A finales de 1987 abren los locales de ensayo Carabox en el madrileño barrio de Carabanchel, y en ellos coinciden Trifide::Freud, Los Moscardones, Demonios Tus Ojos y Usura, entre otros grupos. Allí se forjaron alianzas y amistades que han perdurado en el tiempo, y así hemos visto a Ana Bejar poner voces en los discos de Pablo Cobollo y Mate Almendral, a Nacho Laguna integrado en la banda de Corcobado, y a David García Bonacho poniendo su violín a disposición de quién lo solicite. También Corcobado dejaba alguna de sus letras a sus colegas, la de Santiago Y Terry acabó en el repertorio de Vírgenes Adolescentes, y Agua Fuera De Casa fue directa al primer disco de Soul Bisontes, nombre que había sustituido al de Los Moscardones en la formación que lideraba Pablo Cobollo.
A Soul Bisontes les había cogido cariño unos años antes de la salida de este disco, en concreto desde que escuché su primer Ep Corazón Veloz, así que la noticia de que su estreno en largo vendría de la mano de Alehop!, más que una una alegría fue una premonición de que nada podía salir mal.
La infecciosa El Telescopio De Jeremías, canción que abre el disco, lo corroboraba desde que la aguja comenzaba a surcar el vinilo. Lo que sigue es un remolino de estupendas canciones pop rebozadas de psicodelia salvaje elaborada según la receta secreta de los habitantes del extrarradio, y que el propio grupo bautizó como "charca sound". Pero por más escuchas que se le dé a este disco, se hace imposible que uno pueda discernir de manera racional cuáles son todos los ingredientes que conforman tan suculentas canciones, y no dará con su secreto hasta que abra la mente y acepte que la receta secreta es que no existe receta, sino libertad absoluta para incorporar en cada momento lo más apropiado para que sean ellas las que engullan al oyente.
Entonces es un placer sentir como el violín acuchilla el alma de Nadie Nace Domesticado, o como hace levitar ese Otoño Mal Calculado. Y se hace obligado contonearse escuchando como aúllan las guitarras de El Telescopio De Jeremías, y croar como un batracio la letra de El Moscardón, empujado por el bajo y el órgano. También resulta imposible no caer hipnotizado por la Lluvia De Soles y sentirte uno más de la banda de los Perros Eléctricos cuando te calzas tus gafas de sol.
Ya se encargan ellos mismos de darnos pistas en la última de estas catorce canciones, Ojo De Pez De Vecindario. Como el famoso objetivo extremadamente angular, Soul Bisontes rompen la norma, sorprenden y cautivan al espectador y lo trasladan a un mundo en donde nada es lo que parece. ¡Y que esto último lo haya sacado del folleto sobre teleobjetivos fotográficos que encontré en el último estudio que malamente sobrevive en mi pueblo! Así eran Soul Bisontes, maravilla, genialidad cotidiana y absurdo, como un museo de pantalones.
En este disco Soul Bisontes fueron Pablo Cobollo Lara a la guitarra y voz, Tintín García a la bateria y percusiones y Gregorio Karman al piano y órgano. Este último ocupa el lugar que había dejado temporalmente David García Bonacho, que en este disco solo aparece en un par de canciones al violín. Alberto "Sobornez" colaboró encargándose del bajo.
La portada, que es bien bonita, es obra de Lusmore.
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