También en el 86 Aníbal y yo atravesamos por primera vez la cortina prohibida del video club Tej-San (no sería la última). Lo cogimos con ganas y hasta un día nos fugamos todos los coleguitas de la clase de sexto para ver una de esas películas de Ginger Linn y Amber Linn. Se armo buena en el colegio.A buen entendedor le sobra hasta la canción, aunque vale la pena escucharla.
La canción es de El Columpio Asesino, y no es de la época, pero refleja muy bien lo que pasaba por nuestras mentes perturbadas.
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