Otra vez atacan estas seis canciones con su pop-rock sin limitaciones ni corsés. Y otra vez empiezan arroyando, en esta ocasión tirando por la vía rápida. Con Orfidal, en un minuto, clavan el primer himno del disco. Pero lo gracioso viene con Verano, una adaptación libre de Hard On Through The Summer de The Red Krayola, cantada con cierta apatía, pero que te lleva sin remedio a que te veas canturreando una y mil veces una frase como "polla dura en verano" tan tranquilamente, algo está pasando.
Después agarran el mástil con convicción, y hasta se ponen graves, para llegar a la que es mi favorita del disco, El Azar, que es algo así como un surf crepuscular. Tanto bajan de intensidad y la voz en El Relicario que a mi se me queda enterrada, y eso que la letra es muy buena, pero como ande haciendo algo, se me pasa siempre sin atenderla.
Vuelven a alzar la voz y a subir el ritmo con Tanatorio, frenético, eléctrico, con ganas de coros y final descacharrante con ese "tanatorio, tanatorio, uh-uh-a" hasta el infinito, según la letra impresa. Acaban sonando rabiosos y sucios con el El Teleoperador, "¿Qué mentira debo sostener?".
Y así, Los Claveles, frescos como lechugas, en un cuarto de hora dejaron unas cuantas canciones que se convirtieron en hits en mi casa y alrededores. Me imagino que también en unas cuantas casas más.
En esta ocasión Los Claveles fueron Santos, Marcos, Miguel y Jordi.
Después agarran el mástil con convicción, y hasta se ponen graves, para llegar a la que es mi favorita del disco, El Azar, que es algo así como un surf crepuscular. Tanto bajan de intensidad y la voz en El Relicario que a mi se me queda enterrada, y eso que la letra es muy buena, pero como ande haciendo algo, se me pasa siempre sin atenderla.
Vuelven a alzar la voz y a subir el ritmo con Tanatorio, frenético, eléctrico, con ganas de coros y final descacharrante con ese "tanatorio, tanatorio, uh-uh-a" hasta el infinito, según la letra impresa. Acaban sonando rabiosos y sucios con el El Teleoperador, "¿Qué mentira debo sostener?".
Y así, Los Claveles, frescos como lechugas, en un cuarto de hora dejaron unas cuantas canciones que se convirtieron en hits en mi casa y alrededores. Me imagino que también en unas cuantas casas más.
En esta ocasión Los Claveles fueron Santos, Marcos, Miguel y Jordi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario