jueves, 1 de diciembre de 2016

La Femme Fakir - La Femme Fakir (Luscinia Discos 2015)

Lo decía Javier Colis recientemente: "Hay épocas muy creativas en las que sin embargo nadie se interesa por lo que estás haciendo, lo que no quiere decir que estés de brazos cruzados”. Frase que describe perfectamente lo que me pasó a mi con este señor después de la edición de Otra Nube, tercer y último disco bajo el nombre de Javier Colis Y Las Malas Lenguas. Ocurrió en 2009 y desde entonces le perdí la pista, y durante mucho tiempo pensé que había entrado en un hiato discográfico similar al que separó su último disco con Mil Dolores Pequeños del primero junto a Las Malas Lenguas. Pero no fue así. Me di cuenta hace un par de años, que me dio por indagar concienzudamente en lo que andaba metido.
Resulta que mi investiagación me llevó hasta Los Cuantos y Forastero, proyectos, ambos, que surgieron en 2011 de las relaciones establecidas entre los miembros de bandas como La Familia Atávica, Ginferno Y Los Saxos Del Averno, Dead Capo, y como no, Las Malas Lenguas.
Junto con Julen Palacios (Las Malas Lenguas, La Familia Atávica), Adrián Ceballos (La Familia Atávica y batería en el segundo disco de Las Malas Lenguas), Gloria March (que se estrenaba en esto de la música) y Kim Warsen (Ginferno) forma Los Cuantos, mientras que en Forastero cruzaron sus caminos, además de Javier Colis, Javier Diez-Ena (Dead Capo, Ginferno y también en el tercer disco de Las Malas Lenguas), Javier Gallego (Dead Capo, conocido por ser el director del programa radiofónico Carne Cruda, aunque a mi entender habría que recordarle eternamente por ser miembro de Insecto, con los que parió ese infinito disco que es Love Fiasco), Dani Niño (Ginferno Y Los Saxos Del Averno), y Abraham Boba.
En el periodo que va hasta 2013 Forastero dejaron grabado un tema en directo en el programa Carne Cruda, cuando aún se emitía en RNE, y Los Cuantos editaron dos discos de difícil localización en formato fisico, ¿alguien puede ayudarme?, y pasaron a mejor vida.
Y si esto no les parece suficiente actividad, el bienio 2015-2016 nos acaba de dejar El Submarinista En El Tejado, el nuevo disco de Forastero, en los que la baja de Abraham Boba ha dejado paso a la incorporación de Juan Carlos Ontoria (Los Saxos Del Averno) y Sergio Salvi (procedente de Italia) a la banda, además de Nada En El Espejo, disco en solitario de Javier Colis, y el estreno de La Femme Fakir, grupo en el que nos vamos a detener hoy un ratito.
En La Femme Fakir militan todos aquellos que antes lo hicieron en Los Cuantos, a excepción de Kim Warsen, aunque el proyecto nunca nació con la intención de ser una continuación de los mismos, sino más bien una mutación, según han declarado los miembros del propio grupo.
Toman el nombre de Koringa, mujer fakir de principios del siglo XX, la única femme fakir del mundo, como se la presentaba allá por 1937 en los circos de Francia. Huérfana desde los tres años, fue criada por una familia de faquires, de los que aprendió el arte de la hipnosis, lo que le permitía ser enterrada entre nidos de serpientes o caminar sobre las cabezas de peligrosos cocodrilos. Eso dice la leyenda.
Puede que el ambiente parisino de principios del siglo pasado en el que Koringa ofrecía sus actuaciones haya inspirado las cuatro breves piezas instrumentales tituladas Seamos Realistas, retazos de jazz manouche que parecen escapados de las cuerdas del mismísimo primo segundo de Django Reinhardt y su banda. Los nueve temas restantes forman un tapiz de rock enrabietado que se dispara en mil direcciones, y que contiene claras referencias en sus letras a esa gran estafa urdida desde los más altos poderes que luego nos han hecho tragar bautizándola de manera eufemística como crisis. El disco tampoco está exento de cierto humor, ahí tenemos (Sunrise) Amanece En Seseña o títulos como Estreno Marquesina, y está impregnado de un carácter explorador que de algún modo lo emparenta en intenciones con Los Iniciados. Puede que se me haya metido esta comparación en la cabeza por el tema Ruinas, que con ese mantra de "dos reyes, dos papas y una botella" y ese vaivén sónico podría encajar en el repertorio del grupo secreto de Servando Carballar.
Sea como fuere, esta Femme Fakir tiene tablas suficientes, al igual que las tenía Koringa, para, sin dejar de ser ellos, sorprender con sugestivos quiebros al mas pintado en cada una de los números que se van sucediendo en este magnífico disco de estreno.



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