Ya hace años que comenzó a gestarse en la endiablada cabeza de Javier Corcobado el proyecto Canción De Amor De Un Día (CADUD). Según sus propias declaraciones, la primera anotación en sus diarios que hace alusión a este proyecto aparece en octubre de 2004. Ahora, mas de diez años después, todas las noticias avisan de que el fin está próximo y que más pronto que tarde este ciclopeo proyecto será presentado en sociedad en un espectáculo de 24 horas de duración que aunará música en directo, videocreación, performances y otras artes plásticas.
Según me han contado, y tal y como indica el título, la idea original era la de crear una única canción de un día de duración, dividida en cien fragmentos, que sería editada en un novedoso soporte físico que no permitiese avances rápidos, ni rebobinados ni la pausa, solo la reproducción desde el inicio de la pieza, lo que obligaría a quien quisiera escucharla en su totalidad a dedicarle las veinticuatro horas de un día sin interrupción. Vamos, una locura que apunta a la sien de estos tiempos de deglución rápida y fragmentada de todo lo que se nos pone por delante.
Pero como bien se indica en el texto de presentación del proyecto, la música genera imágenes, lo que se tradujo en la decisión de que cada uno de los fragmentos fuera acompañado por una pieza visual de la misma duración. Esta idea aportó una nueva dimensión al proyecto, en el que al final han convergido una larga lista de múscos consagrados y más nóveles, junto con realizadores cinematográficos, videocreadores y artístas plásticos. Me imagino que también habrá complicado la creación del novedoso formato físco que la albergue, al que han denominado La Huella Del Vacio, y al que se refieren como un objeto de cuerpo orgánico y alma artificial.
La lista de artistas que se han encargado de los cien fragmentos que conforman esta canción (ayer se anunciaba que la parte sonora del asunto está finalizada después de un largo proceso de masterización a cuatro manos entre Gonzalo Lasheras y Javier Corcobado) alcanza los 60 nombres en la web del proyecto, aunque las últimas noticias hablan de 63 propuestas musicales implicadas. Nombres que van desde los conocidísimos Bunbury, Amaral o Vetusta Morla a otros que nunca antes había escuchado como V De Amor, Sixto Venganza o Eureka Hot 4, pasando por muchos favoritos del que esto escribe.
En 2014 se presentó oficialmente este proyecto por partida doble, por un lado algunos afortunados pudieron ver el espectáculo Pequeño Preludio (Inmortal), de dos horas de duración, que juntó sobre el escenario a Javier Almendral, Gonzalo Lasheras, Jesús Alonso, Agnés Mateus, Aintzane Aranguena Oar-Arteta y Javier Corcobado, bajo la dirección de Juan Navarro. Por el otro, se editó el disco que hoy nos traemos entre manos, Los Estertores De La Democracia, que de manera ilustrativa lleva por subtítulo LP Avance De CADUD.
Lógicamente este proyecto desborda el formato LP, y quienes lo sufren son las canciones, tres de ellas aparecen recortadas para acomodarse a los surcos del vinilo. Así que podemos tomarnos el disco como una visión panorámica de lo que está por venir. Los dos minutos que aparecen de Ruido Despacio, de los 20 que la conforman, nos asoman a un espeluznante experimento de ruido inmisericorde y sibilante, que tiene el honor de ser la pieza más antigua que se ha editado de todas las creadas por Corcobado. Datada en 1980, e interpretada junto a su hermano Gustavo, esta vuelve a señalarlo, otra vez, como pionero de tantas cosas en este país.
Entre 2012 y 2013 se grabaron las otras cuatro canciones de este disco, en Les Falta Amor madura la idea que ya rondaba por Susurro, la canción que abría Editor De Sueños, la de una sociedad enferma y mala que ha dado la espalda al amor. El Mar Es Mi Corazón y Sombrero De Barcos, que es una delicia, retratan su obsesión por el mar, que empezaba a hacerse patente en Arco Iris De Lágrimas, mientras sigue cantando al amor. Los Estertores De La Democracia ocupa toda la cara B del disco, su versión integra de 30 minutos se puede escuchar en la descarga digital que lo acompaña, es toda una experiencia de la que solo diré que ese estribillo que grita "libre, libre, libre..." me suena hoy tan revolucionario y definitorio como aquel "destruye, destruye..." con el que nos increpaba Jorge Martínez cuando éramos jóvenes.
El conjunto, como buena presentación, deja con ganas de muchísimo mas... y ya queda menos.
Participaron en la grabación de estas canciones Javier Almendral, Gonzalo Lasheras, Fino Oyonarte, Larry Martín, Josu Urquidi, Juan Pérez Marina, Jesús Alonso, Susana Cáncer, Javie Díez Ena, Nerea Castañeda, Sergio Llanos, Gotzon Garay, Arkaitz Garay, Justo Bagüeste y los niños Nora Uriarte Aranguena y Hugo Lasheras.
Nota para los curiosos e impacientes: Se puede escuchar algún fragmento mas de CADUD en El Futuro Que Imaginábamos En La Niñez de Les Rauchen Verboten y en el debut homónimo de Cartografía Del Ruido.
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