G.G.Quintanilla atendiendo a la llamada de Confucio |
Ya en el año 2000 se embarca en un nuevo proyecto de nombre You Be Adorada, y al año siguiente empieza su proyecto en solitario, G.G.Quintanilla, con el que lleva grabadas al menos catorce referencias que se pueden escuchar y descargar desde su bandcamp. No sé bien en qué momento, pero durante estos años también ha formado parte de otros proyectos como Temor Y Temblor y Mecánica Divina.
Pero, quizás, por lo que puede ser mas conocido, al menos este fue mi caso, es por liderar desde finales de 2006 a Ornamento Y Delito. En casa los conocimos en 2009 con la edición de Putas Y Cocheros, al que habían precedido El Relicario, de 2007, y O + D, de 2008. En 2010 fichan por Limbo Starr y con esta compañía llevan editados sus tres últimos discos: Rompecabezas De Moda Y Perfección Moral, Adorno y El Espíritu Objetivo.
Bueno, pues a G.G.Quintanilla le propusimos participar en nuestro blog para hablar de Confucio de Ancha Es Castilla y aceptó. Por si alguien no sabe de qué va esto lo explicamos en dos líneas. Nuestro invitado y yo hablamos del mismo disco sin ver lo que ha escrito el otro hasta el momento de ser publicado. A ver qué pasa, dos puntos de vista para discos que pensamos que merecen su atención.
G.G.Quintanilla dice:
La dificultad de escuchar a Ancha es Castilla.
Ancha es Castilla representan la felicidad pop, son para mí los Housemartins vascos.
Y “Confucio”, probablemente, sí que sea su mejor disco (si es que es necesario establecer una escala), aunque tengo que confesar que es el último que he llegado a escuchar a fondo, tan tarde como este mismo verano. Y es que, no es fácil conseguir los discos de Ancha es Castilla, para mí nunca resultó fácil (éste me lo he descargado de un podcast de un programa de radio online, me lo he tostado en unos mp3 que sonaban decentes, gracias infinitas también a la web Sangre Española). Si la banda quiere, me pasa una cuenta y le ingreso 20 euros, se los merecen.
Fue Fernando Gegúndez quien me los descubrió hace mil años, en Local de ensayo (cuando emitía en Radio Euskadi, hacia 1993). En aquel entonces me sonaban a un cruce entre cosas que escuchaba como Patrullero Mancuso, y cosas que no escuchaba ni me gustaban, rollo Potato. Eran un cruce entre algo cuidado y precioso y el desdén del punk de Euskadi, hecho la mayor parte de las veces con más ganas de hacer amigos y beber cervezas que otra cosa. El tiempo ha vuelto entrañable lo que antes me repelía, enmarcando el mundo pícaro, absurdo y melancólico, esa tristeza feliz o felicidad triste que transmite Palli (no sabía ni como se llamaba). Me quedé prendado de ellos con las canciones que ponía Gegúndez de Hueco: “Pegaditos como lapas, tú al monte y yo a la playa”. Seguro que a ellos les horrorizará, pero esa canción la tengo asociada a otra que también me encanta “Yo te perdí una tarde de abril” de Family, que también sonaba por aquella época en la radio que escuchaba.
Imagino que podía haberme comprado el disco, pero la poca pasta que tenía prefería gastarla en cosas de Los Bichos, Cancer Moon, o los clásicos de siempre, Joy Division, Bowie, Kraftwerk. La cuestión es que cuando tuve dinero no tenía forma de encontrar el disco, lo busque pero nada, hasta que un tiempo después encontré que Rober (hoy mi compañero de batallas en Ornamento) tenía el cd de Hueco completamente rallado, como era habitual en sus cds, conseguí rescatar las canciones con un programa de ordenador y hacerme un cd más o menos escuchable.
Pocos discos los he exprimido tanto como Hueco. Ese punto de vista de cómic de humor amargo, esas bilbaínadas tristes con puteros como protagonistas, esos currelas que comen el bocata bajo la lluvia, las campanas de la iglesia y el sudamericano bautizado Napoleón, el Tigre leonado... el pop más bonito con los arreglos de verbena ochentera del norte. Son un milagro, poco más puedo decir.
Y ahí se quedó todo, hasta que conocí a Mikel y Ritxar (Elurretan-Ciclos Iturgaiz). Hablando con ellos llegamos a Ancha es Castilla, devoción mútua. Me contaron que eran de Beasaín, que tenían otros dos discos y que sí, eran unos genios. Creo que Elurretan-Ciclos Iturgaiz, GGQuintanilla y Ancha es Castilla podríamos montar una secta, seríamos como la Eta Político Militar de la escena para-vasca.
Pero yo había venido aquí a hablar de “Confucio”. Confucio es pura energía, el más sólido de los tres, tanto en sonido como en composiciones. Palli las canta todas y da gusto (la verdad). Tal vez no tan inspirado en todas las canciones como en Hueco, pero provoca una alegría que no tienen los otros y una contundencia que me da rabia no haberlos visto en directo (recuerdo un tiempo que estaban en todas las verbenas). Parranda y Romería. Si me tengo que quedar con una, me quedo con la última, con “Sentado en mi mecedora”, otro fantástico hijo de puta, amigo de “Enemigo”, con la que cierran Hueco.
Alfredo dice:
El disco del error, recuerdo lo que me costaba conseguir mil pesetas con 14 o 15 años. Ahorrar la paga semanal, o gastar lo menos posible, durante una buena temporada y algún hurto menor hacían que de vez en cuando pudiese comprarme algún disco.
Recuerdo El Sordo, el boletín informativo de Ohiuka que siempre que llegaba a casa suponía una alegría. Recuerdo a Julio, un medio amigo del instituto y a mi ojeándolo para hacer un pedido conjunto una vez que los dos habíamos conseguido el tan deseado billete verde. Recuerdo las posibles compras, Jotakie, Hertzainak, Kortatu, La Polla Records, Barricada, Tahures Zurdos, Tijuana In Blue, Potato, Ancha Es Castilla, Delirium Tremens, Baldin Bada, el doble Bat Bi Hiru.... Hamar! y algo mas, y nosotros devanándonos los sesos sobre lo que era más conveniente pedir. Si era más conveniente apostar sobre seguro y hacernos con algo que ya tuviésemos grabado en cinta, o arriesgar con algún grupo que nunca habíamos oído. Ancha Es Castilla estaban en el segundo grupo, nunca los habíamos oído, nunca nadie nos había dicho nada de ellos, si lo comprábamos seríamos los primeros en escucharlos, seriamos nosotros los que se los descubriríamos al resto de amigos, sabríamos mas de punk que nadie... Yo no recuerdo cual pedí, pero Julio pidió este, Confucio, de Ancha Es Castilla. Después del mes de espera, me encantó la portada en cuanto la vi, esa cara amarilla y redonda, pero no lo escuché, se lo lleve a su dueño. Una cara de similar color trajo Julio al día siguiente, después de haberlo escuchado, ¡Esto es una mierda, esto no es punk! Aun así se lo pedí y lo escuché. Me gustó muchísimo y por supuesto, me lo grabé en una cinta, aunque se lo devolví corroborándole que aquello era una mierda. Por aquella época ciertos vicios musicales míos eran inconfesables delante de los camaradas anarquistas.
Claro que no era punk, pero era pop-rock del bueno, una maravilla musical que tiraba de todo lo que necesitaba para crear melodías exquisitas. Las canciones me encantaban, y eso que las letras me hacían sentir algo estúpido, estaba claro que ahí debajo había algo más, pero yo no lo acababa de coger. Repletas de ironía y auténticas cargas de profundidad, eran demasiado inteligentes en su sentido del humor para que un mendrugo de 14 años, como era yo entonces, las pudiese alcanzar a comprender en toda su plenitud.
Aún hoy siento que hay cosas que se me escapan, pero nadie podrá decir que no es un dardo jodidamente envenenado terminar una canción como Borrachos Al Volante, que solo habla de lo colocado que van unos tipos metidos en un coche, con la frase "y no me negarán que esto es algo interesante". Y encima en un disco editado por Ohiuka, o lo que es lo mismo, el propio epicentro del rock radikal vasco que ya por entonces empezaba a agotar su rabia y cambiarla por batallitas de este tipo. Por poner otro ejemplo, en Nuevos Horizontes parece que cuestionan el papel que el rock y el punk y hasta a lo mejor la izquierda de aquellos años, tan machista o más que la sociedad de la que renegaban, le había otorgado a la mujer.
En lo musical, ya lo dije antes, tiraron de todo lo necesario para que estas canciones fueran adhesivas, piano, violín, vientos, mandolina. De todo lo necesario entre lo que había disponible por aquellos años, porque inventar, no inventaron nada. O quizás si, porque acaso ¿no es la elegancia de la melodía de Confucio, la canción, un precedente geográficamente cercano de la distinción de la que luego haría gala el Donosti Sound?
Lo único que me queda por pedirles es que sigan la famosa doctrina de Confucio. Hagan lo que yo hice en mi juventud, escuchar mucho este disco, y ni caso a lo que dije.
En este disco Ancha Es Castilla fueron los señores D. J. Ramón Velasco, D. Aitor Anchía, D. Gurutz Bikuña y D. Francisco Aseguinolaza. También contaron con la ayuda de D. Pedro Irizar, D. Xabi Sarasola, D. Josetxo Silguero, D. Mikel Balkarlos, D. Carlos Hipólito, D. Bixente Martínez y D. César Ibarretxe.
G.G.Quintanilla quiere que escuches Sentado En Mi Mecedora.
Alfredo quiere que escuches Nuevos Horizontes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario