De todas las biografías de Vladimir Nevnwolts que circulan por la red la más creíble es la que data su nacimiento en 1431, en la ciudad de Sighishoara, como hermano siamés del príncipe Wladislaus Dragwlya, más conocido por la historia como Vlad El Empalador. Separados nada más nacer, su padre decidió la muerte de uno para salvar la vida del otro. Su cuerpo fue arrojado a los bosques de Valaquia, donde se cree que sobrevivió ingiriendo insectos, invertebrados terrestres, reptiles..., dieta que luego cambiaría por la de los cuerpos de los soldados otomanos que su hermano solía empalar a lo largo de su territorio para disuadir al enemigo de futuros ataques.
El resto de la historia de Wladislaus ya la conocen ustedes, acostumbraba a saciar su sed con la sangre de sus enemigos, lo que le propició una larga vida que dio origen al mito del vampiro. Mientras, su hermano Vladimir no tenía tantos escrúpulos, aficionado a la música, adicto al ejercicio del terror total, a la hora de alimentarse no distinguía entre amigos y enemigos. Se le reconoce ser el primer músico en la historia en usar públicamente el tritono, también conocido como acorde del diablo. Este sonido había permanecido prohibido durante toda la Edad Media, a instancias del monje benedictino Guido de Arozzo, debido a su carácter maligno. A la secuencia de estás tres notas se le atribuía el poder de levantar inquietud en quien lo escuchaba, y producir una disonancia tan perturbadora en el oyente que su naturaleza lo llevaba unívocamente hacia pensamientos impuros conducidos de la mano por Satán. El resto de la vida del señor Nevnwolts, incluida su muerte, no está documentada.
Solo existe un registro de su música, del que se conservan once copias repartidas por el mundo y que sus dueños, de los que nunca se han hecho públicos sus nombres, ocultan celosamente. Se sospecha que alguna copia llegó a manos de The Sisters Of Mercy, Motörhead, Leonard Cohen, Death In June y The Stooges, ya que todos ellos han incluido alguna de las canciones de Vladimir Nevnwolts en su repertorio. Versiones que nunca superan las originales, interpretadas con una maltrecho instrumento de cuerdas y una voz grave que retumba insondable en la mazmorra donde fueron grabadas.
El profético título, me imagino que incomprensible en la época, quizás ya es hora de que se haga realidad.
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