Había quedado de lo más prometedor aquello de Volumen I en el título del primer disco a nombre de Corcobado Y Cría Cuervos, y claro uno esperaba su continuación. Este segundo volumen no llegó hasta 1997, aunque sus canciones se grabaron entre diciembre de 1994, las siete piezas de estudio, y febrero de 1995, las tomas en directo de Sombras y Desde Tu Herida que completan el disco.
En este segundo volumen de sus Boleros Enfermos De Amor, Javier y sus Cría Cuervos declaran su amor por la canción mexicana, cinco de las nueve canciones aquí presentes tienen a este país en su ADN. Además se llevan a su terreno el tango Sombras, como también hacen con la ranchera Amarga Navidad, y encajan en el repertorio, con toda naturalidad, Desde Tu Herida, el que fuera primer single de Agrio Beso, su debut en solitario de 1989 y que ya nos hablaba del gusto de Javier por esa canción ligera que es en verdad carga de profundidad emocional.
A parte de esta última canción mencionada, Javier aporta otras dos composiciones propias al disco, Madre y Aquel Tren. Esta, con Javier recitando la triste historia de Godiva, sobre un agudo piano al que grita una ronca guitarra, vuelve a tender puentes con el principio de su carrera en solitario, concretamente con aquella joya publicada en single y llamada Poemas. Madre es amor y dolor, lo más bonito, y sincero, que se le puede decir a una madre. Todo aquel que le haya dado algún disgusto a la suya y la quiera con todo su alma, lo entenderá. Pelos de punta.
Respecto a las seis versiones elegidas solo queda quitarse el sombrero, y más cuando se han escuchado en boca de otros artistas. Las interpretaciones de Javier dan buena cuenta de sus aptitudes como cantante, pero no solo eso, sino que dejan constancia de su sabiduría para poner el acento en el sitio adecuado y conseguir que estas canciones escritas medio siglo antes sean auténticas historias de amor roto y pasión exacerbada, que bien podían convivir con sus propias composiciones en cualquier otro de sus álbumes.
Los músicos que lo acompañan, Justo Bagüeste, M. Vega, M. Gutiérrez, Ana Díaz y Susana Cáncer son la alineación con que se presenta Cría Cuervos en este disco, están excelsos, rebosando sensibilidad e irradiando fuerza, vistiendo a las canciones con respeto pero imprimiéndoles personalidad. Quizás sea Amarga Navidad, con ese repiqueteo de Papa Noel de pequeños almacenes, la que el grupo aleja más del sonido original, en un homenaje que le llega desde el entorno del rock de este país a José Alfredo Jiménez mucho antes que cualquier otro. Tuvieron que pasar unos buenos años para ver a Bunbury y Raphael cantándo esta misma canción a dúo, o a María Jiménez dedicarle un disco completo al maestro mexicano.
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