Mira por donde lo mires por donde lo mires, esto es un discazo. Tiene un sonido cojonudo, claro que estando grabado en los Estudios Brazil ya no debería sorprenderme. Según parece Unicornibot hacen math-rock, y en casa de rock no sabemos mucho, pero de matemáticas un rato. Así qué vamos a hacer la gracia. Y de entrada tengo que decir que a esta sucesión de nueve canciones el único término general que las explica es el de batería y bajo ofreciendo un recubrimiento compacto más guitarras a la enésima potencia. Titulan los temas abrazando la lógica borrosa de Zadeh: "La Segunda Es La Tercera", "La Tercera Es La Segunda", "Palmas" (y no hay palmas ni nada parecido, pero igual a ti se te ocurre darlas mientras la escuchas). De las canciones podemos sacar factor común la contundencia de los ritmos, los cambios de salto finito que hacen que tu torsión y curvatura no permanezcan constantes al oírlas y la ausencia de crescendos, (aquí las canciones siempre están en clímax). Por tanto tenemos un disco de rock instrumental lleno de puntos singulares, puntos angulosos y algún que otro punto de acumulación. Eso sí, todos puntos adherentes. Bueno, que en todo el disco no paran de demostrar que son un grupazo, y lo hacen por inducción, por el contrarrecíproco y hasta por reducción al absurdo. Ellos se definen como los cuatro jinetes del mathrockalipsis, y no deben andar desencaminados. Y yo me borro de los pitagóricos y grito al mundo el nuevo axioma que nos traen: Do The Unicornibot! Más estimulantes que la teoría de grupos de Galois, c. q. d.
Por cierto, este fue su primer tratado, y ahora están descansando de la presentación del segundo por todos los congresos que se les pusieron a tiro.
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