Ahora, en esto de la música, todo va muy rápido, todos los días hay explosiones de las que en cuestión de meses el agujero negro que se lo traga todo no deja el más mínimo recuerdo. En casa luchamos contra eso y en nuestros recurrentes viajes al pasado, el debut de Tucán, editado en 2012 por Boston Pizza Records, es una parada frecuente. Ese mismo año, poco después, vendría su LP completo, de título Empatitis. Y si 2012 fue el año del Tucán, ahora, dos años después, me pregunto cuanta gente los escuchará.
Esta cinta amarilla son 10 minutos repartidos entre cuatro canciones y un exabrupto, que nunca sientan mal. Al darle al play, después del relincho de un caballo, comienza Trueno Puma Halcón, que es un atropello a la razón, o al menos a la compostura. Imposible escuchar esto y quedarse quieto. El título siempre me recuerda a Unicornia Pequeño Las Vegas, nombre del único disco de Jackson Milicia y grupo del que proviene al menos uno de los componentes del grupo. Otro de esos grandes discos con sus dos minutos de gloria y una vida de olvido. Pero seguimos, el segundo tema, Tocayo, es el puñetazo en la mesa, con un estribillo desquiciado que no se olvida con facilidad. De hecho fue el único tema de esta cinta repescado para su posterior LP. Treinta segundos frenéticos y espasmódicos para El Terrible Y Terrorífico Ataque De Los Ramphástidos Mutantes y toca dar la vuelta.
Encuentra un poco más de espacio el sintetizador, o lo que sea que usen, en la cara B, tanto Olga Viza como Psicodrama dan algún momento de respiro entre tanto ritmo y ajetreo nervioso, uno lo necesita antes de enfrentarse a la apabullante conclusión. Antológica, para morir en la pista de baile con el corazón saliéndote por la boca.
Relincho de caballo y fin.
Según los créditos, Tucán fueron en este disco Machete, Trampolino y Tarántulas. Esperemos que ellos no se hayan olvidado de ellos mismos y que volvamos a tener otro año del Tucán.
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