Erizonte - Work In Progress (Discos Necesarios 2009)

Cuando entro en un Daily Price de esos, siempre echo primero una mirada general buscando cajas y artworks que se salgan de lo normal, que sobresalgan por arriba, o por algún lado, o que estén colocados en un sitio especial porque no caben en las estanterías preparadas para las típicas cajas de plástico de los CD's. Hace un par de años tuve suerte, entre una masa de ellas asomaba una caja de cartón. Era este disco, el segundo de Erizonte. Pelos de punta.
Otro par de años antes me había enterado de que Julian Sanz era quien comandaba este proyecto y llevaba tiempo con ganas de escuchar lo que estaba haciendo ahora. A este hombre lo conocíamos en casa por haber participado a principios de los ochenta en dos discos que aparte de gustarme mucho, son arriesgados, contundentes y no perecederos, además de dañinos. Se trata del único single que dejó grabado La Fundación, editado en 1983, y del mini-LP de debut de Mar Otra Vez, de 1985. Después le habíamos perdido la pista hasta enterarnos, ya en este siglo, de la existencia de Erizonte.
Pero vamos a lo que nos atañe, este disco fue compuesto durante 2008, sus canciones se fueron estrenando mes a mes en el programa Siglo 21 de Radio-3, y el año siguiente salieron agrupadas bajo el título de Work In Progress.
Se trata de un disco de electrónica libre, rítmico y opresivo, denso y profundo, que es sensual cuando quiere, caso de Sístole ; Diástole, con la voz de Marshta; y que en ocasiones se acerca a lo bailable, como en Saragüey En La Ciudad. Pero no es un disco amable, en general es duro de roer, agresivo, retorcido, arisco, está poblado de ruido, la voz silabea, separa palabras, recita angustiosa. Hay extraños experimentos, esos samplers vocales de opera machacados en Introducing The Opera Wine Sessions, y la colaboración de otro amante de los extremos como Pier en Linimento (Amor Sucio) añaden desquiciamiento a todo lo anterior.
Podía formar un tríptico de incomodidad sónica y agresión al oyente con el Lucha De Migajas de Víctor Coyote y el debut homónimo de Cerdos, no sé si por el sonido, que estos dos que acabo de mencionar no los tengo muy presentes, pero sí por la sensación con que te dejan, que no se olvida fácilmente.
En definitiva, que Julian sigue en plena forma, poniéndonos contra las cuerdas y golpeándonos duro, llevándonos al límite y haciendo que nos arrastremos por paisajes que no quisiéramos conocer.
Además de los ya nombrados colaboran en este disco Ajo, nuestra micropoetisa favorita, Giotronix, Scud Hero y VoiceUtility. Escuchen y sientan.