martes, 3 de diciembre de 2013

Gabinete Caligari - Camino Soria (EMI 1987)

Alberto Noiseland esta quieto!!!
Hoy tenemos con nosotros a Alberto Noiseland, un hombre que no ha parado de hacer cosas en los últimos años, así que vamos por partes. En solitario ha comandado la nave Noiseland desde 2008, dejándonos al menos 10 referencias hasta el 2012, año en que decide matar al proyecto con Aquí Yace Noiseland, editado por Discosdelrollo. En su bandcamp solo se pueden oir sus tres ultimas referencias donde el pop crece y amplía su campo de batalla en muchísimas direcciones.
Seguimos con su pasado, estuvo a los teclados de Homeless de 2008 a 2010, tarea que compaginaba con  tocar el bajo en Los Lantánidos. Posteriormente estuvo con Los Congrios y con Mary Joe La Suicida Y Sus Pelícanos Rata, formaciones en las que actuó como voz, guitarrista, bajista ocasional y lo que se le pusiera a tiro. En esa época creo, también era la voz y guitarra de Chernóbil, donde coincidió con Félix García, uno de los fundadores de la discográfica Discosdelrollo, una pareja que ha dado muchas alegrías a los amantes del pop y las cosas bien hechas en este pais.
Actualmente comparte su tiempo tocando la guitarra y cantando en Detergente Líquido, con quienes ha editado Las Obras De La Catedral en este 2013 (también a cargo de Discosdelrollo) y siendo la musa que inspira secretamente a Que Bailen Los Demás, proyecto que ya cuenta con dos referencias en su haber, el EP homónimo de 2012 y Cosas Fáciles De Hacer Pero Difíciles De Contar en este año. Este último también ha sido editado por Discosdelrollo en una bonita cinta bicolor.
Pues con todo esto encima, cuando le pregunté si le apetecía participar en mi querida sección Artista Invitado me dijo que sí inmediatamente. Yo le propuse una lista de tres discos que me parecía que podían gustarle, fueron Música De Contrabando de Danza Invisible, La Fortaleza De La Soledad de Parade y Natura de Saioa. Como de costumbre, no acerté ni de lejos y el me propuso cuatro, Los Abismos Cotidianos de Diego Vasallo, ¡Más Ruidoso! ¡Más Enredado! ¡Más Jodido! de O Bo De Vil, grupo que no conocía y del que hablaremos en breve, Llamadas Perdidas de La Costa Brava y Camino Soria de Gabinete Caligari. Finalmente fue este último el que elegimos y me pidió algo de tiempo, a lo que yo le contesté que tenía todo el del mundo. En cinco días lo tenía listo. Sin conocerlo mucho, creo que esta última anécdota refleja muy bien como ve la vida este hombre. Y siempre con un humor que también es carga de profundidad..

Alberto dice:
Yo me pongo a pensar y no me sale un disco en español mejor que éste (bueno, quizá uno de unos tipos de Granada que vio la luz 11 años después). Gabinete Caligari eran feos, antipáticos y vestían unas camisas muy horteras. Desde el punto de vista de un impúber carajote como yo, tenían un aspecto amenazador que transmitían a su música. Como si quisieran advertir de algo a los demás. Y quizá eso era parte de lo que me atraía de ellos cuando les veía por la tele o grababa sus canciones de la radio en cassettes TDK o Maxell. Además, mientras los demás grupos que buscaban ser atractivos y sonrientes hablaban de calles de París, de buenas chicas que trapicheaban en las puertas de los bares o de que la gente le apuntaba con el dedo y susurraba a sus espaldas, estos decían cosas como rabo de toro, ganapán, desgraciao o kafkiano perdedor y se quedaban tan tranquilos. Y yo no sabía lo que era un ganapán ni un kafkiano perdededor, pero la combinación de esa áspera y profunda voz con las melodías certeras y la parte evocadora que sí podía entender de las letras me hacía pensar que en esas canciones había algo serio e importante.
Y esa sospecha se me reafirmó cuando escuché Camino Soria siendo más mayor y con algo más de conocimiento sobre las cosasPara mí es un disco que habla de la pérdida: del amor, de la ilusión y de la vida. Y no conozco ningún otro disco español tan obvio en sus argumentos. (Bueno, sí lo conozco, pero lo hice yo y no viene al caso).
El disco empieza con "Pecados tan dulces como un zapato de raso". Y es un comienzo perfectamente planeado: la entrada de la voz de Urrutia en anacrusa nos indica que hay que estar muy atento a la misma durante todo el LP y que casi podemos olvidarnos de lo demás. La melodía perfectamente reconocible canta unas relación de los siete pecados capitales, a los que añade la "tristeza más conmovedora si te vas". Un tema para ir entrando en materia.
La segunda canción, "La suite nupcial" se sale de la temática del disco... o quizá no. Relata todo lo contrario alo que cuenta el resto del trabajo, y sabemos que los extremos se tocan.  A ritmo de swing de los cincuenta, y con un estribillo adherente, describe una noche de amor en un hotel. Pero en esta canción se hace muy patente el gran fallo del disco:  la producción. Los instrumentos sintetizados (vientos, piano, incluso la caja) suenan horrorosos y afectan, durante toda la duración del LP, a la calidad del sonido. Desde mi punto de vista, es la gran lacra de los discos de los 80, y no sólo a nivel nacional.
Pero llegamos a "La fuerza de la costumbre", y aquí los Gabinete se ponen serios de verdad, y empiezan a llamar a las cosas por su nombre: "si buscas en mi algo excepcional, te voy a desilusionar", "vivo con la costumbre de no quererte nunca más"... Se dejan de juegos florales y van al tuétano. Base rítmica, voz y poco más para una balada estremecedora. Por costumbre amé, y por costumbre olvidé. Que le den por culo a todas las películas de Hollywood.
La cuarta canción, "Tócala Uli", es un tema pop de concepción ligera, con otro estribillo coreable, en el que el grupo se acuerda de su saxofonista fallecido Ulises Montero. La muerte está presente, pero desde un punto de vista liviano y sin dramatismos. Es una canción resultona y aceptable, pero para mi gusto, es una quizá de lo más flojo del disco. Pero rápidamente nos volvemos a meter en harina con "Como un pez"
"Como un pez" es la última canción de la cara A, y desde su comienzo destaca la peculiar rueda de acordes que la conforman, que se sale de los tópicos del pop. Luego, cuando entra la letra y la melodía, te sumerges navegando sobre un acordeón en imágenes de bares portuarios y borrachos desolados que le van contando a las putas que "su suerte es como un pez que se les resbaló y se fue al fondo del agua como un plomo"Una canción perfecta sobre lo que casi todos somos al final: perdedores, kafkianos o no, que tuvimos nuestra pequeña oportunidad y la jodimos. Y el carrusel siguió girando, pero siempre en contra nuestra.
Nos tomamos un  respiro para recuperarnos mientras le damos la vuelta al disco (o a la cinta, como era mi caso antes de los mp3), pero la cosa no dura mucho. La cara B comienza con otra de las grandes canciones del disco, titulada "La sangre de tu tristeza". La guitarra y los graves arreglos que hace son la carta de presentación de este tema, simple y perfecto, que nos recomienda amoldarnos a la tristeza y la soledad y ser felices junto a ella. Con un par de huevos. No queda mucho más que decir.
La siguiente canción, "Saravá", es una especie de bolero acelerado con una melodía bastante brillante, que cuenta la historia de esta chica, y de cómo exprimió como un limón el corazón del protagonista. Es una canción bonita que encaja bien con el resto del disco, que como estamos viendo, es bastante heterogéneo en estilos y sonido.
Ahora viene "Rugido de Tigre", otra canción con aires swing en la que Urrutia se vanagloria de su propia voz, que define como un alarido terrible y feroz. Se queda un poco corta con el resto del disco, y le afecta mucho el mal sonido de la batería.
Y  llegamos al último corte del disco. "Camino Soria" es una obra maestra de la música pop, que quizá no ha envejecido tan bien como el resto del disco debido a su sobreexposición. Todos la conocéis ya. En ella Urrutia cuenta como se va a Soria a alejarse de todo. La visión poética de un hecho tan prosaico creo que es su gran acierto. Sobre un ritmo "cadencioso y sin cesar", va cantando una letra simple y costumbrista, pero llena de imágenes evocadoras y referencias al romanticismo. Consigue que todos queramos ir a Soria tras escucharla. Esta canción, por otro lado, es como un libro de referencia para todos los que nos dedicamos a hacer canciones chungas, sobre las buenas prácticas a la hora de escribir una canción en español. La frase "lentamente caen las hojas secas al pasar", por sí sola, es mejor de largo que toda la discografía de muchos de los "grandes" de la música...
Se termina el disco y nos quedamos con un poso de melancolía otoñal, una tristeza encubierta que no llega a ser desesperación porque tenemos la vana esperanza de poder huir a nuestra Soria particular, donde borrar las pasiones y traiciones de nuestra memoria. Y eso es lo que debe conseguir la música, transmitirnos alguna sensación aunque no sea positiva. O quizá sí.

Alfredo dice:
Mira por donde, creo que ya conté por aquí como compré esta cinta a medias con mi amigo Aníbal. La vendían en un kiosko del barrio, la tenían en uno de esos expositores de los que había antes en todas las gasolineras y bares, rodeada de orquestas de salsa y cintas de chistes. Unos días se la quedaba él y otros yo, hasta que accedió a venderme su parte cuando conseguí otras 200 pesetas. La habré escuchado mil veces y excepto Saravá creo que todas las canciones han sido en alguna ocasión mi favorita.
En aquella época los Gabinete eran unos tipos auténticos, llevaban tupé, el bajista llevaba bigote, cosa que no era nada cool, y el batería unas buenas patillas. No eran guapos y parecían mayores que otros superventas del momento como Los Ronaldos, Hombres G o Mecano. Para mí eran músicos de verdad, los rockers los respetaban, era un grupo del que podías decir que te gustaba sin avergonzarte ante nadie.
Ahora, después de fácilmente diez años sin escucharlo, me lo he puesto unas cuantas veces, y lo primero que tengo que reconocer es que me lo sé de memoria, por algo será. Es verdad que si me lo preguntan directamente siempre voy a decir que el mejor disco de Gabinete Caligari es el primero, Que Dios Reparta Suerte, o en su defecto, el recopilatorio Sombras Negras, con temas de este primer disco y singles previos.
Otra cosa de la que me doy cuenta ahora es que en Camino Soria la secuenciación de los temas responde a una especie de subidas y bajadas donde a un tema más tranquilo le sucede uno más animado. Y me parece que todas las decisiones están muy meditadas en este disco. Fue su estreno con una multinacional y las canciones suenan lustrosas y llenas de arreglos excelentes, cuanto me gusta escuchar esas castañuelas en La Fuerza De La Costumbre.
En los créditos del disco aparecen 15 músicos que se reparten entre otras cosas percusión, trompetas, trombón, acordeón y bandoneón. La compañía quería que este disco lo petase, y así fue. Pero claro, para llegar a estar en boca de todos aparte de todo el apoyo de tu discográfica necesitas algo más y fundamental, que son las canciones. Y aquí es donde hay que quitarse el sombrero ante este disco. Las canciones son excepcionales, casi todas, bueno Saravá me sigue flojeando un poco y acaso Suite Nupcial, pero al resto no les puedo poner ninguna pega.
Se me ocurre que lo mejor que le podría pasar a este disco es que viesen la luz las maquetas de estas canciones, escucharlas un poco más crudas, sin tanto brillo seguro que me hacían replantearme mi afirmación sobre su mejor disco.
Aún así, para mí, este es uno de los mejores discos de pop-rock hecho con vistas a llegar al mayor público posible, a la misma altura del Deseo Carnal de Alaska Y Dinarama y La Canción De Juan Perro de Radio Futura. Discos muy importantes en mi vida.
En Camino Soria, Gabinete Caligari fueron los de siempre, Jaime Urrutia, Fernando Presas y Edi Clavo. Aunque también participa en la composición de todos los temas Esteban M. Hirschfeld.

Alberto quiere que escuches Como Un Pez.


Alfredo quiere que escuches Rugido De Tigre.

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