Era el verano de 2012 y hacia calor, y a alguien se le ocurrió decir que la cinta con las primeras grabaciones de Síctor Valdaña & The Check This Outs estaba muy bien. La editaba Boston Pizza Records, sello que yo no conocía hasta entonces.
En la primera visión que eché a su catálogo parecía que todo giraba en torno a The Destroyed Room, único grupo que había sido editado en vinilo por este sello, y cuyos miembros iban probando proyectos paralelos a los que daban salida en cinta. También estaba por ahí la primera demo de Tucán, que acababan de sorprenderme con su primer largo Empatitis, lo que me hizo pensar que no debían tener mal gusto estos devotos de la pizza.
Después los he seguido bien de cerca, disfrutando con cada nueva referencia, viendo como han ido apoyando a proyectos que gustan mucho en esta casa, como son Albufera y +++, y descubriéndome otros que hemos acogido con el mismo entusiasmo, como Wind Atlas, Son Of Woods o Tarantulas Pentium.
Sus últimas referencias son la despedida de The Destroyed Room y las cassettes de Uzumaki, Albufera y Flipping Colors, mientras esperamos que de una vez por todas se libere a Octagrammaton de ese limbo donde anda capturado.
Inquietos como pocos, según me cuentan Sergi y Andrea, el sello funciona por el empuje de cuatro personas, y no han cesado de crecer a su lado interesantes iniciativas como el festival Cønjuntø Vacíø, que muy pronto celebrará su segunda edición, y la puesta en marcha dela tienda de discos Dead Moon Records, a la que tenemos una visita pendiente. Hoy han sido ellos dos los que contestan a nuestras preguntas y como siempre para nosotros ha sido un placer tenerlos por aquí.
Cuenten un recuerdo musical de la infancia o adolescencia.
Sergi: Llegar media hora antes al colegio para sentarme en las escaleras con Albert, un amigo de infancia, y escuchar discos en un walkman, cada uno con un casco. Por aquél entonces yo quería ser batería así que me compré unas baquetas y las llevaba todo el día encima, aunque nunca aprendí a tocarla.
Andrea: Recuerdo la primera vez que escuché el Zen Arcade y la sensación que me produjo. El encuentro con ese disco fue, entre otras cosas, lo que me llevó a descubrir la verdadera trascendentalidad de la música para mí más allá de estilos o etiquetas. Fue algo revelador en mi adolescencia, que me cambió la vida y que transformó mi manera de acercarme a la música.
¿Cuál fue el primer disco que compraron?
Sergi: Les robé dinero a mis padres para ir a comprarme el Bleach de Nirvana. Recuerdo que era bastante pequeño aún y bajé yo solo a buscarlo a una tienda que no estaba muy lejos de casa, pero el camino se me hizo eterno, era como si me hubiese fugado de casa, como si estuviese haciendo algo realmente malo.
Camisetas en porciones |
¿Qué motivaciones, influencias e inspiraciones reconocen en Boston Pizza Records?
Sergi: La motivación principal es la amistad y el amor por la música, obviamente. Luego también ciertas historias de sellos que te gustan y con los que te sientes identificado por su manera de hacer las cosas.
Andrea: Supongo que Dischord y esa manera de hacer las cosas es algo con lo que todos hemos crecido.
¿Qué impulsa a crear un sello discográfico tal y como están las cosas?
Sergi: La idea de la autoedición primero y las ganas de construir algo, de ayudar a las bandas que te gustan, de sentir que tienes algo más allá del trabajo y las obligaciones. Algo que haces porque te apetece sin esperar mucho a cambio.
Andrea: Desde mi punto de vista creo que el problema es precisamente tratar de montar un sello únicamente pensando en la coyuntura, en cómo están las cosas. Nosotros habríamos creado Boston Pizza aunque las cosas hubieran ido de puta madre. Es nuestra forma natural de reunión entorno a la música.
¿A qué clase de personas se le ocurre crearlo?
Sergi: A Pablo, Andrea y a mí mismo. Amigos que llevábamos años tocando en bandas desconocidas y sin ningún tipo de futuro y unidos principalmente por nuestros gustos musicales.
¿Por qué se llama Boston Pizza Records?
Sergi: Es el nombre de unas pizzerías de Barcelona que nos encantan. Hace años solíamos ir a ensayar a unos locales en el barrio de Vallcarca con la banda que tuviésemos en ese momento, luego íbamos a mi casa, que estaba al lado, y pedíamos unas Boston Pizza. De algún modo es algo que definía por un lado nuestra amistad y por otro nuestra conexión musical.
¿Cuántas horas de trabajo le echan al sello semanalmente?
Andrea: Sergi es muy organizado, yo soy más caótica y despistada. De todas formas es algo que nos ocupa todo el tiempo, conforme las cosas van viniendo, se van enfrentando, no es que tengamos un horario cerrado.
Sergi: Yo personalmente le echo muchas horas, aunque le podría echar muchas más. Es un sello pequeño, aunque bastante mal organizado. Pero trato de llevarlo al día e ir mejorando algunas cosas poco a poco. Podría estar trabajando en ello todo el día y no terminaría todas las cosas que en mi cabeza planeo hacer. Ahora que he montado mi tienda de discos tengo más tiempo y me agobio menos, pero cuando tenía un trabajo “normal” me faltaban horas al día.
Boston Pizza en Dead Moon Records |
¿Da beneficios económicos?
Sergi: Beneficios no. Por ahora estamos contentos de haber empezado a no perder dinero.
¿Cuáles son las satisfacciones que da?
Andrea: Lo mejor de todo es descubrir nuevos grupos constantemente y conocer gente con tus mismos gustos, o no, pero que te aporta muchas cosas y te hace tener ganas de seguir avanzando y aprendiendo.
Sergi: Como coleccionista de discos me gusta ver que el catálogo de Boston Pizza Records crece, que vamos sacando referencias y que en general tienen buena aceptación. Pero la satisfacción principal es conocer a mucha gente como tú, con ganas de hacer cosas, de mover discos, de intercambiar, de ayudar con conciertos...
¿Han sufrido decepciones?
Sergi: No, porque tampoco esperamos mucho. Sí que hay veces en que crees mucho en algo o montas un concierto que te parece increíble y finalmente el público no acompaña, pero somos conscientes de que lo que hacemos es algo relativamente minoritario.
Andrea: Me cuesta relacionar la palabra decepción con Boston Pizza, simplemente los errores o los fallos que hayamos podido tener no los concibo de esa manera.
¿Qué darían por ganarse la vida con esto?
Sergi: Bueno, ahora mismo se podría decir que vivo de la música porque, con la ayuda de Andrea, he montado Dead Moon Records. La tienda física nos está ayudando a mover más copias y estamos conociendo a mucha más gente, con ganas de intercambiar discos, de mover copias nuestras, etc. Joder, sería lo mejor del mundo poder vivir de esto para siempre pero siendo realistas, vivir del sello es algo más que difícil. De todos modos tampoco es el objetivo, ni mucho menos.
Andrea: Boston Pizza no nació con esa vocación, así que tampoco es algo que me plantee. Como digo, cualquier cosa que venga, será bienvenida.
¿Qué tiene la música para ustedes, para que le dediquen su esfuerzo, su tiempo?
Sergi: Como dijo Calvin Johnson en una carta al New York Rocker en 1979: “I know the secret: rock n roll is a teenage sport, meant to be played by teenagers of all ages – they could be 15, 25 or 35. It all boils down to wether they’ve got the love in their hearts, that beautiful teenage spirit”. Aunque le conocí hace poco y me cayó tan mal que me da rabia citarle.
Andrea: Es el vehículo perfecto para expresar la realidad, la visible y, sobre todo, la invisible.
¿Ser minoritario es una obligación o un placer? ¿Es una decisión voluntaria u obligatoria?
Sergi: Ojalá a mucha gente le gustase lo que hacemos y las bandas que hemos editado. No lo queremos a cualquier precio, pero ojalá sucediese sin traicionar la honestidad y la manera en que nos gusta hacer las cosas.
Andrea: Cuando eres grande, tanto si es por voluntad como si es por casualidad, inevitablemente, siempre has de hacer concesiones. Es algo con lo que cada persona tiene que lidiar y reflexionar acerca de lo que está dispuesto o no a hacer y a cambio de qué.
¿Qué hace a su sello único? ¿Qué lo caracteriza?
Sergi: No lo sé, la verdad. Siempre decimos que el sello está por detrás de las bandas, que lo primero es la personalidad de cada grupo y que Boston Pizza sólo es algo que está ahí atrás, por si podemos ayudar en algo. No hemos querido que el sello tome una importancia que no tiene a ningún nivel y estéticamente creo que se nota. Cada disco es de un padre y una madre, no hay una coherencia estilística en las que cosas que hemos editado. Sólo son discos que nos gustan, gente a la que queremos apoyar.
Andrea: No es algo que me preocupe.
Como consumidores de música, ¿cuál es el formato físico que más les llena?. Han editado cintas y vinilo. ¿Qué le pasa al CD?, ¿cómo eligen el formato para cada una de las ediciones?
Sergi: En general editamos en vinilo los discos de larga duración o los EPs de bandas que llevan ya más recorrido en el sello y dejamos las cintas para demos, primeras ediciones de bandas nuevas, etc. Aunque al final eso es decisión de la banda.
Discos favoritos que han editado.
Andrea: Para mí es imposible escoger un favorito.
Sergi: Sólo te puedo decir mi disco favorito de los que aún no hemos editado, el segundo recopilatorio Cønjuntø Vacíø.
Cuentennos algo de las otras actividades artísticas y relacionadas con la música en que andan metidos.
Sergi: Como te decía antes, ahora tengo mi propia tienda de discos, Dead Moon Records, en Barcelona (C/ Lluna, Nº10). Aparte Andrea y yo tocamos en Wind Atlas. Eso y el sello consume todo nuestro tiempo.
Andrea: El año pasado montamos el Cønjuntø Vacíø, un festival que, de alguna manera, también responde a una voluntad de reunión de algunas bandas con las que hemos compartido muchas cosas, experiencias, influencias y maneras de hacer, pero con sonidos muy distintos. Este año volvemos con una segunda edición que ya estamos preparando y que será brutal.
¿A qué sello le hacemos la siguiente entrevista?
Sergi: A Discos Enfermos.
Puedes saber más de Boston Pizza Records aquí, escuchar sus ediciones aquí y comprarlas aquí.
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