Mira por donde últimamente ando algo despistado, busco en la nevera las medicinas de los niños, tiro el cenicero a la basura, voy a comprar sin dinero o dejo las llaves puestas en la puerta al entrar en casa, ¿dónde habré metido el mechero? Nada preocupante, ligeros descuidos que tienen fácil solución, mi cabeza que anda pensando en muchas cosas a la vez. La sensación de tener un ruido ahí dentro metido continuamente, que no para, incluso cuando duermo. Como una especie de interferencia mental a todas horas que me impide actuar con la claridad que solía. Como si un vendaval asolara mi cerebro, y los objetos arrasados golpeasen mis neuronas. Como si mi mente sintonizase la SW de aquella vieja radio que había en casa de mis padres. En algunas ocasiones me parece oír voces, gritos que piden auxilio, que piden clemencia, aunque a lo mejor es otra parte de mi subconsciente que quiere que esto pare, que el ruido tenga fin. Y otras es como un martilleo, como un bombardeo en los cimientos de mi cordura. Cuando menos, se convierte en algo borroso, rugoso, difuso y denso, que elimina toda agilidad de pensamientos y los hace enrevesados y desagradables. Creo que no es nada grave, igual es que estoy escuchando demasiado esta tremenda cinta de Roughuh, cuatro temas de ruido mental.
Seguro que sí, que Roughuh tiene la culpa, es por eso que no han puesto créditos ni nada de información en la que creo que es su única edición, no querrán reclamaciones.
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