Vinilo de horrorosa portada que me topé un día curioseando en Wallapop, y que compré solo por el placer de contemplar la gran diferencia de precio entre el ejemplar que tenía ante mis narices y lo que se suele pedir por una copia de este disco en webs más especializadas en la venta de vinilos.
Poco, o casi nada, sabía entonces de Juan Carlos Calderón, aunque cuando empecé a investigar, me quiso sonar que algo había leído sobre el primer disco que sacó junto a su Taller De Música.
Resulta que Juan Carlos Calderón ha sido uno de los grandes de nuestra música, comenzó como pianista de jazz, editando un par de discos en la segunda mitad de los sesenta, siendo uno de ellos, Bloque 6, reeditado posteriormente por el prestigioso sello Blue Note.
Hasta su muerte en 2012 es casi infinita la lista de músicos con los que trabajó. Durante los setenta, como arreglista y director musical, colaboró con Nino Bravo, Cecilia, Aute, con Serrat en su cumbre Mediterráneo, volvió al jazz con su amigo Vlady Bas, e incluso tocó el piano en el segundo disco de Tequila. También compuso canciones para festivales, con Eres Tú, Mocedades quedaron segundos en Eurovisión. En los ochenta se fue a vivir a Los Ángeles y llegarían los trabajos con Luis Miguel, Ricky Martin, un par de Grammys… y otras cosas que no me interesan tanto.
Este Disco es música para pistas de baile con bola de espejos, tipo Baccara, Manolo Gas, Pepe Sánchez, ya saben cómo había pegado la Fiebre Del Sábado Noche un par de años antes. Quizás ya era el final de una época, pero aquí aparece alguna línea de teclados que parece presagiar el tecno pop con el que poco más tarde nos taladraría Azul Y Negro.
La Nada nació en Gran Canaria a mediados de los ochenta como dúo de tecnopop con un amplio abanico de influencias, creado por Manolo Delgado y Boro Díaz, esta formación se ha mantenido durante toda su larga, pero intermitente, singladura. Fue en 1990 cuando consiguieron editar su primer disco a través de RM Records, el sello que por aquel entonces manejaba Alejandro Ramos, pionero en la realización de video-clips en las islas, escritor, realizador de documentales y, en general, documentalista de todo lo ocurrido alrededor de la música en Canarias. También músico, el primer disco que grabó con Hermanitas siempre me pareció que lo emparentaba de algún modo con el Josetxo Ezponda de My Deaf Pink… Love, escúchenlo ustedes si pueden.
En 1992 volvieron a la carga con su segundo disco, Frente al Televisor, y aunque previa a la salida de este se habían acercado a los tejemanejes promocionales de la sección local de Los 40 Principales, creo que pasaron igual de desapercibidos para el gran público. Tocaba descansar, y quizás, replantearse el proyecto. Llegado 1998 reaparecen, discograficamente hablando, conviertiendo su nombre en un único vocablo y con este cd de explicito título, que a la vez sirve de declaración de principios.
Echan toda la carne en el asador con su tecno bailable de espíritu rock y consiguen un comienzo apreciable, si algunas de las canciones aquí presentadas las hubiera compuesto Fangoria, nos las hubiesen metido hasta por los ojos, pero pronto el impacto acaba por diluirse entre demasiadas ganas de gustar, y a mi me parece que al final esto suena como un cruce imposible entre La Unión, cuando le dio por lo de la pista de baile, y el Tino Casal de los dos últimos discos.
El sello canario El Hombre Bala recuperó parte de las grabaciones de la banda en 2019 bajo el título de OnceMenosVeinte, y curiosamente solo incluyó un tema de este Comercialidad, seguramente porque sea su disco más flojo.
Fangoria llevan una larga temporada haciendo lo que le da la gana, me imagino que entre la fidelidad de sus seguidores y los que picamos puntualmente en su discografía a ver qué se les ha ocurrido esta vez, ellos se lo pueden permitir.
La verdad que yo hacía tiempo que no pasaba por caja, en concreto desde Absolutamente, en 2009. Un paseo obligado por unos grandes almacenes, un precio irrisorio, el estuche del cd en forma de piano y lo de edición limitada fueron la circunstancias que se conjuraron para volver a prestarles atención.
Y aquí los tenemos, con un piano como protagonista, sin máquinas, y sin base rítmica. Empezamos con una intro orquestal y con un recuerdo a su etapa Dinarama con Cebras, para seguir con ocho temas de Fangoria, interpretados todos con Alaska en plan diva, cantando a pleno pulmón y con un público entregado a muerte.
Todos sabemos que el espectro creativo de Fangoria va desde canciones excelentes hasta otras que rozan lo ridículo, aquí hay de los dos extremos, pero el novedoso tratamiento instrumental ayuda a homogeneizarlas. Lo peor, el disgusto de oír una Cebras tan solemne, con lo que me gusta la original, lo que han hecho con las demás, se lo puedo perdonar.
Esclarecidos se hicieron mayores enseguida, después de tres singles y un mini LP con los que podían convivir con el resto de grupos que formaron parte de todo eso que se llamó La Movida, viraron casi en redondo y sacaron Esclarecidos 2, donde emprendían la huida de la algarabía juvenil del momento hacia una música distinta, elegante, hacía un pop abierto a influencias del jazz, de la bossa, hacía canciones rotundas de belleza clásica.
Cuando iban por los doce años de carrera, y ya contaban con cinco discos a sus espaldas, editaron este recopilatorio, no voy a decir de éxitos, porque pocos o ninguno han tenido, que sirve como panorámica de su trayectoria.
Pocas sorpresas para los que ya eran fans del grupo, un rescate de la primera maqueta del grupo, dos versiones, una de Talking Heads grabada para la ocasión y la que hicieron de A Flúor para el disco homenaje a Poch, además de una nueva grabación de la canción que da título al disco, lo demás, todo conocido y no especialmente difícil de encontrar. En conclusión, artefacto más útil para los no entusiastas del grupo o quien no los conozca que para su pequeña base de fieles seguidores.
Yo, cuando más los escuché y les cogí el punto fue en la época de Rojo y Dragón Negro.
La historia es más o menos conocida, Jone Gabarain, Teresa Iturrioz, Ibón Errazkin y Peru Izeta deciden dejar atrás su etapa como Aventuras De Kirlian, incorporan a Gorka Ochoa a la batería, que también tocaba por entonces con Los Perdidos, y Peru pasa a la guitarra. En menos de dos meses reaparecen con el nombre de Le Mans. Esto ocurría en 1990.
Luego se lo toman con paciencia y van grabando este disco entre 1991 y 1993, que al final deciden publicar con Elefant, aunque parece que recibieron una oferta previa de La Fábrica Magnética.
Yo nunca fui muy fanático del grupo, en los noventa era más de La Buena Vida, y ahora, más de Single, aunque fui comprando alguno de los discos de Le Mans presionado siempre por las buenas críticas y la esperanza de encontrar "eso" que les hacía merecedores de tantos elogios. Alguna canción encontré, pero nunca un disco que me maravillase.
Ahora es la primera vez que escucho su debut, y está claro que si no se llegan a cambiar el nombre, nadie se hubiera quejado, es bastante continuista con lo que venían haciendo como Aventuras De Kirlian, de hecho, algunas de las canciones aquí grabadas pertenecían al repertorio del anterior grupo. El disco es entretenido, inocentón, para una juventud y un estilo de vida que ya no existe, más o menos el que nos retrataba Verano Azul, meriendas, playas, reuniones en casa y primeros amores. Sonrisa cómplice, algo de rubor y cándido escapismo al escucharlo.
Cuarto Ep publicado por el Dúo Dinámico y segundo de los cuatro que vieron la luz en 1960. Editado ya en plena curva ascendente de su popularidad, todo parecía sumar, su juventud, su ropa colorida e informal en contra del traje gris marengo que predominaba en la época, los nuevos ritmos que introducían en este país y hasta las canciones de su autoría, que iban metiendo en sus discos a cuentagotas, que por aquellos tiempos las compañías exigían una generosa cuota de versiones de éxitos internacionales.
En esta ocasión su aportación compositiva es Vivir, Amar, Soñar que suena como una big band de pequeños almacenes, con sus vientos y su swing agradable. Más a rock pionero suenan Locamente Te Amaré, versión del Makin' Love de un tal Floyd Robinson, y Kansas City, composición del tandem Jerry Leiber y Mike Stoller que tantos hits crearon para Elvis Presley, aunque esta Kansas City parece que fue Little Richard el primero en interpretarlo. Aquí suena bien, con una guitarra que hace sus cositas. Cierra este disco, oh sorpresa, toda una curiosidad, una versión de To Know Him Is To Love Him, con la que un joven Phil Spector y sus Teddy Bears habían vendido más de un millón de copias a finales de 1958. He escuchado versiones mejores, pero tiene su gracia que el Dúo Dinámico hayan sido, seguramente, uno de los primeros en este país en versionar a este gurú del indie.
Después de No Somos Nada, mi interés por La Polla Records fue en declive, ya su tercer disco me parecía un poco peor que Salve Y Revolución, pero Donde Se Habla, con tanta metáfora de animales, me dejó bastante frío, aunque no quería reconocerlo, y su primer directo fue otra decepción, prefería mil veces el pirata que tenía de su concierto en La Casa De Campo, con batalla campal incluida.
Compré Ellos Dicen Mierda, Nosotros Amén porque me gustó la portada, y bueno, me pareció algo mejor que los dos anteriores, pero la sorpresa saltó con Los Jubilados, me lo grabaron, y todo fue alegría.
Para mí fue como una vuelta a sus primeros discos, un regreso a las ganas de pasárselo bien, a decir las cosas claras con un discurso sin complicaciones, un abandono de la madurez para volver a ser cinco chiquillos con ganas de hacer ruindades. La evolución que llevaría a grupos como M.C.D., Parabellum o Cicatriz a ser meros grupos de rock fue para mí lo peor que le pudo pasar al punk hecho en el País Vasco, así que este disco, que se sale de todo lo previsible, me sigue alegrando a cada escucha.
Cierto es, que como todos los chistes, por buenos que sean, dejan de divertir si lo escuchas todos los días, además el que cada canción venga ilustrada por un cómic de Azagra ayuda a aumentar esa sensación de tratarse de algo liviano, para echarse un rato divertido sin más.
Los tres primeros discos de Los Suaves siempre fueron para mí en un mismo lote. Los conocí y los escuché a la vez. De los tres, Frankenstein era el que tenía mejor título y portada desde mi punto de vista, pero era el que menos me gustaba. Igual fue porque el primero tenía a Peligrosa María y el tercero a Dolores Se Llamaba Lola, auténticos himnos, y a Frankenstein le faltaba esa canción enseña.
Pero escuchados ahora, la cosa cambia, Frankenstein debe ser el disco más punk de Los Suaves, algo descompensado, casi todo lo mejor está en la cara B. De los cuatro temas de la A destaca Una Ciudad Llamada Perdición, en cambio la B te asesta un machetazo brutal nada más comenzar, con la hiperviolenta Mear Contra El Viento seguida del tema que da título al disco y de Por Las Noches, aquí están Los Suaves mas sucios, furiosos y los que ahora más me fascinan. Cerrar con A Caín es otro acierto, y me parece que solo Tocando Fondo desmerece un poco.
De los seis músicos que grabaron su primer disco, solo Yosi y su hermano Charly se mantienen en la formación del grupo para este segundo disco, en el que se incorporan Tito Canolas a la batería y Pepe Losada y el mítico Hermes Alogo a las guitarras, aunque al final lo que manda, al igual que con su primer disco, es la mala calidad del sonido, que le da ese toque que lo hace crudo y grande.
Lo dicho, ahora me parece que los mejores minutos grabados de Los Suaves, al menos de los que recuerdo, están en este disco que las olas no han conseguido llevarse.
Otro de los cd's del lote que le pillé al señor que vendía mucha música cantada en euskera a precio ridículo. Leihotikan, edita Gor y hacen punk según pone en Discogs, ¡pues vamos a ver cómo va la cosa después de tantos años obviando casi todo lo que editaba el sello pamplonica por puro aburrimiento!
Formados desde 1992, este fue su primer disco oficial después de un par de maquetas. Siguen en activo y ya van por su octavo registro, incluyendo su directo de 2014.
El disco está bien, me gustan más cuanto más se acercan al hardcore, recordando a los primeros BAP!! pero algo menos furiosos. Por el otro lado transitan por un punk-rock que en Euskalherria ya debe ser casi mainstream y que imagino que les ha permitido resistir todos estos años siendo unos auténticos desconocidos en el resto del estado. También, entre los 15 temas del disco, dejan espacio para un par de guiños a las tradiciones de su tierra en forma de bertsos. Nada que no se haya visto antes, pero que en cierta manera funciona.
Agradable para conducir o echarte algún guitarrazo al aire cuando te coge con ganas, hay calidad de sobra, eficiencia y buen hacer, pero poco que haga arquear la ceja y sorprenda a un viejito como yo que los escucha ahora por primera vez.
Disco hallado en una caja de una tienda de muebles y libros y ropa y yo que sé cuantas cosas más de segunda mano. La carátula, los títulos de las canciones, el nombre del grupo y la manera de escribirlo exhalaban ese algo que no puede llevar a error y que decía que me encontraba ante un artefacto con alto contenido en heavy metal.
Puesto que el metal no es mi pasión, la balanza se decantó a favor de comprar el disco al tratarse de una maqueta autoeditada de un grupo de aquí de las islas.
Activos desde 1997, la banda siempre ha estado impulsada por las guitarras de Alejandro Sepulveda y Artemi Rodríguez, mientras que se han ido sucediendo los cambios en la base rítmica y la voz, siempre femenina. Dependiendo de las fuente consultada esta grabación aparece como su cuarta o quinta maqueta.
Aun con mi bajo dominio del inglés, parece que se trata de un disco conceptual, las intros y efectos que unen los temas hacen pensar en un país devastado por la guerra y alguin que huye. En lo musical tenemos metal melódico con aportaciones de piano y guitarras acusticas en largas composiciones plagadas de cambios e incluso letras recitadas y apuntes arábigos en un tema. La gente que sabe habla de influencias del metal clásico de los ochenta con Iron Maiden y Helloween a la cabeza, y otro que sabe más habla de The Gathering y Within Temptation, grupos que yo no se de que van ni había oído sus nombres en mi vida. A mi me parece que esto va en la línea de lo que Warcry o Stravaganzza hacían por esa misma época, ustedes dirán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario