Creo que se va a convertir en tradición ir haciendo un especial cada 8 listas de canciones que vayamos publicando. Así que hoy, que llegamos a la número 24 toca, y lo que a continuación sigue es un repaso por la trayectoria de Rafael Berrio.
Rafael Berrio es el último músico que me ha llegado a obsesionar. Aunque era un nombre que ya me sonaba, no fue hasta la salida de Paradoja cuando me decidí a comprar sus discos. Aprovechando que los había editado una multinacional me dirigí a la única tienda de discos de Fuerteventura, que es bastante resolutiva pero poco amiga de lo independiente, y pregunté por los tres discos que Berrio había publicado a su nombre. Consultó su ordenador y me dijo que me los conseguiría sin problema. Al final solo me trajo Diarios y Paradoja. El de 1971 ya está descatalogado, añadió el tendero.
Aprovecho para decir que parte de lo que me impulsó a comprar sus discos fue ver fotos suyas, el magnetismo que desprenden sus imágenes, donde se cruza la elegancia con un curioso despeinado poblando su cabeza, me dejaban claro que no estaba ante un tipo corriente ni ante un impostor, sino ante una figura interesante.
Tambien es cierto que Rafael había ido acumulando buenísimas críticas justo desde la publicación de 1971, y a mí me había ido picando la curiosidad, hasta que me decidí a probar, sería sobre 2016, creo. Como dije antes, me tuve que conformar con Diarios y Paradoja, y desde que sonaron en casa se encendieron todas las alarmas. Diarios era lo mejor que había oído en muchísimo tiempo, las mejores letras jamás cantadas en este idioma, lo hice mío enseguida, y eso, cuando uno roza los 50 años es muy difícil.
Y ya me puse manos a la obra con toda su trayectoria, y fueron apareciendo, uno por aquí, otro por allá, con el paso del tiempo, los discos de Amor A Traicion y Deriva, el de U.H.F. con Mogollón y también 1971. Mientras tanto compré Niño Futuro nada más salir y hace poco su último 10” y el catálogo de la exposición multidisciplinar Lieder.
He ido escogiendo una canción de cada uno de sus discos en orden cronológico, así que según vayan leyendo irán apareciendo los nombres de personajes clave en la carrera de Rafa, aunque quizás el que más desdibujado ha quedado es el de Iñaki Berrio, poeta, que ha aportado unos cuantas letras a las músicas creadas por su hermano. Valga este breve parrafo para hacer un poco de justicia y dejar plasmada la importancia de Iñaki en el devenir de la obra que hoy nos incumbe.
Ya saben, denle al play y disfruten.
El primer grupo con el que Rafa publicó sus canciones fue U.H.F., con los que venía funcionando desde 1979. Santi Ugarte, promotor de conciertos en su Donosti natal monta su propio sello, los ficha junto con Mogollón y Puskarra, edita un maxi de 4 canciones de estos últimos y otro compartido, con dos canciones por barba, entre las otras dos bandas, se los lleva de gira por donde puede, se inventa el término Donosti Sound para publicitarlos y como guinda del pastel los hace debutar en el Rockola.
U.H.F. son puro sonido chispeante new wave, pop colorido y estribillos, las dos canciones que aportan Mogollón, con su respuesta al Rock And Roll Star de Loquillo, acaban por redondear el disco. Lo raro es que la grabación en solitario fue para Puskarra, para mí los más flojos del lote.
Para este disco U.H.F. fueron Enrique Cámara al bajo, Rafael Berrio a la voz, José Manuel Puerto a la guitarra, Antonio Benítez a los teclados y José Ignacio de Lucas a la batería.
Parece que se separaron en 1985, pero desde 1983 Berrio y Puerto ya compaginaban su trabajo en U.H.F. con otro grupo al que llamaron Amor A Traición.
Después de una década de existencia, Amor A Traición consiguieron grabar su primer disco. Previamente parece que hubo un par de intentos que, con las canciones ya grabadas, no terminaron de llegar a buen puerto.
En esta grabación Amor A Traición fueron Rafa Berrio a la voz, José Puerto a la guitarra, Enrique Cámara al bajo, Iñaki de Lucas a la batería y José Luis Lanzagorta, que venía de Puskarra, al piano y al Hammond. Si se fijan, casi la misma formación que integraba doce años antes U.H.F.
Tratado de medios tiempos rockeros con acercamientos al blues, al pop y algún desmadre puntual, podría pasar por el hermano mayor, nació 5 años antes, del Honestidad Brutal de Calamaro, pero no tuvo tanta fortuna en su camino al éxito. Parece que pasó totalmente inadvertido en su época y me imagino que las escasas ventas hicieron que la compañía los abandonase a su suerte. Quizás para los que gustan de esta música, pero que no conocían al grupo, el nombre de la banda no ayudaba a incarles el diente. Me pasó a mí, que en mi juventud vi muchas veces este cd en las tiendas y nunca me dio la más mínima curiosidad, siempre pensaba lo mismo... Amor A Traicion, edita GASA, mitad de los noventa, pop para los 40 Principales.
Después de su breve paso por GASA, al rescate acudió Diego Vasallo, quien se encarga de la edición de este trabajo en su propio sello Galerna, una aventura que tiene más que ver con la justicia poética y el generoso reconocimiento a otros músicos sin suerte que con actitudes pecuniarias, y con la que por aquella época también pone en la calle el trabajo de otros ilustres músicos donostiarras, Sanchís Y Jocano, tan queridos y respetados en su tierra como desconocidos en el resto del país.
Grabado en los estudios De Lucas, propiedad del miembro del grupo Iñaki de Lucas, colaboran a las voces, cada uno en un tema, Txetxo Bengoetxea, de 21 Japonesas, y el propio Diego. La banda, además de Rafa y el mencionado de Lucas, la completan Enrique Cámara, José Luis Lanzagorta y, como novedad, Paul Zubillaga a la guitarra.
Disco más sosegado que el anterior, más tendente al rhytm and blues, que en su segunda mitad abandona las influencias americanas para acercarse a la chanson, el vals, el cabaret y a la tradición europea. El resultado, para mí, es inferior al del disco anterior… además de incluir en el libreto uno de los peores textos laudatorios que uno recuerda.
Según declaraba Rafa en una entrevista, Amor A Traición terminó debido al sucesivo abandono de los músicos que lo formaban. Algo que pasó apenas un año después de editado su segundo, y último, disco. Su siguiente paso es Deriva, que él concibe al principio como un proyecto personal e individual, y que acaba cristalizando en este Planes De Fuga, editado por el sello valenciano Criminal Records.
En la grabación del disco participa una buena cantidad de músicos, entre ellos todos los que habían aparecido en los distintas formaciones de Amor A Traición a los que hay que añadir las guitarras de Borja Iglesias, Dani Fernández, Kike Alfonso y Kevin Butcher, la batería de Jon Intxausti, el bajo de Txua y los coros de otra larga lista de personas entre las que están la habitual Virginia Pina y Xabi Garre, por aquellos años en La Perrera.
Este parece ser el disco de Berrio del que nadie quiere hablar, sin duda es el más inesperado, plagado de sintetizadores y ritmos programados por obra y gracia de los nuevos aparatso que Iñaki de Lucas había incorporado a su estudio, el resultado, al principio desconcierta un poco, igual que pasaba en su día con Corcobator, del que podría ser su hermano menor, ya que llegó dos años despues del de Javier. Aún así, también hay buenas guitarras, una actitud más vehemente en la voz de Rafa y, aunque vestidas de otra manera, en un par de escuchas queda claro que estas nuevas criaturas también llevan su ADN.
Parece que una vez grabado el disco, para su presentación, la banda quedó formada por Berrio a la voz, Ebi Soria al bajo, Jon Intxausti a la batería y Borja Iglesias a la guitarra, estos dos últimos provenientes de Purr, banda de los últimos coletazos del indie de los noventa con un par de discos en Subterfuge, y con carreras bastante interesantes después, donde caben nombres como Inoren Ero Ni, Anari, El Desvän Del Macho, Ama y Hotel.
Segundo disco de Deriva, que nos trae a Berrio de vuelta a un sonido más cercano al rock y a las propuestas de Amor A Traición, con lo que su anterior álbum queda como un rara avis en la trayectoria del músico. Este Harresilanda fue grabado durante la segunda mitad de 2003 otra vez en los estudios De Lucas, aunque tuvo que esperar hasta 2005 para ver la luz. En esta ocasión el grupo recurrió a la autoedición y contó para su dstribución con la ayuda del sello gipuzkoano Gaztelupeko Hotsak.
Otra vez la nómina de músicos que participaron en la grabación de disco es bien larga, con Rafael Berrio, Borja Iglesias, Alberto Bosch, Jon Intxausti, Iñaki de Lucas, que también se ocupó de la producción, José Luis Lanzagorta, Virginia Pina y Charly González como actores principales, a los que hay que añadir las colaboraiones de Cristina monge, voz en Bronca, Kevin Butcher, José Puerto, Joshemari Huarte, Enrique Cámara, Joserra Senperena, atención a este nombre, Mikel Azpiroz, Diego Vasallo y Dónal Thompson.
Disco de pop y rock reposado y narrativo, que avanza sinuoso entre historias de desamor, anhelos, realidad, ebriedad y desastres cotidianos, igual con cierta linealidad musical, pero donde ya no se puede esconder una calidad y riqueza literaria difícil de encontrar por estas latitudes.
Trabajo que surge de una proposición de Suso Saiz a Diego Vasallo, ya habían trabajado juntos en aquel Cuaderno De Pétalos De Elefante de 2002, para adaptar algunos Lieder clásicos, a la que Diego contesta doblando la apuesta y proponiendo un acercamiento al Romanticismo desde diferentes lenguajes artísticos. Así extiende la invitación a otros artistas en los que tiene absoluta confianza.
Recogen el guante Joserra Senperena, Rafael Berrio y Thomas Canet, además de los artífices de la idea. Diego aporta veinte pinturas de paisajes abstractos en ocres, negros y grises, Suso Saiz la video-instalación Do-Mi-Sol. Por su parte Joserra Senperena aporta tres piezas musicales grabadas en un piano de marca Erard de gran cola fabricado en 1880 y Thoman Canet, una serie de fotografías además de realizar los siete trabajos de video que acompañan a las piezas musicales aquí presentes. Por último Rafael Berrio aporta tres canciones nuevas grabadas con la única ayuda del violonchelo de Yi-Wen Wang, mientras él se encarga de la guitarra y la ármonica.
Abolución, En Tu Nombre, sobre un poema de su hermano Iñaki, e In Memoriam. El vino, el amor y la muerte, lo que en una entrevista él denominaba los temas clásicos de todo, de la literatura y del arte en general. En Tu Nombre la recuperó en su último disco grande, Niño Futuro.
Las otras dos permanecen ocultas en el DVD que acompaña al bonito libro-catálogo que se editó con motivo de la exposición, que llevó el título de Lieder, y que reunió toda las obras creadas por estos cinco artistas para mostrar su particular visión del Romanticismo. Inaugurada a principios de 2009 en la galería Arteko de Donostia, Rafa también se encargó del texto-manifiesto que pone las bases artísticas del proyecto, y que se reproduce en castellano y euskera, traducción del escritor Harkaitz Cano, en el mencionado catálogo.
Rafa se decide a presentar el primer disco a su nombre, y para ello entrega las canciones a Joserra Senperena que se encarga de vestirlas con sus arreglos. Warner se decide a publicarlas, pero no con mucha confianza, creo que la tirada no debió ser muy larga y se agotó bastante pronto. La crítica es unánime y se habla de obra maestra. Los que no reaccionamos a tiempo nos quedamos sin ella, y los que la compraron, la atesoran con cariño, por lo que durante todos estos años ha sido muy difícil encontrar una copia en el mercado de segunda mano.
En 2016 los responsables del sello Sonido Costa Verde dejan caer en una entrevista de que lo van a reeditar en vinilo, pero que Rafa quiere regrabar algunas cosas del disco con las que no estaba del todo contento, y que habrá que esperar por lo menos hasta mediados de 2017 para tenerlo listo. Al final, este proyecto nunca fue materializado y hubo que esperar hasta 2021 para que se reeditara en cd. Yo, que no suelo comprar reediciones,esta vez no me lo pensé, y gracias a eso he podido disfrutarlo.
Alejadas totalmente del rock, pianos, contrabajos, violines y acordeones prevalecen sobre la triada guitarra, bajo, bateria, de forma que las diez canciones que conforman el disco suenan maduras y distinguidas, un poco decadentes, acorde con las letras, como para ser cantadas en uno de aquellos antiguos escenarios con bombillas en el suelo. Simplemente decir que este disco debería estudiarselo de pe a pa todo aquel músico que empezó su carrera en los ochenta y que pretende seguir entregando canciones acordes con su edad y que sigan entusiasmando a su público, algo así como el disco que lleva intentando hacer Loquillo media vida sin conseguirlo.
En esta ocasión, para grabarlo, Berrio y Senperena, que también se encargó de la producción, contaron con la ayuda de Jacob Reguillón, Carlos Raya, Daniel Griffin, Philippa Skillman y la segunda voz de Virginia Pina.
Como la cosa funcionó, Berrio y Senperena redoblan la apuesta y manteniendo el concepto de su anterior disco, incluso el arte que lo envuelve es similar al de 1971, deciden que es el momento de abandonar guitarra, bajo y batería para que solo sean las cuerdas y el piano de Joserra los que acompañen a su voz.
Para mí es la cima creativa del donostiarra, el disco, como comenté al principio, que me lo descubrió como un genio al que nunca antes había hecho caso. Gran parte de la culpa de mi entusiasmo por este disco lo tienen las letras, que nos muestran a un escritor sarcástico e inteligente como pocos, creando un personaje alejado y enemistado con las veleidades de la época que nos ha tocado vivir, conocedor de los bajos fondos de antaño y enamorado de esos tugurios que después de la medianoche, culquier día entre semana, servían de refugio para los que la soledad de sus destartalados hogares se les hacía insoportable. Retratos de un mundo que existió y del que ya solo quedan pequeños reductos, y él, habitante de la noche y lector de libros amarillentos ve impotente como todo cambia, nos cuenta como la edad lo acorrala y se nos muestra seguro de afrontar su futuro encuentro con la muerte con calma, pensando que a veces aguantar otro amanecer más es solo un absurdo. Y que le den por culo a que las pequeñas cosas son las que te dan la felicidad, eso sí que me ganó, entre tanto pensamiento positivo cotidiano.
Realmente es un disco duro, con pocos espacios para la esperanza, pero absolutamente adictivo, y con un sentido de humor bien retorcido.
Piano, acordeón, arreglos y dirección de orquesta por Juanra Senperena es la única frase de los créditos que hace alusión a los músicos que participaron en la grabación. Poco má hay que decir, salvo que en alguna entrevista hablaba de que en un futuro este Diarios podría editarse formando un díptico junto con 1971.
Cuando lo más fácil hubiera sido ir a por la trilogía, que creo que todo el que había oído sus dos discos anteriores también lo estaría deseando, Rafa nos deja con dos palmos de narices y vuelve al formato de banda de rock para entregarnos su disco más guitarrero, contundente y áspero. El nombre de Joserra Senperena desaparece de los créditos, pero por supuesto que no de los agradecimientos, y creo que por primera vez desde los tiempos de U.H.F. no cuenta con coros femeninos, algo que le hacía mucho bien a sus canciones.
Para la ocasión se rodea de Rafa Rueda a la guitarra, que se dió a conocer con π L.T. y ya tiene unos cuantos discos en solitario, Joseba B. Lenoir también a la guitarra, Felix Bluff a la batería, ambos en la banda vasco francesa Willis Drummond, y Fernando "Lutxo" Neira al bajo.
Buen disco que funciona por sus dos vertientes, las primeras escuchas me engancharon por los temas más guitarreros, tan efectivos como faltos de originalidad en lo instrumental, pero con riff tan pegajosos que cuesta desprenderse de ellos. Luego se van imponiendo los medios tiempos, que cuesta poco imaginarlos con un tratamiento similar al de los dos discos anteriores, y donde no cabe más remedio que volver a mencionar el buen trabajo de Berrio en las letras. De hecho una de las cosas que más me ha sorprendido en estos días, mientras escribía esto, es que en muchas de las entrevistas y videos que he consultado siempre se refieren a él, incluso otros músicos, como uno de los mejores letristas de este país, uno de los más importantes, pero en pocas ocasiones alaban su faceta de músico. De manera inconsciente creo que dan un poco en la clave, incluso en alguna ocasión el propio Rafa comentaba que le daba pereza trabajar en sus canciones. Igual su ligera despreocupación nos privó de obras todavía mayores.
No sé como funcionó este disco a nivel de ventas, pero supuso el fin de su contrato con Warner, creo que su relación más duradera con una discográfica.
El único disco de Rafa que compré en cuanto salió, Niño Futuro sirvió para inaugurar el sello creado por el propio artista para editar su música, por lo que lo tenemos de vuelta en la autoedición, pero parece que esta vez de una manera más convencida. Supongo que Gema, su pareja, algo habrá tenido que ver para animarse a establecer la estructura, por mínima que sea, que acarrea un sello discográfico.
En esta ocasión le acompañaron en el estudio el gran Joseba Irazoki a la guitarra, este señor también merece un especial, Paul San Martín al piano, Karlos Aranzegui a la batería y Fernando Neira al bajo. Además vuelven los coros femeninos con Virginia Pina y Elena Setién.
Toca volver a sonoridades más pop, bonitas, más convencionales, que hacen que en las primeras escuchas destaquen sobremanera los casi siete minutos de recitado del tema que da título al disco. Parece lógico que León Benavente la haya elegido para realizar una versión, que publicaron a comienzos de este año, adelantándose a La Vida Que Amo (Un Homenaje A Rafael Berrio), disco editado hace un par de meses en el que amigos y admiradores le presentan sus respetos e interpretan once de sus canciones.
El resto de temas raya a buen nivel, hay al menos tres o cuatro canciones que llegan a imprescindibles en sucesivas escuchas, otra vez me recuerda en ocasiones al mejor Calamaro, y es todo un acierto el rescate y reinterpretación de Tu Nombre, que antes había visto la luz dentro del Proyecto Lieder. Por cierto es Thomas Conte quien se encarga de la foto de portada de Niño Futuro.
Desgraciadamente, y no había querido mencionarlo hasta ahora aunque imagino que la mayoría de ustedes ya lo sabrá, Rafa falleció de cancer de pulmón en 2020, dejándonos a todos los que adoramos sus canciones un poquito más huérfanos, un poquito más tristes y un poquito rabiosos por no haberlo reivindicado con más fuerza mientras vivía y dedicarnos solo a disfrutarlo desde que lo conocimos.
Disco postumo en el que en una cuidada edición, vinilo de 10" acompañado de cd, se recogen las tres ultimas canciones que grabó Berrio. Según los créditos se acabaron de masterizar en febrero de 2020, y la parca se llevó a Rafa el último día del mes de marzo de ese mismo año.
Parece que su intención era la de grabar cinco canciones que ya tenía terminadas, pero al final solo pudieron ser estas tres. Acompañaron a Rafa en esta grabación Paul San Martín al piano, Carlos Taroncher al clarinete bajo, Karlos Arancegui a la percusión e Iñaki Dieguez al acordeón, otra vez se presciende de la instrumentación propia del rock, para sumergir las canciones en ese pop de cámara cercano al vals que tan feliz nos hizo.
El disco salió en octubre, precedido por un video obra de Thomas Canet, de la canción que lo abre, Insulsa. Las otras dos canciones son Violetas y Al Viento. Esta última es un rescate del repertorio de Amor A Traición que ya apareció en otra versión en el segundo disco de la banda. Ese mismo año también vio la luz el libro Absolución, preparado junto a Jonás Trueba, en el que se recopilan gran parte de sus letras, e incluso alguna inédita.
El disco, que lleva por portada un magnífico retrato-ilustración-caricatura de Mikel Casal, incluye en el interior un sentido texto de su amigo Diego Vasallo, que termina con "Sorteaste la fea realidad de lo vulgar. Viviste la vida que amamos".
Aparte de sus discos oficiales, Rafa tiene unas cuantas canciones dispersas en distintos recopilatorios como son la participación de Deriva en el Homenaje A Alaska editado en 2002, en el que versionan Hagamos Algo Superficial Y Vulgar, o ya con su nombre en el Cd que recoge el Festival organizado por Rockdelux para recordar al bajista de La Buena Vida, Pedro San Martín, donde interpreta en directo Tormenta En La Mañana De La Vida y luego, en el único bonus track del disco, su versión en estudio junto a Rosa Martí de Guillermine.
También compuso e interpretó en 2016 Arcadia En Flor, tema prinicipal de la película La Reconquista de Jonás Trueba, además de contar con unas cuantas canciones y letras entregadas a otros artistas que van desde La Oreja De Van Gogh hasta Amateur, pasando por Sole Giménez y Mikel Erentxun. Junto a este último se le puede escuchar en el directo Tres Noches En El Victoria Eugenia interpretando Tu Nombre En Los Labios.
Pero quizás lo más interesante de todas estas apariciones y colaboraciones está en su proyecto Phantasma junto a Maite Arroitajauregi, más conocida como Mursego. Espectáculo con el que se subieron creo que solo tres veces al escenario y en el que se recitaban textos del propio Berrio y de los escritores Harkaitz Cano y Victor Iriarte. Por lo que he visto, Maite prestaba su voz a los texto en euskera y Rafa a los escritos en castellano, mientras que juntos engendraban ambientes espectrales creados a partir de loops de guitarra y violonchelo arropados por los visuales generados por Barbados Lab. Creo que esto no quedó registrado en ningún disco, una pena.
Así que al final he decidido poner como resumen de todas estas apariciones sueltas la versión de Sous Le Soleil Exactement que grabó para el homenaje integramente en euskera que el sello Gaztelupeko Hotsak dedicó a Serge Gainsbourg en 2008. Igual no es mi favorita de todas las mencionadas en este apartado, pero sí me gusta para terminar esta selección.
Aparte de su colaboración en los discos 1971 y Diarios, Berrio y Senperena tuvieron la idea de grabar y representar Adiós A La Bohemia, obra de teatro de Baroja, a la que Sorozábal dio forma de zarzuela con la ayuda del propio autor a principios del siglo pasado.
La obra cuenta la despedida de Ramón y Trini en un café, donde recuerdan sus años juntos en los que compartían sueños, deseos, amor, mala vida y escasos ingresos con poetas, pintores, escultores y demás bohemios. Fin de una época y el correspondiente ajuste de cuentas cuando la cruda realidad se impone a las quimeras de la juventud. Todo esto ambientado en un café de barrio de Madrid allá por el año 1900.
Para grabarla, Senperena y Berrio congregaron a una larga lista de colaboradores entre los que destaca Ángela Molina en el papel de Trini, que junto con Rafa, en el papel de Ramón protagonizan la obra. El elenco lo completaron algunos nombres ilustres en esta casa como Antonio Bartrina, Rafa Rueda, Petti, Miren Iza, Alondra Bentley y Eusebio Poncela, y otros a los que no conocemos de nada, pero nos vamos quedando con sus nombres, que son Josean Bengoetxea, Ander Zulaika, Gabi Exeni, Jorge Carrero, Vito Sanz, Virginia Montenegro, Eva Milangolarra y Zulima Sanpayo.
La obra solo se pudo ver una vez sobre los escenarios, fue el 25 de junio de 2017 en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario