninos bastante inofensiva.

03. Juegos Olímpicos de Garzón. Extraída de Esta Es La Demo De Garzón (Yoyó industrias / Grabaciones En El Mar 2004)
La explosión de entusiasmo de principios de lo ochenta se fue diluyendo lentamente, fueron tantos los grupos que se profesionalizaron, me imagino que impulsados por las contrataciones de los ayuntamientos que pagaban caches desorbitados, que desde que esto se acabó, antes del final de la década, muchos tuvieron que sobrevivir a base de discos mediocres, directos, recopilatorios, acústicos, duetos e incluso como reclamos de un crucero.
El fulgor del indie noventero fue otra cosa, realmente nunca llegó al gran público, nunca hubo mucho dinero en el asunto, y se disolvió con la rapidez de una pastilla efervescente. Hasta el día de hoy creo que, de todo aquello, solo se han mantenido los nombres de Los Planetas y Sr. Chinarro. Otros mutaron, empezaron nuevos proyectos, algunos interesantes, pero no sé por qué, a mi me empezó a aburrir todo aquello un poco, y la llegada del nuevo siglo me cogió igual de apático, sin apenas comprar discos ni interesarme por casi nada.
El cambio se produjo, me parece a mí ahora que sobre 2004 o 2005, cuando empezaron a saltar a la palestra nombres como Ginferno, Veracruz, Tarántula, The Cheese, Omega Cuatro, Bananas, Margarita, Humbert Humbert, Lineas Albies o Ensaladilla Rusa, sangre nueva y excitante, a la par que surgían nuevos sellos como Yoyó Industrias, Producciones Doradas, Gssh Gssh!, Ozonokids, este en verdad es anterior pero yo no me enteré de que existía hasta aquellos años, o Holy Cobra Society que aparentemente actuaban con la misma alegría y despreocupación que Alehop!
Una de esas bandas que apareció aquellos años fue Garzón, formada por el periodista Roberto Herreros, Malela Durán, que había estado en las primera etapa de Nosoträsh, y Pepo Márquez, que lo compaginaba con The Secret Society.
Con posicionamiento político y mucha ironía, el nombre del grupo y su web que operaba en el dominio superjuez.com ya nos pueden dar una idea de por donde iban los tiros, practicaban un pop acelerado a varias voces, altamente nutritivo, con canciones que tanto podían leerse en clave sentimental como de confrontación política, quizás signo de que cada vez más el plató de Sálvame y el circo político compartían las mismas maneras.
A el juez Baltazar no le hizo mucha gracia que usasen su apellido y amenzó con demandarles justo unos días antes que debutasen en el festival de Benicasim, con lo que a ellos no les quedó más remedio que anunciar en su pleno concierto que cambiaban su nombre por el de Grande-Marlaska.

04. Me Quedo Donde No Estés Tú de Los Brujos. Extraída de Indirecto (Rock Indiana 2000)
Miguel Ángel Villanueva, otro hombre que lleva en esto de la música desde principios de los ochenta, pero siempre un poco al margen de los grandes acontecimientos que han ido marcando la industria y las modas. Operando desde Castellón con Los Auténticos desde 1979, participaron en el recopilatorio Ideas, de 1981, con el que el sello catalán Edigsa quería posicionarse en eso de la nueva ola. La cosa se quedó en nada, ningún grupo de los allí presente prosperó mucho. Aunque en el caso de Los Auténticos, su canción La Estrella llegó a nuestros días como una de esas joyas ocultas que reivindican los rebuscadores de nuevos hits de aquellos tiempos, recientemente se ha rescatado toda su obra al grito de que por fin se hacía justicia.
El grupo cambió su nombre a mediados de los ochenta por el de Los Plomos, a la vez que Miguel Ángel creaba su propio sello discográfico, Discos Medicinales, en el que da salida a unos cuantos discos que no parecían encajar en lo que dictaban los gustos mayoritarios del momento. Ninguno fue un superventas, pero, otra vez, a día de hoy, a algunos de ellos les ha llegado el reconocimiento tardío, y es que por ahí están el debut de Atúd Vacante, el único disco de los punkis valencianos Cómplices, el single de King Crueles, y el segundo disco de Julio Bustamante.
Llegados los noventa, Miguel Ángel funda Los Brujos, banda en la que él es el único miembro fijo, y debutan con un mini lp de cinco temas instrumentales, aunque lo primero que escuché yo de ellos fue el single Búrbujas Sónicas que editó Munster en 1994. La verdad es que no me hizo especial ilusión y no le hice mucho caso a lo que iban editando, siempre con ese runrún de... otro trabajo de Los Brujos, con el gran Miguel Ángel Villanueva al frente, uno de los grandes compositores pop de nuestra tierra y uno de los secretos mejor guardados del panorama bla, bla, bla, bla...
Bueno, me tocó cambiar de parecer con el disco que editó a su nombre en 2004, Ningún Cielo, ese sí que es un discazo de pop brutal, y a partir de ahí, sí que me he interesado más por su obra anterior, pero solo la compro cuando la veo bien de precio, como fue el caso de este Indirecto. Disco con cinco versiones, tres nacionales, En El Hospital de los Pegamoides, Monotonía de los granadinos Los Ángeles, antes de que J y Antonio Arias impulsaran su disco de homenaje, y Don Narciso, que compuso Rodrigo García e interperetó Karina, y que aquí parece cantada por los mismísimos Cánovas, Rodrigo, Adolfo Y Guzmán. En el apartado internacional, con textos adaptados al español, tenemos God Only Knows de The Beach Boys, y I Only Want To Be With You que interpretó Dusty Springfield, a la que Santi Campos le aplica un gracioso giro a la letra para convertirla en todo lo contrario. Breve y bastante entretenido, supuso el último disco de Los Brujos. Veremos si el destino se luce y me va haciendo topar con el resto de su obra.

05. Licantropunk de Los Cracks. Extraída de Los Cracks (Autoeditado 2021)
Tensö presentaron su primera grabación en el Vórtice Café de La Laguna, local situado no muy lejo de donde vive mi madre. En sus redes anunciaban que dejarían, si les sobraba, algo de merchandising en el lugar para que lo pudiese adquirir quien pasase por allí. Aunque yo ya había reservado mi copia del debut de Tensö, en una de mis visitas a la matriarca de la familia, decidí hacer un alto en el camino y pasar por allí a ver qué había a la venta de las bandas que pueblan el inframundo de la isla, ya que debido a mi caracter ermitaño y a la escasa difusión en los medios con la que tienen que lidiar las bandas locales, siempre ando un poco desconectado de lo que por aquí se cuece.
En las repisas del local andaban el último disco de Guerrilla Urbana, algunas grabaciones de cantautores y no recuerdo qué más, pero entre todo destacaba poderosamente el cd de Los Cracks. Con un hombre lobo en la portada y títulos como La Fiesta De Los Surferos Muertos aquello olía a psychobilly por todos los costados. No dudé en adoptarlo y llevármelo a casa, además iba de regalo una chapa.
No hay mucha información del grupo por ahí, y yo en mi vida había escuchado su nombre, aunque ellos llevan el en ajo más de siete años. Formados por Eva al bajo y la voz, que también milita en Grupo Sorpresa, Alberto a la batería, que formó parte de Pensión Ruido y Gran Banda Mandinga, y Tomi y Chisus a las guitarras y coros.
Este es su primer disco, siete canciones en diecisiete minutos, sin ningún rastro de psychobilly, ni tupés en crecimiento ni contrabajo personalizado. Lo que si hay es gusto por la serie Z, amor por los monstruos, garage punk frenetico, rockandroll vigorizante. Una de las mayores y más agradable y fresca sorpresa que me he echado a las orejas ultimamente, sin duda deberían ser la representación de las islas en el próximo Funtastic Drácula Carnival, por favor que alguien le haga llegar este cd a Paloma Borbone, dejarían el pabellón bien alto. Deseando estoy que anuncien algún concierto para este 2023, para salir de mi cueva y dejarme pasar por su Turmix.
Por último destacar que todo el arte que rodea el disco, obra de Eva, está a la altura de las circunstancias, es una preciosidad, como decimos aquí, está guapísimo. Si yo tuviera un grupo, y ese grupo fuese a sacar un disco, ahora mismo tendría claro a quien se lo encargaría el diseño.

06. Corazón De La Tribu de Lorenzo Croissier. Extraída de Ojos Que Oyen, Corazón Que Suena... (Los '80 Pasan Factura 2021)
Otra muesca más que puede hacer Los ‘80 Pasan Factura en su registro de ediciones condenadas a pasar absolutamente desapercibidas y ocasionarles leves pérdidas. Cierto es que siempre tienen algún as en la manga, alguna edición ganadora, y me imagino que la cosa va compensando.
Recuerdo preguntarle a su responsable por qué se empeñaba en editar nuevas grabaciones de músicos que llevan media vida en esto, si lo que manda ahora es recuperar las antiguas grabaciones de los ochenta, por desconocidas, desapercibidas que hayan pasado e ignoradas que hayan sido en su día, muchas veces con razón, a lo que me contestó que por respeto, porque por mucho que le gusten aquellas grabaciones, aún es más fan de aquellos creadores, que a día de hoy siguen trabajando y queriendo mostrar su trabajo, el que hacen ahora, y que sería doblemente injusto volverlos a ignorar en favor de un pasado que tiene su valor arqueológico, pero que no representa sus inquietudes actuales. Algo así creo recordar que fue la respuesta.
Con esta determinación, el sello ha ido poniendo en circulación grabaciones recientes de gente como Superbibliam (ex-Moral Femenina), Edui Bercedo (ex-Familia Real, ex-La Donna Inmovile, ex-Venus En Surf), Carlos Catana (ex-Facies), Pedro Guijarro (ex-Moral Femenina, ex-Afán De Lucro, ex-Diplomáticos) o Lorenzo Croisser (ex-Los Signos De La Lluvia, ex-La Sombra De Los Caídos), tipos, todos ellos, que fueron determinantes en la evolución de la música hecha en estas islas desde aquellos lejanos ochenta.
Y aquí estoy yo, escuchando las cinco canciones que Lorenzo ha decidido agrupar bajo este título tan desafortunado de Ojos Que Oyen, Corazón Que Suena..., grabadas en 2005 en su propia casa, y que se anunciaban como cinco piezas instrumentales de sugerentes títulos, lo que me hizo a mí pensar en guitarras y sintetizadores cercanos al ambient-drone tipo Balago o en la electrónica cósmica que practicaban We Are The Hunters, cosas interesantes, pero a la larga, un poco planas, válidas para estar echado en la cama o dejar de fondo mientras tu atención se dispersa en otras mil cosas. Pero no, lo que nos propone Croissier es algo más entretenido, igual más cercano a lo que hicieron los primeros Neuronium o Santi Picó en su disco Miskatronic II. Paisajes envolventes y psicodelicos a base, creo que, de sintetizadores, efectos, cajas de ritmos y guitarras que se hacen notar, que tienen ese toque que nos recuerda que su creador también fue uno de los pioneros en enfrascarse con esa electrónica de nebulosas y ciborgs que busca nuevos mundos mentales en este país. Y si no lo creen, esperen a que se rescaten sus antiguas grabaciones y lo verán, por ahí se puede catar Trapecios, tema a su nombre que apareció en una de las míticas recopilaciones del fanzine Orín Desteñido.
Solo me resta apuntar que Lorenzo también ha estado ligado a la creación literaria desde muy temprano, editando obras como El Ático De Los Mares (Cuadernos Insulares De Poesía 1981), Por La Montaña Que No Cede El Paso A Las Nubes Bajas (La Calle De La Costa 1987) o De Barrancos Y Conjuros (El Baile Del Sol 2000).

07. Héroes de Ceremonia. Extraída de El Sótano (Citra 1983)
La modernidad llegó a Valencia en 1979 con La Banda De Gaal, grupo del que parece que círculó en su día alguna maqueta y una grabación en directo, pero que nadie ha querido o podido rescatar oficialmente a día de hoy. Si a los de sus componentes unimos los nombres de Adolfo Barberá y José Payá, que venían de los hard rockeros Doble Zero, y el de los miembros de Albatros, que a la vez que cambiaron a Crosby, Still, Nash & Young, Eagles y cosas así por The Police y Ultravox, mutaron en Vídeo, obtenemos una visión más o menos general de cómo fue la irrupción en la capital levantina de la new wave, el tecno-pop, los nuevos románticos y esos sonidos que triunfaron entre la juventud a principios de los ochenta con la explosión de la movida. Aunque en su versión más subterránea no debemos olvidar tampoco a Miguel F. Jim, Francisco José Galán y Lino Oviano con su sello-colectivo División Avanzada Independiente.
Entre unos y otros crearon o participaron en proyectos como Fanzine, Tomates Electricos, Última Emoción, Ceremonia, Glamour, Europa!, Vídeo, Armas Blancas, Comité Cisne y Gabotti.
Y del primer trabajo de Ceremonia es del que hemos venido a hablar hoy. Parece que Adolfo Barberá, José Godofredo, Remy Carreres, pronto sustituido por Javier Morant, y José Payá comenzaron a funcionar como Ceremonia en 1982, aunque no debutaron en directo hasta 1983, poco antes de la edición de este magnífico maxi de tres canciones que los situaba como máximos representantes de los sonidos oscuros y siniestros de la ciudad. Disco sin desperdicio, sin duda merece un puesto de honor entre las grabaciones pioneras del after punk hechas en este país.
Poco después de la edición, Barberá se incorporó a Los Seres Vacíos de Ana Curra compaginando ambas bandas. Esto ralentizó la actividad de los valencianos, que no volvieron a publicar otro trabajo a su nombre hasta pasados tres años.

08. Domingo De Ramos de Lagartija Nick. Extraída de Lo Imprevisto (Lagartija Records 2004)
Aunque en un principio no fuese santo de mi devoción, tengo que decir que J se ha ido ganando poco a poco mi más absoluto respeto. Pocas veces me han entusiasmado los discos de Los Planetas, por más que lo intentase incluso, pero sus movimientos desde principios de siglo me han ido convenciendo de que estamos ante un tipo generoso que ha sabido aprovechar su visibilidad mediática para ajustar cuentas con el olvido e indiferencia que sufrían algunos de sus colegas. Desde su sello El Ejército Rojo editó el último disco de los ignoradísimos Beef y el debut de su lider como La Estrella De David, también acogió al Sr. Chinarro en sus horas más bajas de popularidad para sacar el maravilloso El fuego Amigo. Por otro lado orquesta junto a Antonio Arias un homenaje a Los Ángeles, grupo de pop granadino que desarrolló su actividad durante más de una década desde mediados de los sesenta, y para la ocasión cuenta con bastantes músicos de la ciudad, incluyedo a Miguel Rios. Más de un indie habrá pensado que se había vuelto loco.
Y ustedes se preguntarán a que viene todo esto, pues a que después de la edición de Ulterior, Lagartija Nick era un grupo sin suerte y acusado de estar en una deriva errática que no auguraba nada bueno, y también sin discográfica y otra vez sin guitarrista, ya que M.A.R. Pareja volvía a dejar la banda. Pero los de Antonio Arias no están vencidos, ni solos. El Refugio Antiaéreo, estudio de grabación propiedad de Los Planetas, les abre sus puertas y entran a registrar un nuevo disco. J y Florent meten guitarras en unos cuatos temas, y Eric decide que es hora de volver a ser el batería titular de los Lagartija, además se traen a Fino Oyonarte para la producción, que ya había hecho lo propio con el primer disco de Los Planetas. Jesús Requena entra como nuevo miembro de la banda, que queda conformada como cuarteto con Antonio Arias y Lorena Enjuto como únicos integrantes que sobreviven de la formación anterior.
El resultado es el deseado, Lo Imprevisto es saludado como un nuevo resurgimiento de la banda, y como la continuación perfecta de sus mejores álbumes de los noventa, echando tierra sobre su acercamiento al metal de sus tres últimos discos. Pero en realidad no es así, es cierto que Lo Imprevisto tiene algún tema que podría encajar en Inercia o Su, que a las primeras escuchas fueron mis favoritos, pero lo mejor para disfrutar de este disco es asumir que estos Lagartija Nick no quieren volver a ser los Lagartija Nick del principio. Son otros, que demustran que aunque sigan habitando en ese mundo de sonoridades propias donde futuro, ciencia y ficción se dan la mano, se manejan bien por terrenos algo más calmos. Por decirlo de alguna forma, en este disco son más Blade Runner y menos Aliens: El Regreso.

09. Parece Que Aún Fue Ayer de Los Suaves. Extraída de Maldita Sea Mi Suerte (Edigal 1991)
Los Suaves cerraban la década de los ochenta con su primer registro en directo, el doble Suave Es La Noche, que creo que nunca he escuchado, aunque tendría que revisar mis viejas cintas grabadas para asegurarme que no estoy mintiendo. Pero bueno, si lo he escuchado, queda claro que no dejó ninguna huella en mi educación musical. Y comenzaban la decada de los noventa de la misma forma, con otro disco doble, este Maldita Sea Mi Suerte, que sí recuerdo de aquellos días. Para este disco se incorpora como guitarrista oficial del grupo Alberto Cereijo tras el abandono de Hermes Alogo, y queda ya constituida la formación clásica de los noventa, que completan Gelo, Yosi, Charly y Montxo.
El disco es excesivo por definición, una locura, que ellos consiguen llevar a buen puerto a duras penas. Por un lado, lo que más me gusta del disco es la intención en sí y la osadía de haberlo grabado. Todas las canciones son largas, la tónica general es que ronden los cinco minutos, aunque las dos primeras suman juntas dieciocho y se llevan toda la cara A del primer disco. Pero la palma se la llevan los diecinueve minutos de La Noche Se Muere, en la que hasta trece guitarristas se van relevando en un festival de las seis cuerdas que solo tiene parangon en la reunión que propició su querido Phil Lynott en la última gira de Thin Lizzy, en la que se reunieron los ocho guitarristas que habían pasado por la banda.
Luego me fallan algunas canciones, y les he cogido hasta manía, no me gustan ni Pardao, ni Pobre Sara, ni Dame Rock And Roll, no está muy inspirado Yosi en las letras de estas tres y en algún momento hasta me recuerda a Joaquín Sabina. También, según me coja el cuerpo, a vecés pienso que estuvo de más colar las versiones acústicas de Tiempo Perdido y Parece Que Aún Fue Ayer.
Por lo demás todo perfecto, recortando les hubiese quedado un disco estupendo, pero igual no serían Los Suaves sin darse a los excesos del rock and roll, y el heavy, cuando tienen la oportunidad.

10. Tarantos (Para Jimi Hendrix) de Gualberto. Extraída de A La Vida, Al Dolor (Movieplay 1975)
Dos Años Del Sonido Chapa fue un recopilatorio editado en 1980 para celebrar el segundo aniversario del sello Chapa. Todavia no habían editado ni a Barón Rojo ni a Obús, y lo que aparecía en este doble álbum eran en su mayoría grupos que ilustraban la transición del rock progresivo al heavy, Asfalto, Leño, Ñu, Crack, Bloque, Topo… también algo de lo que podría llamarse protopunk, Cucharada, Red Box El Rojo, Paracelso, Tarántula, Kaka De Luxe, y una canción muy rara, más que nada por lo difícil que resultaba encajarla entre todo lo que se oía, de título El Garrotín y que era de un grupo que se llamaba Smash. A mi el disco me lo prestó un amigo del instituto, que era de su hermano mayor.
Bastantes años más tarde, por algún lado leí que Smash eran un grupo absolutamente de culto, referencia ineludible del rock progresivo de este país y pioneros en fusionarlo con el flamenco, por lo que no falta quien los considera los abuelos de aquello que se llamó rock andaluz, y es que nadie quiere negarle la paternidad a Triana.
De Smash me compré un día un doble cd con todas sus grabaciones, de esos que edita Rama-Lama, que siempre me producen un poco de rechazo, a pesar de que son ideales para poder tener según qué canciones a precios asequibles. Así pude comprobar que en sus dos primeros discos no había rastro de fusión rock progresivo-flamenco salvo en Behind The Stars, compuesta por Gualberto, en la que aparecían los quejios de Juan Peña El Lebrijano, y que fue después, con la incorporación al grupo del guitarrista flamenco Manuel Molina y la edición del single El Garrotín / Tangos De Ketama cuando el grupo se decanta descaradamente por esta vía. Corría el año de 1971 y Gualberto no está satisfecho con la deriva del grupo y decide irse una temporada a Estados Unidos, donde conoce a su mujer.
Entre sus idas y venidas graba en 1972 un disco en Barcelona que no llegó a ver la luz hasta 1978, por lo que este A La Vida / Al Dolor, títulos de las dos caras del vinilo, que grabó en 1975, supuso "de facto" su primer disco largo. Aunque rock y flamenco se entretejen casi a lo largo de todo el disco, en la cara A se impone un ambiente más folk y acústico, más americano, si se quiere ver así, mientras que en la B tienen mas peso la presencia de elementos andaluces, entre ellos la voz de Morente, y las guitarras eléctricas. Yo prefiero la segunda, en un disco que hay que escuchar varias veces para irlo disfrutando, y que como casi todo lo que voy escuchando asociado de alguna manera al rock pregresivo tiene momentos maravillos... y otros que no dejan de chirriarme, aunque en este son mayoría los primeros.
Ahora pensando, igual cada cara hace alusión a la situación de cada uno de los dos lugares en qué compartía su vida, estamos hablando de 1975, por un lado los Estados Unidos y por otro España. Además la última canción de cada cara parece que encajaría mejor en la otra, lo que le da al disco una impresión de círculo, de ida y vuelta, de que ambas cosas son necesarias en su devenir vital.

jueves, 9 de febrero de 2023

Las canciones del 31 de octubre al 15 de noviembre

Nuevas canciones y muchos recuerdos, de mis 14 años con Los Suaves, de mi paso por Valencia y el apogeo del indie con Furious Planet y Lord Sickness, y de la única vez que vi a Fuckin' Family Faces en el Ruta 66 allá por el 95 o 96. También me he enfrentado por primera vez, y he perdido, con el megalítico Ciclos, y sigo escuchando el montoncito de singles que pillé del Dúo Dinámico, que en el 61 todavía mantenían el tipo. Link fue un intento de descubrir algo que molase, pero ya sabemos que el arriesgarse no siempre es sinónimo de ganar.
Los Flechazos, haciendo pop como nadie desde su debut, Lisabö haciendo también de ellos mismos como nadie, y Césped De Verdad perpetuando a su manera la patafisica levantina, ocuparían mi hipotético podio entre las escuchas de estos días. Pero ya saben, denle al play y saquen sus propias concluisones.


01. El Termini de Césped De Verdad. Extraída de Césped De Verdad (Repetidor 2015)
Según mi teoría Valencia ha venido sufriendo una doble discriminación desde hace muchísimos años. Doble, porque por un lado, siendo la tercera ciudad más poblada de este país, siempre ha quedado fuera de esa estúpida disputa que pone el foco en la dualidad Madrid-Barcelona como centros de poder en todos los aspectos que uno se pueda imaginar. Y por otro lado, y ya a nivel musical, creo que desde esos dos mismos focos se ha venido ignorando sistemáticamente lo que acontece en la capital del Turia, mientras que no han tenido reparos en señalar, apoyar e incluso inventar focos de supuesta excelencia creativa, aunque solo hayan coincidido tres o cuatro bandas más o menos interesantes en el mismo espacio-tiempo, como pueden haber sido Vigo, Donosti, Xixón, Getxo e incluso Albacete. Y creo que esto último sucede porque desde Madrid y Barcelona se sabe que la única amenaza real a su condición de epicentros culturales de este país es Valencia, lo demás no inquieta y da para rellenar algunas páginas y poner alguna nota de color, pero Valencia sí ha sido siempre una potencia, así que mejor no darle mucho pábulo a lo que acontece por allí, por si acaso se suban a las barbas. Podría extenderme en esta teoría, poner ejemplos como los pocos discos de punk que consiguieron ver la luz desde Levante en los ochenta, o lo poco valorada que está la etapa inical de Carmina Burana, muy superior y con mucha más enjundia en los textos que lo que nos propuso Parálisis Permamente...
Tampoco es cuestion ahora de repasar todo lo que ha salido desde allí, así que vamos a empezar por la irrupción en escena, allá por el 2000, de los hermanos Junquera con la edición del único disco de Balano, aunque quizás deberíamos comenzar mencionando a Felpudo Tos como nexo de unión de dos generaciones, la cosa es que poco después aparecería Jose Guerrero con Zener y su sello Discos Buen Pony, también Johnny Contencioso, y a partir de ahí un sin fin de grupos y proyectos de máximo interés que ha continuado hasta nuestros días. Pero lo que estuvimos escuchando en casa estos días fue el primer disco de Césped De Verdad. Formados en algún momento entre 2012 y 2013, el dúo compuesto por Alberto Serrano y Blanca Pomet editó en 2015 su primer disco largo después de publicar algunas canciones en su bandcamp. Encontramos en él un compendio de pop, punk, rock, sentido del humor, energía hardcore, canciones gritadas, personalidad y absurdo con sustrato construído a base de guitarra, batería, voces y un Korg de la serie Kaosscilator. El nombre del aparato le viene como anillo al dedo a la propuesta del grupo, sin duda no podían haber elegido otro sinte mejor.
Césped De Verdad, The Act Of Noising.

02. Amuz Inguratuta de Lisabö. Extraída de Eta Edertasunaren Lorratzetan Biluztu Ginen (bIDEhUTS 2018)
Lisabö siempre han cuidado al máximo el envoltorio de sus discos, no solo desde el punto de vista gráfico, sino también desde el de los materiales con los que los fabrican, o al menos siempre me ha dado esa impresión. Así que en el proceso de sacarlos de la caja y ponerlo a sonar uno se entretiene algo más en los detalles, en las sensaciones que le transmiten lo que ve y lo que toca, y no tiene prisa por darle al play. Con este Eta Edertasunaren Lorratzetan Biluztu Ginen, su último disco hasta la fecha, también me ocurrió, y al abrir el librito con las letras de las canciones me encontré, en la primera página, con el título del disco y un único nombre, Martxel Mariskal.
Mariskal ha venido haciéndose cargo de casi todas las letras del grupo desde 2001, con lo que no es una novedad que su nombre aparezca en los créditos de sus discos, pero tal y como viene presentado en esta ocasión, mi primera impresión es que nos encontrábamos ante un relato de Mariskal al que el resto de la banda había puesto música.
Pero la realidad no es esta, el mismo Mariskal declaraba en una entrevista que siempre trabaja de la misma forma con el grupo, creando las letras a partir de la escucha de la música y de lo que esta le transmite. Sea como sea, el resultado final es que música y letras de retroalimentan creando esa sensación de angustia y desgaste, de soledad ante el abismo y la catástrofe que nosotros mismos propiciamos con nuestro estúpido comportamiento, tan propia del grupo.
Si su anterior Animalia Lotsatuen Putzua se alzaba como mi favorito del grupo, porque me pareció más centrado en las canciones que en el conjunto del disco, aquí vuelven a darme la sensación de que hacen primar el todo sobre cada una de las partes. La entrada del disco con Errautsaren Bezpera, tema de apenas un minuto, que puede funcionar como un prólogo, que no haya silencio entre las otras seis pistas que completan el disco y que el título del mismo se haya tomado de la última frase de la canción que lo cierra, me refuerzan la sensación de que estamos ante un artefacto con hilo narrativo y bien meditado.
Sea como fuere, uno no puede poner ninguna pega ante la demostración de fuerza y lo avasallador del sonido que cimenta su quinto trabajo, que como el anterior fue editado en diciembre y sin avisar, cuando ya casi toda la prensa había cerrado las listas de lo mejor del año. Aún así no se libraron y volvieron a aparecer en lo más alto de casi todas las que se publican en este país, y si a alguna cabecera no le dio tiempo, y lo reseñó en enero, lo primero que hacía notar era su condición de estar entre lo mejor del curso pasado.
Quítense la venda de los ojos y sucumban ante más de cuarenta minutos que horadan en lo más oscuro de la cruda realidad, por desagradable y duro que sea. Lo de repetir ya es cuestión de gustos. Hay hasta quien encuentra belleza en esto.

03. Nena, Te Voy A Dejar de Los Suaves. Extraída de Ese Día Piensa En Mí (Edigal 1988)
La primera ocasión en la que escuché a Los Suaves tuvo que ser tras la edición de este tercer disco porque, como ya he contado otras veces, me grabaron los tres al mismo tiempo. Así que en mi adolescencia el trío inicial de albumes de Los Suaves era como un continuo, casi como un único disco triple. Pero en aquella época, como este era el que mejor sonaba, eso era suficiente para en la calle decir ¡ufh!, es super cañero o suena de puta madre, y con eso bastaba para que quedase claro que era el más heavy de los tres, el mejor, porque el heavy era lo que mandaba en las calles de mi barrio y entre mis colegas.
Efectivamente Ese Día Piensa En Mí es el disco que mejor sonido tiene de la trilogía inicial, el que les hizo destacar y llegar a un público más amplio, el que alargaba las canciones con punteos metaleros, el que tenía Dolores Se Llamaba Lola, primer himno de la banda, al que luego se hermanó con Peligrosa María del primer disco.
Y eso que en verdad pasaron cuatro largos años desde la edición de Frankenstein hasta la de Ese Día Piensa En Mi, cuatro años en los que parece que el grupo pensó hasta en tirar la toalla. Del disco anterior solo quedaron los hermanos Domínguez y Hermes Alogo, pero les salió bien el envite y el gato negro empezó a aparecer en las paredes de todos los barrios de este país. Además ya aparece por ahí el nombre de Alberto Cereijo, año cero de Los Suaves que estaban por llegar, pero que nadie todavía intuía, creo que ni ellos mismos. Quizás por eso, por ser el principio de algo que acabó por agotarme, ahora para mí pierde la batalla a los puntos con el más cafre Frankenstein.

04. You Stole My Virginity de Fuckin' Family Faces. Extraída de Polako (+NGR Records 2002)
El Ruta 66 fue uno de los lugares que más frecuenté cuando volví de Valencia a Tenerife en junio de 1994. Por fin una sala de tamaño medio pensada para conciertos de rock aparecía en Tenerife, y además a muy pocos pasos de mi casa. Por allí pasaron Soziedad Alkohólika, Negu Gorriak, Los Suaves, Psilicon Flesh, Def Con Dos y hasta El Niño Gusano, y siempre dejando hueco para las bandas locales.
No me acuerdo a quién iba a ver tocar esa vez, pero los teloneros eran los tinerfeños Fuckin' Family Faces, a los que yo nunca había escuchado. De lo que sí me acuerdo es de la presencia magnética de Pablo Rodríguez sobre el escenario, boa en cuello y guitarra en mano, al frente del trío. La guitarra, sonando setentera a tope, entre Hendrix y Jimmy Page, y el resto de la banda me dejaron un muy buen sabor de boca, pero nunca más los volví a ver tocar.
Hace poco encontré este cd en una tienda de segunda mano y decidí comprarlo. Parece que los Fuckin' Family Faces se formaron en 1991 en formato de cuarteto, aunque pronto quedarían constituidos como un trío. Cuando yo los vi, sería 1994 o 1995 y ya lo eran, o eso creo recordar. Durante su trayectoria registraron al menos tres demos, un EP de título Yellow Karma Superfreaks With A Pink Joint, y por fin, un disco largo, este Polako que tengo entre mis manos. La grabación y edición de este debió ser practicamente una de sus últimas aventuras, ya que de finales de 2003 data la primera referencia grabada de EvilMrSod, proyecto personal de Pablo que surgió cuando emigró a Alemania, acompañado de una guitarra acústica, por cuestiones de estudios.
Polako es un disco largo, casi 70 minutos en 19 temas, en lo que podemos encontrar de casi todo, hard rock, nu metal, algún tema acústico y una declaración de principios desde el primer tema. También hay espacio para el reggae, el grunge, el funk... y todo lo que les gusta, y a mi todo esto me hace pensar en unos Dread Zeppelin que se lo tomasen en serio... y les saliese la cosa bastante resultona pero muy dispersa.

05. Nuclear Mutation Club de Lord Sickness. Extraída de Neumotorax (Goo Records 1994)
Lord Sickness debutaron con un single en 1994 y se benificiaron de pleno de aquella etiqueta-escena que hoy nadie recuerda ni cuándo ni cómo surgió, pero que sin duda tuvo que ser en algún momento del periodo que fue desde la edición del primer doble single de El Inquilino Comunista hasta que vio la luz su segundo disco Bluff. Durante ese año y medio o dos años, El Inquilino fue el rey de la fiesta indie, y esto junto con que en la ciudad había un grupazo llamado Los Clavos, que merecen un puesto de honor en la historia entre La Secta, Los Bichos y Cancer Moon como precursores del desembarco indie-pop, dio lugar a lo del Getxo Sound.
Pocos grupos más creo que se recuerden de aquellos años, yo solo a The Gravestones, pero la cosa es que la etiqueta se institucionalizó, cosa a la que me imagino que también ayudó la presencia del Aula de Cultura de Getxo, que hizo un trabajo encomiable apoyando a las bandas que salían de la ciudad y que estampaba su logo en los discos que ayudaba a financiar.
Así que la llegada al ruedo de Lord Sickness fue saludada como otro síntoma más del potencial musical de la ciudad, además su bateria era el hermano menor de uno de los de El Inquilino y realmente 1994 fue su año. Aunque ya habían grabado un par de maquetas el año anterior, durante el año en cuestión ganaron el prestigioso concuros Villa de Bilbao y editaron practicamente toda su discografía, además de aparecer en bastantes revistas y fanzines de la época, aunque en alguna tuvieran el poco acierto de presentarlos como protegidos de El Inquilino Comunista.
Neumotorax fue su único disco largo, bautizado así porque uno de los componentes del grupo había padecido la mencionada dolencia, creo recordar. Grabado con el productor del momento Paco Loco, salió casi a finales de año y recuerdo que la crítica no lo trató del todo bien, igual es que ya había salido Bluff, disco con el que comenzó el divorcio entre la prensa y El Inquilino. En aquella época yo solo me compré su primer single, y lo que más me atraía del grupo eran las fotos, sobre todo porque uno de ellos llevaba los pelos como los lleva Rick, el abuelo de Morty, y eso me flipaba.
A pesar de todo el tiempo pasado, siempre tuve en la cabeza hacerme con este disco, que no hará más de un año que está en casa, y escuchdo hoy es un disco bien disfrutable, de indie de los noventa tirando a rabioso e histérico, que mira hacia el punk sin complejos.
Después de este disco desaparecieron, no así la mencionada etiqueta con la que empezamos esto, que se ha estirado como un chicle, ya sin el menor sabor, hasta nuestros días.

06. Why? de Furious Planet. Extraída de Photophobia (Locomotive Music 1998)
Haber vivido dos años en Valencia es uno de los recuerdos de mi juventud que atesoro con más cariño, aunque haya sido duro al principio porque era la primera vez que dejaba la casa de mis padres para vivir un poco a mi manera. Era una cosa que con 18 años estaba impaciente por hacer, pero ya saben ustedes que la realidad pocas veces se parece a lo que uno sueña.
Me ayudaron mucho al principio de mi estancia los largos paseos desde mi residencia en el extremo norte de la ciudad hasta el centro, para ir descubriendo tiendas de discos en las que echaba largos ratos curioseando y valorando bien en qué me gastaba el poco dinero que tenía. En estas tiendas me engañaba y me convencía de que era afortunado por tener acceso a un montón de discos que eran imposible de ver en Tenerife, y me olvidaba de que estaba en una ciudad gigante en la que estaba completamente solo. También ayudó el descubrimiento de Glop, aunque los primeros meses también me tocase ir sin compañía a ver los conciertos que me interesaban.
Tres o cuatro meses me costó revertir la situación, encontrar amigos, y empezar a disfrutar completamente de mi estancia en la ciudad del Turia. Desde entonces, aunque ahora voy en muy contandas ocasiones, me siento unido emocionalmente a la ciudad.
Eran los años de la explosión indie de principio de los 90, e igual es también por eso que le tengo cierto cariño a los grupos que surgieron durante esos años. Furious Planet se estrenaban con un doble single en 1993 con el sello valenciano Experience Records. La cosa iba muy rápida y si en 1992 todo valía y todo eran discos excitantes según la prensa, en 1994 ya les llovían los palos a los practicantes del noise-pop. Uno de los más sonados e inmerecidos fue el que sufrió el primer disco de los también valencianos Los Canadienses, que habían debutado un par de años antes con un excelente single que superaba olgadamente a casi todo lo que venía de Elefant y Subterfuge por aquella época. Otro ejemplo más de mi teoría de la conspiración contralevantina.
Pero a lo que vamos, Furious Planet llegaron tarde, siendo tan válidos como El Inquilino Comunista, su primer disco grande salió en 1995, cuando la atención decaía, la prensa ya ni se molestaba en apalear a lo que iba a pareciendo, y para cuando llegó este segundo disco, 1998, ya no había nadie para escucharlo. Así que a día de hoy me imagino que son pocos los que los recuerdan. Por suerte Mike Grau no ha desistido y ahí sigue al frende de Mad Robot, que el año pasado, según he leído, se han marcado un discazo, Doomed, que alguien debería editar en formato físico para que yo pueda correr a comprarlo.
Este Photophobia, que en su apartado grafico rinde tributo a clásicos del cine de terror, es un disco casi tan solvente como puede ser cualquiera de los que ocuparon el olimpo del indie nacional en aquellos años, al que le falta, eso sí, la carga emocional que a otros les dio el contexto.

07. Surf De La Botella de Los Flechazos. Extraída de Viviendo En La Era Pop! (DRO 1988)
Según Pablo Martínez Vaquero, en su día miembro de Los Murcielagos y autor del libro ¡Ahora! No Mañana. Los Mods En La Nueva Ola Española 1979-1985, el primer festival mod realizado en España se celebró en la sala El Jardín en 1980 y contó con las actuaciones de Los Elegantes y Los Flequillos. Aún así, fue el sello Flor Y Nata Records desde Barcelona el que dio salida a la mayoría de las pocas referencias editadas a principios de los ochenta que tradicionalmente se encuadran dentro de este estilo. En dicha casa editaron sus primeros singles Telegrama, Sprays, Brighton 64, además de encargarse de la distribución del de Kamenbert, mientras que solo Los Elegantes lo harían desde Madrid. Quizás en este escueto recuento de pioneros podríamos incorporar a Los Impecables que desde Portugalete, se estrenaban en 1983 con Discos Suicidas.
Los Flechazos llegaron algo más tarde, se formaron en León en 1986, pero desde que lo hicieron se convirtieron en la cabeza más visible del movimiento mod en este país durante los once o doce años que estuvieron en activo, exceptuando, quizás, el pico de éxito del primer disco de Los Sencillos en 1990.
Desde sus comienzos contaron con la ayuda de Kike Cardiaco, también de León, pero que con su grupo, Los Cardiacos, ya se había hecho un nombre en la capital del reino desde principios de los ochenta. Así, en 1987, Los Flechazos pueden plastificar sus dos primeras canciones en el recopilatorio Teloneros, en el que comparten espacio con Deicidas, La Coartada y también con unos Cardiacos, quizás, en horas bajas después de que su segundo disco, Nuevas Aventuras, no acabase de funcionar.
El debut largo de Los Flechazos fue este Viviendo En La Era Pop!, un disco de pop maravilloso, que aún siendo fiel a los sonidos del catecismo mod y estando lleno de guiños a la escena en las letras, la transciende gracias a lo redondo de muchas de las canciones que aquí aparecen. Cargadas de vientos, teclados y coros, el derroche de energía sónica y euforizante es tal que se hace imposible mantener quietos los pies.
La edición en cd, que es la que yo tengo, trae tres temas extras, uno de ellos la versión que hicieron de I Can't Control Myself de The Troggs para el single que compartieron con Kike Turmix Y Los Pasapures recordando a los ingleses. Una lástima que estos extras no los hayan colocado al final de la secuencia original de las canciones, sino a la mitad, entre lo que serían las dos caras del vinilo, y sobre todo, que rabia que haya un leve bajón de volumen en el transcurso de la canción que abre el disco. La reedición en cd de esta joya pop merecía un poco más de cariño.

08. Ala Hula Rock de Dúo Dinámico. Extraída de Las Hojas Verdes / Poesía En Movimiento / Ala Hula Rock / Solo Para Mi (La Voz De Su Amo 1961)
Séptimo Ep grabado por el Dúo Dinámico y primero de los que despacharían durante 1961. También en este año se empiezan a editar discos con algunos de sus éxitos en Argentina y México, y se convierten en uno de los primeros grupos de pop españoles en girar por Latinoamérica.
Están en lo más alto de su andadura, el público no para de pedir más y más canciones nuevas del dúo, y ellos, que se deben a su público y a sus fans, responden plastificando veinte temas a lo largo del año repartidas en cinco Ep’s.
Este lo abren con Las Hojas Verdes, versión de The Green Leaves Of Summer, canción interpretada por The Brothers Four y nominada al Oscar en 1960, perteneciente a la banda sonora del western El Álamo dirigido por John Wayne. Le sigue por la misma cara otro éxito mundial, Poetry In Motion, adaptado al castellano y que originalmente dio a conocer un tal Johnny Tillotson.
Por la otra cara un rockandroll inocentón marca de la casa, el único tema de su autoría en este disco, y cierre con otra versión, en esta ocasión de Be Mine, tema de pop saltarín que popularizó el inglés Lance Fortune.
En definitiva, buen Ep, bastante regular, con cuatro temas que se dejan escuchar con alegria.

09. Staying Alive de Link. Extraída de Elektrocaution (Mckenzie Muzik 2009)
Disco que compré por la portada y también por la cada vez mayor curiosidad que me produce la música que se ha facturado en estas islas y que yo antes ignoraba sistematicamente salvo en contadas ocasiones. Por culpa de la mencionada portada, esperaba que al darle al play sonase pop con algún toque naif y quizás algo de electrónica, tipo Serpentina o La Monja Enana, o algo así, pero ni de lejos.
La sorpresa vino cuando me puse a buscar algo de información sobre el grupo, Link son un sexteto de Gran Canaria con la voz de Cris Zarallo, educada en el jazz, al frente y el cerebro de Kenneth Suárez a los mandos. Según la prensa del momento, Kenneth es un enamorado del rock sinfónico y progresivo de los setenta, pero también del trip-hop que desde Bristol conquistó el mundo a principios de los noventa, ya saben ustedes Portishead y Massive Attack.
En este disco parece que su intención fue conjugar esas dos grandes pasiones, cosa arriesgadísima, y hasta loquísima, que me tuvo todo el camino hasta el coche hablando solo el día que me decidí a escuchar por primera vez este disco. Al final no era para tanto el susto, y lo que se escucha es algo bastante elegante, quizás algo carente de garra, como música de escaparate, o de ascensor, o de velada en un club de cócteles con mesas y sillas, sin pista de baile, en el que solo puedes entrar vestido de gala. Sin apenas tener conocimiento de su obra, a mi esto me parece que no desentonaría con lo que hacía la nigeriana Sade, o con las canciones que nunca fueron éxito de Lisa Stansfield, pero lo digo más que nada por eso de la elegancia, la calma y cierto deje embriagador si tienes un par de copas y unas velas encendidas.
Este fue el segundo disco de Link, que creo que también llegaron a grabar un tercero. Actualmente, con Kenneth al frente, se han reconvertido en Link Floyd, y ya se pueden imaginar ustedes a que bandan rinden tributo por los escenarios de las islas. El rock sinfónico pudo más que el trip-hop.

10. Tercera Transmigración (El Entorno Futuro) de Canarios. Extraída de Ciclos (Ariola 1974)
En 1971 Teddy Bautista sacaba un single a su nombre y los rumores que hablaban de la disolución de Canarios empezaron a ser insistentes. Aunque eran negados por los interesados, al año siguiente, en mayo de 1972, Teddy Bautista despide a todos sus integrantes y renueva por completo a la banda. Con la nueva formación acomete los compromisos adquiridos para el verano y en septiembre sale en prensa que antes de que termine el año el grupo estrenaría una obra inspirada en Las Cuatro Estaciones de Vivaldi.
Durante esos años Teddy se había ido interesando por los instrumentos electrónicos de última generación, léase Mellotrom y sintetizadores varios, que iban conformando el sonido de lo que se llamaría rock sinfónico y progresivo. Parece ser que fue la primera persona en este país en tener un Minimoog.
Al final no fue hasta 1974 cuando la obra que Teddy tenía en mente desde hacía unos años se materializó en Ciclos. Disco doble, cuatro temas, uno por cada una de las caras de los vinilos, para un total de más de setenta minutos de música.
Para su grabación, además del grupo se contó con varias colaboraciones como las de la soprano Rudmini Sukmawati y la del Coro Oficial de la Escuela de Canto. Una locura en la que resuenan los pasajes más conocidos de la obra de Vivaldi, junto con excelentes momentos instrumentales, y excentricidades varias como gritos, lloros, unos minutos de folclore sudamericano, un villancico…
Vapuleado por la crítica en su tiempo, lo que supuso el fin definitivo de Canarios, actualmente está considerado por muchos como una cumbre del rock sinfónico mundial.
Con mi poco bagaje en estos sonidos, no puedo rebatir tal afirmación, pero sí les puedo decir que en la primera escucha me sorprendió e impactó más el Cosmonauta de Aguaviva, el único disco hecho en este país, un par de años antes, con el que se me ocurre que se puede emparentar, al menos por intenciones, este Ciclos.