Todos sabemos que los Mubles no existen, no hay por que tenerles miedo. Esos seres crecidos de la inmundicia acumulada en la ría de Bilbao son solo una leyenda para asustar a posibles delincuentes ecológicos. Todos sabemos también que la desaparición de la cúpula de Celulosas del Nervión, responsable de los vertidos tóxicos a dicho río en 1990 fue casualidad. Nada hay de cierto en que estos seres se hayan tomado la justicia por su mano y los hayan encerrado y torturado en un oscuro y húmedo agujero durante un largo periodo de tiempo, en el que aprovecharon para inocularles peligrosos virus, someterlos a otros extraños experimentos y hacerlos partícipes de desconocidos ritos. Mucho menos cierto es que esta incómoda estancia haya sido registrada y grabada en algún soporte sonoro.
Por tanto es absolutamente imposible que las tres pistas incluidas en este CD sean extractos de esas grabaciones, encontradas por unos muchachos en un descampado cualquiera, como también nos han contado. Insisto, nada hay de verdad en todo esto, aunque los sonidos aquí reproducidos destilen suciedad y ambientes incómodos, aunque estén llenos de chirridos y aparezcan voces y ruidos lejanos que parecen transmitirse por los desagües o filtrarse por grietas de paredes y puertas, aunque haya golpes y gritos, aunque por momentos se extienda una calma tan tensa que desespera y los ecos traigan agonía y sufrimiento.
¿En qué cabeza cabe, por muy infames que sean, que existan seres capaces de disfrutar infligiendo daño a humanos, y a la vez que ocasionan el padecimiento se diviertan aderezándolo con los tañidos de algún instrumento de cuerda, o el sonido de los platillos de una batería desvencijada, o la agitación de una pandereta, o la conversación de lo que parece una receta para hacer tortillas, como podemos oír aquí por momentos?. Ni los Mubles, en caso de existir, serían capaz de semejante crueldad.
La verdad está en la versión oficial. Esto fue grabado por personas que responden a los nombres de Miguel A. García, Héctor Rey, Alvaro Matilla, Mattin, Loty Negarti, Miguel Prado, Kakofunk y Barb Karpemter. Las dos primeras pistas fueron captadas en actuaciones en directo en Bilbao y Donostia, y la tercera creada por uno de ellos a partir de sonidos aportados por algunos de los otros.
Esta es la verdad... aunque nos haya sido imposible hablar con alguien que haya estado en esas actuaciones por mucho que lo hayamos intentado...
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sábado, 9 de mayo de 2015
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Mubles / Grassa Dato - Oh Pequeño Muble / Los Que Habitan En La Oscuridad (Truco Espárrago 2012)
Mira por donde, la cara de esta cinta que ocupan Mubles con su tema Oh Pequeño Muble termina con la frase "quisiste mierda y te di mis heces", y no se me ocurre mejor resumen para los 20 minutos previos. Veinte minutos de hedor sonoro, de viaje por el desagüe, de estancia en una fosa séptica, de ecos agonizantes, de podredumbre insalubre. Un sonido que Mubles va moldeando como si de un Golem de excrementos se tratase, llegando a un interesante caos sónico hacia la mitad del trance. Todo es tan físico aquí que cuesta quitarse la sensación de haberse revolcado en la mierda después de escucharlo. De eso se encargará después Grassa Dato. Mención aparte para las voces que van desgranando frases, donde la más bonita es la que mencionamos al principio. Y es que una vez metido en este mundo, hasta cosas tan neutras como "cosas blancas que caen, cosas negras que caen..." hacen que tu imaginación te juegue malas pasadas.
Por su cara, Grassa Dato presenta Los Que Habitan En La Oscuridad, pieza en la que parece que su ruido comienza deformado bajo la capa de excrecencia que nos dejaron los Mubles. Suena oscuro, hueco, oscilante, para ir poco a poco abriéndose paso, ganado terreno, dejando ver las aristas y distanciándose de las nubes de gases tóxicos. A los cinco minutos los chirridos te anuncian que el ataque es inminente, que el ruido ya camina solo, liberado de la capa de detritus que hacía de aislante. Y a partir de ahí, la violencia se va erigiendo libre protagonista. Ruido que parece generarse en el propio proceso de limpieza, lleno de fruición, de fuerza decapante, que se mezcla con voces deformadas, con los motores de las máquinas empleadas y con el sufrimiento agudo de sus piezas en extrema tensión.
En pocas palabras, esto es como ir a un spa donde el baño no es precisamente de barro y la limpieza posterior viene con desollado incluido. Y no duden que hay gente a la que este tratamiento le encanta. Además, el artwork de la cinta, a cargo del propio Grassa Dato, es un pequeño lujo.
Mubles son aquí Miguel Ángel de Blas, Miguel A. Garcia, Kakofunk, Alvaro Matilla y Loty Negarti. Y Grassa Dato es Grassa Dato.
Por su cara, Grassa Dato presenta Los Que Habitan En La Oscuridad, pieza en la que parece que su ruido comienza deformado bajo la capa de excrecencia que nos dejaron los Mubles. Suena oscuro, hueco, oscilante, para ir poco a poco abriéndose paso, ganado terreno, dejando ver las aristas y distanciándose de las nubes de gases tóxicos. A los cinco minutos los chirridos te anuncian que el ataque es inminente, que el ruido ya camina solo, liberado de la capa de detritus que hacía de aislante. Y a partir de ahí, la violencia se va erigiendo libre protagonista. Ruido que parece generarse en el propio proceso de limpieza, lleno de fruición, de fuerza decapante, que se mezcla con voces deformadas, con los motores de las máquinas empleadas y con el sufrimiento agudo de sus piezas en extrema tensión.
En pocas palabras, esto es como ir a un spa donde el baño no es precisamente de barro y la limpieza posterior viene con desollado incluido. Y no duden que hay gente a la que este tratamiento le encanta. Además, el artwork de la cinta, a cargo del propio Grassa Dato, es un pequeño lujo.
Mubles son aquí Miguel Ángel de Blas, Miguel A. Garcia, Kakofunk, Alvaro Matilla y Loty Negarti. Y Grassa Dato es Grassa Dato.
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